CIUDAD
DEL VATICANO.- Después de tres días de retiro de la vida pública, el
Papa ha reaparecido esta mañana en la ventana de los apartamentos
pontificios
para presidir el rezo del ángelus dominical en la Plaza de San Pedro.
Sin embargo, Francisco anunció que no participará del habitual retiro
cuaresmal que se organiza para toda la Curia romana y que comienza esta
misma tarde: “Lamentablemente, el resfriado me impide participar en estos ejercicios”, que comienzan
esta tarde en Ariccia,
en las afueras de Roma. Los seguirá desde su residencia en Casa Santa Marta a lo largo de los seis días.
Con toda
sencillez ha explicado que «por desgracia, el resfriado me obliga a no
acudir este año. Seguiré las meditaciones desde aquí».
A pesar de que su resfriado se
agravó el pasado miércoles por las fuertes rachas de viento en la plaza
de San Pedro durante la audiencia general, el Papa ha acudido hoy al
rezo del Ángelus desde la ventana del palacio Apostólico a pesar del fuerte viento en una jornada desapacible.
Con
algún golpe de tos y la voz un poco afónica el Papa Francisco ha
dirigido la plegaria mostrando su energía habitual y añadiendo
comentarios al margen del texto escrito.
En
el marco del primer domingo de cuaresma y a partir del Evangelio
de las tentaciones de Jesús en el desierto, Francisco alertó de que “hoy
satanás irrumpe en la vida de las personas para tentarlas con sus
propuestas tentadoras; mezcla la suya con las muchas voces que intentan
domar la conciencia”.
“Jamás
dialoguéis con la tentación, jamás dialoguéis con el diablo”,
aseveró el Papa, que aconsejó actuar de dos maneras al demonio al
estilo de Jesús: responde expulsándolo o con la Palabra de Dios. “Muchas
veces dialogamos con la tentación y pensamos que no pasa nada porque
haga esto o lo otro, porque después me confieso”, añadió.
Por
eso, invitó a los cristianos a “no someternos a ningún ídolo de este
mundo, a seguir a Jesús en la lucha contra el mal; y ser nosotros
también ganadores como Él”.
Así,
el Papa advirtió a los fieles presentes de que estas propuestas suelen
plantear “la emoción de la transgresión” desde lo “ilusorio”.
“La experiencia de Jesús nos enseña que la tentación es el intento de
tomar formas alternativas a las de Dios, formas que nos dan la sensación
de autosuficiencia, del disfrute de la vida por sí mismo”, señaló a
continuación el Papa.
En
este sentido, apuntó que, a medida que “más nos distanciamos de Dios,
más nos sentimos vulnerables e indefensos ante los grandes problemas de
la existencia”.
Al
finalizar el rezo del ángelus, pidió a todos que rezaran tanto por él
como por la curia romana, en tanto que esta tarde inician su semana de
ejercicios espirituales.
Después
de comentar el pasaje evangélico de las tentaciones de Jesús, el Papa ha
manifestado su dolor por «las noticias que llegan de tantos refugiados,
de tantos hombres, mujeres y niños forzados a huir de sus hogares a
causa de la guerra; de tantos inmigrantes que piden refugio y ayuda. Recemos por ellos».
Al despedirse de los fieles, ha dedicado un saludo especial a los jóvenes de Formentera y ha pedido a todos que recen por él y
los altos responsables de la Curia vaticana durante estos seis días de
ejercicios espirituales en Ariccia, una localidad cercana a Castel
Gandolfo, en las afueras de Roma.
El Santo Padre se ha visto obligado a cancelar sucesivamente todas las audiencias colectivas desde
el pasado jueves, pero mantiene cada día las reuniones habituales con
sus colaboradores y recibe a personas en audiencias individuales o de
grupos pequeños en su residencia.
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