viernes, 24 de enero de 2020

Urge definir las prioridades de la economía española / Ángel Tomás *

En la planificación y ejecución de la economía política aplicada por los responsables de un país se suele legislar, bajo la pretensión de creerse en posesión de la única y mejor solución, o acorde con su propia ideología política. Seleccionaré dos ejemplos: 

* EEUU-China. El desacuerdo iniciado hace dos años entre Washington y Pekín ante un mercado en exceso competitivo y destructivo ha devenido en la iniciación de un nuevo acuerdo que obliga a China a la compra, durante dos años, de productos de EEUU por 200.000 millones de dólares por encima de sus compras en 2017, no administrativas sino basadas en las de mercado. 
Se incluyen en este preacuerdo otras condiciones impuestas a China, el respeto a la propiedad intelectual y la apertura del sector de servicios financieros, con extensión a todos sus socios. Las imposiciones arancelarias que Estados Unidos impuso a China ralentizaron su comercio exterior, obligándola a instalar una extensa red de distribución en otros continentes, y en especial en Europa, de sus productos, sin controlar algunas imitaciones y plagios. 
La Comisión Europea teme que las preferencias bilaterales impuestas por Washington penalicen a las empresas de la Unión Europea en el mercado chino frente a sus competidoras estadounidenses, y que los objetivos cuantitativos sean incompatibles con la Organización Mundial del Comercio (OMC), al generar distorsiones comerciales. El embajador de la UE en China, Nicolas Chapuis, para el caso de producirse distorsiones, recurriría ante la OMC. 
Afirma haber recibido del Gobierno chino garantías de que las empresas europeas no se verán afectadas en ningún caso por el acuerdo chinoestadounidense. Bruselas intenta iniciar un nuevo acuerdo con la primera potencia asiática y la segunda mundial sobre inversiones y relaciones comerciales. 
La OMC, últimamente en estado de cierta pasividad, necesita introducir reformas progresivas frente al proteccionismo de Estados Unidos, impulsado por Donald Trump, que serán abordadas, según previsión, en la reunión ministerial de la organización internacional prevista para junio en Kazajistán. ¿Es consciente el Gobierno español de la necesidad urgente de unir el máximo esfuerzo de colaboración inteligente a la reunión ministerial mencionada, y de protección al mantenimiento y expansión creciente de nuestras relaciones comerciales con Extremo Oriente?
 
* Alemania. Después de nueve años de dinámico crecimiento económico, encabezando la Europa comunitaria, en su décimo año de avance, 2019, lo ha visto reducido al 0,50%, por debajo incluso de algunos de sus países socios, pues aunque el consumo interior aportó el 1,6% al PIB, las exportaciones, su principal motor, lo hicieron negativamente un 0,4%, no sólo por la guerra comercial entre EEUU y China, sino porque la producción industrial basada en el ramo del automóvil cayó un 3,6%, según el Departamento de Cálculos Macroeconómicos de la Destatis. 
La fabricación de vehículos (BMW, Volkswagen y Daimler) se ha visto afectada por los escándalos del diésel y los nuevos estándares de emisiones establecidos en Europa. 
Sin embargo, mantiene su fortaleza en el mercado laboral, con una tasa de desempleo del 3%, y un resultado positivo en el estado de sus cuentas públicas al cierre de 2019, un 1,5% del PIB, que abarca las del Gobierno federal, los lander , los municipios y la caja de la Seguridad Social, aunque situándose detrás de las grandes economías como Estados Unidos, China e incluso Japón, que ha conseguido un superávit progresivo consecutivo durante más de cinco años, y que también acaba de firmar contratos millonarios con China, seis años después de la dura crisis mantenida entre las dos potencia asiáticas .
Al no haberse superado una fase de debilidad industrial, con un mercado de consumo sumido en una guerra de precios, según el criterio del Centro de Estimaciones del Instituto para la Economía Mundial de Kiel, se abren perspectivas hacia una debilidad en el crecimiento para la recién iniciada década de 2020. 
¿Somos conscientes, también, de la urgente necesidad de adecuar nuestra estructura económica nacional y relaciones internacionales al cambio del iniciado receso hacia el crecimiento del PIB, que haga posible en conjunto la reducción del endeudamiento, la mejora de las pensiones, la retribución del trabajo, la enseñanza, la cultura, el mantenimiento de alta calidad de la sanidad, y el fomento de la creatividad y la investigación? Todo ello sólo será posible con unión y el abandono de otros objetivos innecesarios e inversiones no rentables y partidistas. 
Los legisladores de las reformas y al no haberse superado una fase de debilidad industrial, con un mercado de consumo sumido en una guerra de precios, según el criterio del Centro de Estimaciones del Instituto para la Economía Mundial de Kiel, se abren perspectivas hacia una debilidad en el crecimiento para la recién iniciada década de 2020. 
¿Somos conscientes, también, de la urgente necesidad de adecuar nuestra estructura económica nacional y relaciones internacionales al cambio del iniciado receso hacia el crecimiento del PIB, que haga posible en conjunto la reducción del endeudamiento, la mejora de las pensiones, la retribución del trabajo, la enseñanza, la cultura, el mantenimiento de alta calidad de la sanidad, y el fomento de la creatividad y la investigación? 
Todo ello sólo será posible con unión y el abandono de otros objetivos innecesarios e inversiones no rentables y partidistas. Los legisladores de las reformas y nuevas estructuras económicas de la nación española deben estudiar y analizar en profundidad, previamente, los enfrentamientos inevitables que cobrarán vida a lo largo del primer semestre recién iniciado, entre otros: 
 
* La deuda mundial está en máximos y superará los 250 billones de dólares, según estimación del Instituto de Finanzas Internacionales, con sede en Washington, de los que 190 billones no son del sector financiero y, de éstos últimos, 70 billones corresponden a la deuda de los Estados, (según la ONU). 
* El BCE establecerá una nueva estrategia en su política monetaria, recomendando a los legisladores de los miembros de la UE contribuir a aliviar las incertidumbres del comercio y las tensiones geopolíticas, muy extendidas internacionalmente. 
* Se acometerán reformas para fortalecer y actualizar la Organización Mundial del Comercio, inmóvil desde 1995, en una próxima reunión en Ottawa provocada por Canadá, la UE y once países más. Se intenta que se incorporen EEUU y China, sin los cuales los acuerdos carecerían de la efectividad necesaria. 
* Las nuevas medidas fiscales anunciadas deben estimular la inversión. Desincentivarla orientaría a nuevos inversores y emprendedores hacia otros países más seguros y rentables, con pérdida de recaudación presupuestaria. 
* Falta de evaluación actual y consolidación del sistema financiero. 
* Una posible tasa Google sobre el comercio en Internet, que gravaría los ingresos y no los beneficios. 
* La aplicación de nuevas y estrictas reglas para la importación en Estados Unidos. Esperemos que el nuevo Gobierno adopte la “economía política” como protagonista insustituible y confiera al equipo técnico especializado la libertad de estudio, planificación y estructuración integrales que permita proponer el sistema más eficaz y adaptable a los cambios frente a la actual difícil coyuntura. Es el camino para lograr el crecimiento y el bienestar general.
 
 
(*) Economista y empresario

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