ORIHUELA.- Ecologistas en Acción ha presentado en el Juzgado de Instrucción nº 4 de Cieza (Murcia) un escrito de acusación dentro de las diligencias previas que investiga la comisión de un delito contra el medio ambiente en el vertedero de Abanilla.
La
denuncia que dio lugar a dichas diligencias fue presentada por la
organización ecologista en noviembre de 2010, informa José Manuel Muñoz,
de la citada organización ecologista.
En
su escrito, Ecologistas en Acción formula acusación contra la empresa oriolana
Proambiente, además de contra los tres hermanos oriolanos de La Aparecida, Fenoll Pérez, Ángel,
Ramón y José, y contra el sobrino de los anteriores, Ángel Javier Fenoll
Pastor, pidiendo 6 años de prisión para los tres hermanos, 5 para el
sobrino y multa para la mercantil.
Recuerdan
que Proambiente SL fue fundada en 1998 por Ángel Fenoll Pérez, que era
el gerente y administrador único, siendo sus dos hermanos socios
trabajadores de la empresa, posteriormente pasando Ramón a ser apoderado
el 11 de junio de 2007.
Todos
ellos son considerados autores de los delitos cometidos en el vertedero
de Abanilla (Murcia), por considerar que todos ellos eran conscientes de la
situación del vertedero y de los distintos delitos que se iban
cometiendo al ir depositando los residuos sólidos urbanos en distintas
zonas del vertedero no aptas para ello, añade.
Según
los ecologistas, la empresa tardó sólo dos años en rellenar su vaso
inicial de vertido, autorizado para una capacidad de 251.280 metros
cúbicos y con una previsión de vida útil de 16 años, en base a su
previsión de negocio.
La
sobreexplotación llegó a tal nivel que la basura que se estaba
depositando en el vaso número 1, se desplomó en 2005 sobre el vaso
número 2, quedando ambos colmatados, y sepultando una de las máquinas
con un trabajador dentro.
El
cuerpo sin vida del trabajador no pudo ser rescatado hasta una semana
después, durante la cuál dos máquinas estuvieron retirando la basura que
lo sepultó, lo que da una idea del enorme volumen de basuras acumulado.
En
el vertedero, se excedieron los limites espaciales y de volumen de
residuos autorizados en todos los vasos, invadiendo hasta en 62
hectáreas la zona LIC Sierra de Abanilla, colindante.
Además,
junto a los principales vasos se realizaron diversas roturaciones y
excavaciones en las que depositaron considerables cantidades de
residuos, debido al excesivo volumen de trabajo.
Por
otro lado, la mayoría de los vasos y depósitos no disponían de capa
impermeabilizante y en los mismos se vertían los residuos directamente
del camión, sin ningún tipo de tratamiento ni selección previa.
En
2014 se concedió a Proambiente SL la Autorización Ambiental Integrada
para la ampliación del vaso 3, condicionada al cumplimiento simultáneo
de restauración por parte de la empresa.
El
objetivo era que fuera la misma empresa la que asumiera el coste de la
restauración, pero el proyecto no salió adelante y la empresa el 25 de
febrero de 2016 fue declarada en Concurso de acreedores, estando
actualmente en fase de ejecución.
El
coste de restauración y mantenimiento del vertedero, ya que después de
clausurado, un vertedero tiene una vida de 30 años que requiere
mantenimiento, alcanza la inestimable cuantía de 12.720.932,77 euros,
dinero que, de no ser incautado a los encausados, deberá salir de las
arcas públicas, «en un nuevo ejemplo de socialización de los costes
ambientales y sociales que provocan actividades económicas mal reguladas
y vigiladas», agrega.
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