En una entrevista con la radio France Bleu, Macron dijo que el mundo enfrenta “una crisis alimentaria global”.
Al enfatizar que Francia ha aconsejado a otros países europeos que presenten una » respuesta concertada » a este problema, el presidente, que se enfrenta a las elecciones del 10 de abril, dijo que su gobierno ya ha tomado una serie de medidas, incluidos límites de energía y descuentos en combustible para apoyar a los residentes del país.
Subrayando que Ucrania y Rusia “ son verdaderos graneros para el suministro internacional de alimentos ”, Macron dijo: “ Quiero introducir cupones de alimentos para ayudar a los hogares más modestos y a las clases medias a enfrentar estos costos adicionales ”. Agregó que también le gustaría que sus compatriotas “ compren localmente ” y compren productos franceses.
Macron ha reflexionado sobre la idea de los vales de comida desde diciembre de 2020 y ahora la convierte en una de sus promesas de campaña.
Sin embargo, aún no se han revelado los detalles de un programa de apoyo alimentario. Aún no se sabe por qué monto serían los vales, qué productos cubrirían, cómo se distribuirían exactamente y quiénes serían elegibles para recibirlos.
Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores proveedores de cultivos del mundo. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los dos países representan el 53% del comercio mundial de aceite y semillas de girasol y el 27% del trigo.
El Banco Central Europeo había dicho anteriormente que se espera que la inflación de los alimentos “ se mantenga alta a lo largo de 2022 ” debido a los altos precios de las materias primas y los “ aumentos extraordinarios ” en los precios del gas y la electricidad.
La Comisión Europea está trabajando actualmente en medidas que podrían aumentar la seguridad alimentaria de la UE.
Sin embargo, como advierte la UNCTAD , todos los países se verán inevitablemente afectados por la crisis generada por el conflicto. Los aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles “ afectarán a los más vulnerables en los países en desarrollo, ejerciendo presión sobre los hogares más pobres que gastan la mayor parte de sus ingresos en alimentos, lo que provocará penurias y hambre ”, advirtió la organización.
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