DENIA.- El servicio de autobús interurbano que une la Marina Alta con las dos
capitales más cercanas, Valencia y Alicante, gestionado por la empresa
Alsa, continúa valiendo lo mismo ahora, que ya no hay que pagar por
utilizar la autopista AP-7, que hasta el pasado 31 de diciembre, cuando aún
había barreras, según revela hoy www.esdiario.com.
El billete ordinario de Dénia a Valencia sigue costando ahora 11,50
euros -sin aplicar ninguno de los descuentos ocasionales que tiene la
empresa- y hasta Alicante, 11,80 euros. Y el de Xàbia, 12,45 euros con
la capital valenciana y 10,55 con la alicantina.
La compañía incrementó estos precios a mediados del año pasado en un
1,5%. Ahora, el ahorro que supone dejar de pagar peaje en la AP-7 no se
ha traducido en las tarifas. Simplemente, ha entrañado un beneficio para
la empresa pero no para el pasajero.
Porque se supone que hasta el pasado 31 de diciembre, Alsa sí pagaba
peaje.
En un informe del Tribunal de Defensa de la Competencia sobre
esta empresa se subrayaba que los peajes en las autopistas eran uno de
los costes de la mercantil que ahora, en el caso de la AP-7, ha sido
eliminado.
No hay además noticia de ningún convenio firmado durante
estos años entre Alsa y la concesionaria de la autopista, Aumar, que
indicara que la primera de las empresas no debía pagar por circular en
esa vía.
La cuestión es trascendente en una comarca que carece de tren -el
TRAM continúa sin funcionar al norte de Calpe y el Tren de la Costa a
Gandia y Valencia es ahora mismo una quimera-: los autocares de Alsa son
ahora mismo su único transporte público.
En este sentido, da la sensación de que la propia compañía pierde una
oportunidad. Hasta ahora, podía haber vecinos o turistas de la comarca
que eligieran utilizar el autobús debido al alto coste que suponía con
el peaje un trayecto en vehículo privado: así, un viaje entre Dénia y
Valencia superaba los 20 euros (entre el coste de la autopista y la
gasolina) frente a esos 11,50 del autocar; pero ahora, eliminado el
peaje, el precio entre una opción y otra se equipara.
Y ahí el autobús tiene todas las de perder: las frecuencias son
insuficientes y estaciones como Dénia adolecen además de muy pocas
prestaciones y de falta de información para el viajero. Por si fuera
poco, los autobuses que se detienen en la capital comarcal para prestar
servicio directo con Valencia o Alicante están cubriendo en la mayoría
de las ocasiones líneas de mucha más larga distancia (normalmente han
salido de Barcelona para dirigirse a Algeciras o viceversa), con lo que
suelen arrastrar bastantes retrasos.
Y los pasajeros del resto de la comarca deben utilizar autocares que
se paran en todos los pueblos y tardan una eternidad en llegar a su
destino. Baste decir que Xàbia, la segunda ciudad de la Marina Alta,
tiene solo tres conexiones semidirectas diarias con Valencia; el resto
de municipios se encuentran aún peor.
Con este panorama, se cierne una amenaza que ya había predicho el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca):
como el transporte público en estas comarcas es tan deficiente, con la
supresión del peaje "se va a potenciar aún más la movilidad en vehículo
privado". Lo que resulta muy poco sostenible.
Alsa defiende que ha luchado por dotar al menos a las principales
poblaciones de la comarca de más servicios directos con las grandes
capitales: Dénia tiene ahora mismo seis servicios directos con Alicante
durante los días laborales y nueve con Valencia. Esta última cifra contrasta
con los 38 servicios que tiene la conexión ferroviaria entre Gandia y
Valencia cuyo billete ordinario solo cuesta 4,75 euros.
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