domingo, 1 de marzo de 2020

El Papa reaparece en el ángelus, pero no se irá de ejercicios espirituales por el resfriado


CIUDAD DEL VATICANO.- Después de tres días de retiro de la vida pública, el Papa ha reaparecido esta mañana en la ventana de los apartamentos pontificios para presidir el rezo del ángelus dominical en la Plaza de San Pedro. Sin embargo, Francisco anunció que no participará del habitual retiro cuaresmal que se organiza para toda la Curia romana y que comienza esta misma tarde: “Lamentablemente, el resfriado me impide participar en estos ejercicios”, que comienzan esta tarde en Ariccia, en las afueras de Roma. Los seguirá desde su residencia en Casa Santa Marta a lo largo de los seis días.

Con toda sencillez ha explicado que «por desgracia, el resfriado me obliga a no acudir este año. Seguiré las meditaciones desde aquí». 
A pesar de que su resfriado se agravó el pasado miércoles por las fuertes rachas de viento en la plaza de San Pedro durante la audiencia general, el Papa ha acudido hoy al rezo del Ángelus desde la ventana del palacio Apostólico a pesar del fuerte viento en una jornada desapacible.
Con algún golpe de tos y la voz un poco afónica el Papa Francisco ha dirigido la plegaria mostrando su energía habitual y añadiendo comentarios al margen del texto escrito.

En el marco del primer domingo de cuaresma y a partir del Evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto, Francisco alertó de que “hoy satanás irrumpe en la vida de las personas para tentarlas con sus propuestas tentadoras; mezcla la suya con las muchas voces que intentan domar la conciencia”.
“Jamás dialoguéis con la tentación, jamás dialoguéis con el diablo”, aseveró el Papa, que aconsejó actuar de dos maneras al demonio al estilo de Jesús: responde expulsándolo o con la Palabra de Dios. “Muchas veces dialogamos con la tentación y pensamos que no pasa nada porque haga esto o lo otro, porque después me confieso”, añadió.
Por eso, invitó a los cristianos a “no someternos a ningún ídolo de este mundo, a seguir a Jesús en la lucha contra el mal; y ser nosotros también ganadores como Él”.
Así, el Papa advirtió a los fieles presentes de que estas propuestas suelen plantear “la emoción de la transgresión” desde lo “ilusorio”. 
“La experiencia de Jesús nos enseña que la tentación es el intento de tomar formas alternativas a las de Dios, formas que nos dan la sensación de autosuficiencia, del disfrute de la vida por sí mismo”, señaló a continuación el Papa.
En este sentido, apuntó que, a medida que “más nos distanciamos de Dios, más nos sentimos vulnerables e indefensos ante los grandes problemas de la existencia”.
Al finalizar el rezo del ángelus, pidió a todos que rezaran tanto por él como por la curia romana, en tanto que esta tarde inician su semana de ejercicios espirituales.
Después de comentar el pasaje evangélico de las tentaciones de Jesús, el Papa ha manifestado su dolor por «las noticias que llegan de tantos refugiados, de tantos hombres, mujeres y niños forzados a huir de sus hogares a causa de la guerra; de tantos inmigrantes que piden refugio y ayuda. Recemos por ellos».
Al despedirse de los fieles, ha dedicado un saludo especial a los jóvenes de Formentera y ha pedido a todos que recen por él y los altos responsables de la Curia vaticana durante estos seis días de ejercicios espirituales en Ariccia, una localidad cercana a Castel Gandolfo, en las afueras de Roma.
El Santo Padre se ha visto obligado a cancelar sucesivamente todas las audiencias colectivas desde el pasado jueves, pero mantiene cada día las reuniones habituales con sus colaboradores y recibe a personas en audiencias individuales o de grupos pequeños en su residencia.

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