Parece ser que le ha llegado su final político. Ni Aznar, ni Rajoy, ni Acebes, ni todos quienes le deben su poder en Alicante y/o Comunidad Valenciana han dado un sólo paso al frente en el momento más difícil de la carrera política de Zaplana. Es condición humana. Lo han dejado "tirado" para evitar ser, presumiblemente, arrastrados por el tornado político-judicial que se avecina en busca de una trama. Lo ha dado a entender el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, al exigir que actúe y funcione la Justicia en este caso. Detrás de "Terra Mítica" pueden venir el "caso Ivex" y su relación de negocios con el cantante Julio Iglesias. Al final, todo lo que parecía que no veían nada más que los diputados de la izquierda.
La acumulación de sospechas no lo hace más culpable pero sí lo aparta del escenario político nacional y de su fuerte e inexplicable protagonismo máximo en el PP. Ya no volverá porque, si hay un suplicatorio del Tribunal Supremo, como sin duda lo habrá, el presidente del Congreso, Manuel Marín, también sin duda, se limitará a aplicar el reglamento y a poner el tema en la instancia correspondiente. Se puede decir entonces "Alea Zaplana jacta est" con mayoría PSOE.
Zaplana no esperaba tan pronto este golpe. Pero debía intuirlo tras la marcha de Rubalcaba al Ministerio del Interior. Hasta ese momento ha vivido en la impunidad más absoluta desde que dejó la alcaldía de Benidorm para optar a presidir la Generalitat. Sólo el "imprevisto Zapatero" podía devolverlo a la igualdad ante la ley. Por eso no se explica cómo podía pensar todavía que un grupo de pequeños empresarios, que se reconocen favorecidos económicamente por su gestión política, se iban a "tragar el marrón" ante Hacienda y la Fiscalía por un dinero que soltaron para que "otros" lo pusiesen a buen recaudo en cuentas cifradas de paraísos fiscales, como Andorra y Suiza parece ser. Ahora toca investigar qué tiene que ver Zaplana en todo eso por aquello de la presunción de inocencia aunque la opinión pública hace tiempo que desconfía de él.
La patronal y los "grandes" ya se lo quitaron de encima cuando consiguieron de Aznar que lo hiciese ministro para alejarlo de la Comunidad Valenciana. ¡Menuda gracia le habrá hecho a las promotoras Lubasa, Fomento, Dragados, Necso y Azvi aparecer citadas en una denuncia así! Zaplana ya es un estorbo para los intereses más favorecidos por su gestión pública, si no, ¿qué pinta el promotor Andrés Ballester dorando la píldora y haciendo a Camps el caldo gordo?
Abandonado por los suyos (tal vez no fue nunca "generoso" con ellos), Rajoy hace tiempo que no lo aguanta, Aznar dejo de fiarse, Acebes (el verdadero "delfín" del jefe) se ha ido distanciando gradualmente del cartagenero, con Cascos no se habla y Camps ya no lo respeta porque lo tiene práticamente vencido hasta en Alicante. Ni siquiera Ripoll, De España, Fernández Valenzuela y Martínez Pujalte van a dar la cara por él: Zaplana se ha quedado más que solo en este trance porque sólo repartió poder político entre los suyos, excepto en los casos de José Luis Olivas, presidente de Bancaja, y Vicente Sala, Armando Sala y Javier Guillamón, presidente y consejeros de la CAM.
En Benidorm todo esto se veía venir. Era cuestión de tiempo y de coyuntura. Lo mejor que puede hacer ahora el fiscal-jefe Cabedo para aclararlo todo cuanto antes, es viajar a este hipercentro de la información sobre Zaplana y su mundo. Alli por algo le llamarán "Zaplata" y es "vox populi" que su ex alcalde está en política (como bien reconoció públicamente en su día él mismo) para enriquecerse. Zaplana es hoy, más que nunca, prisionero de esa frase.
Ahora, desde la más escrupulosa presunción constitucional de inocencia, urge saber si la denuncia ante la Fiscalía del TSJ de la Comunidad Valenciana, recoge ciertamente un capítulo de ese confesado propósito. No resultará muy difícil si se investiga el incremento y montante actual de su patrimonio, declarado o no, para conocimiento de todos los contribuyentes españoles. Su fuga hacia delante para invertir la carga de la prueba en los tribunales, sólo le permitirá ganar tiempo si ha de terminar en el banquillo pero no impide su apartamiento por quienes piensan en el riesgo de que se pueda convertir, al final, en el "roldán" del PP ante lo que comienza a conocerse por "Quiebra Mítica"; un fraude anunciado desde su gestación en 1997 por terminar como se sabía que terminaría para justificar recalificaciones de terrenos baldíos en el entorno del parque, cinco veces más grande que su superficie, y en manos entonces de alicantinos de proyección pública, avisados para comprar.
Los peritos judiciales ya habían apreciado un sobrecoste medio del 40% en los pagos por obras de jardinería y/o servicios en "Terra Mítica", por facturas falsas con inflados importes, presunto delito contable y supuesto fraude a la Hacienda Pública. Los imputados no quieren quedarse solos y, parece, han decidido "cantar" mientras la Agencia Tributaria busca el dinero que se le debe (casi tres millones de euros en principio) y a los contribuyentes que cobraron en especie rentas no declaradas (puede que Justo Valverde, el ex cuñado militar de Zaplana, exconsejero de la CAM y ex jefe de contratación esté en ese caso tras el arreglo de su vivienda unifamiliar de San Javier, Murcia, sin desembolsar ni un solo euro de su bolsillo). Pero no está en su mismo caso el transitario Luis Esteban, primer presidente de la Sociedad Parque Temático de Alicante y ex presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, quien parece fué de "palomo" de otros en el manejo, entre 1999-2001, de 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) por contrataciones directas al precio que se pidiese por contratistas amigos y/o intermediarios, ahora parece que a comisión.
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