VALENCIA.- El Consell califica de "ridículo" que la vicepresidenta tercera del
Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico,
Teresa Ribera, sostenga que con los "simples datos" de un pluviómetro
situado en Chiva o en la rambla del Poyo en Riba-roja, el Centro de
Emergencias debía haber supuesto cuánto caudal iba a circular por este
barranco y que, por tanto, se iba a desbordar, según han señalado
fuentes de la Generalitat.
Asimismo, reprochan a la titular
del Miteco que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no disponga
del sistema de alerta temprana con el que sí que cuentan otras cuencas
--como la del Ebro-- y que habría permitido, según la ministra,
"anticiparse y salvar vidas en Valencia".
"¿Por no tener este sistema se
han perdido vidas? La responsabilidad de instalar este dispositivo
clave es del Ministerio y de la CHJ", reprochan desde el Consell a
Ribera.
Las mismas fuentes hacen estas consideraciones tras la
comparecencia en el Congreso de Ribera, donde expuso la cronología del
Ministerio con los avisos de lluvias y las comunicaciones de la CHJ.
Desde la Generalitat aseguran que "plantear o sugerir" por parte de
la ministra que, con los datos de lluvias caídas en las cabeceras de la
cuenca, Emergencias "ya tenía información suficiente para deducir que el
barranco se había desbordado y para tomar todas las medidas" es
"sencillamente ridículo" y "obedece a un profundo desconocimiento del
funcionamiento hidráulico de una cuenca hidrográfica o a un intento de
hacer confundir a la opinión pública".
De igual modo,
consideran que con ello trató "de justificar y esconder el hecho de que
durante dos horas y media, la CHJ, entre las 16.13 y las 18.43 horas del
29 de octubre, no informara a Emergencias acerca de la evolución del
caudal del barranco del Poyo, pese a que el aviso del riesgo de
desbordamiento era su obligación y forma de sus funciones y
competencias", según establece el Plan Especial frente al riesgo de
inundaciones de la Comunitat Valenciana.
Con su intervención,
la ministra trata, según las mismas fuentes, "de eludir la
responsabilidad de la CHJ y de su Ministerio, que son los que están a
obligados a alertar a Emergencias del riesgo de desbordamiento del
barranco, cosa que no hacen bajo ningún concepto".
Explican
que la transformación de lluvias en caudales no es sencilla ya que
requiere aplicar el método de Témez, que encadena seis ecuaciones que
hay que ir resolviendo, obteniendo un resultado final que es una
estimación de caudal.
Desde la Generalitat se preguntan sí pretende la
ministra que el personal del Cecopi "se ponga en plena situación de
emergencia 2 y en plena inundación a hacer fórmulas matemáticas para
poder deducir que un barranco se ha desbordado y que eso supone un
peligro para la población".
En sentido, se preguntan si no
hubiera sido "más fácil y eficiente" que el personal técnico de la CHJ
"hubiese llamado directamente y que hubiese alertado inmediatamente a
Emergencias del riesgo de desbordamiento del barranco" dado que el
organismo de cuenca "sí disponía de esos datos clave de la crecida
espectacular del caudal del Poyo y que indicaban que el barranco se
estaba desbordando".
Con ello,
considera que la CHJ "habría cumplido con su función", que es la de la
alerta, y reitera que con la versión ofrecida en su comparencia, la
ministra intenta "tapar, ocultar y justificar que durante dos horas y
media, entre las 16.13 y las 18.43, la CHJ no mandó ni un solo dato, ni
un solo mail, ni una sola llamada, que informara de que el barranco se
iba a desbordar", según las mismas fuentes, que insisten en que Ribera
hizo un "claro intento, en vano" de justificar el que califican de
"apagón informativo" de la CHJ que está "confirmado" y es "meridiano"
durante las horas críticas de la riada.
Según reiteran, entre
esas horas, la CHJ "mandó vía mail, sin llamar telefónicamente si
quiera, siete avisos de pluviometría, que son simplemente datos de las
precipitaciones que se producen en la red de pluviógrafos desde el
momento en que se declara la emergencia, y por lo tanto, no son, bajo
ningún concepto, avisos que alertan de riesgo real de desbordamiento".
Así, subrayan que estas comunicaciones y avisos sobre lluvias
intensas "no son, bajo ningún concepto, avisos que alertaran del riesgo
real de desbordamiento del barranco del Poyo" y mantienen que afirmar lo
contrario es "sencillamente mentir".
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