El presidente de Grupo Prasa declaró sobre la corrupción urbanística en Estepona y abonó una fianza de 300.000 euros tras ser imputado

CÓRDOBA.- El Grupo Prasa informó que su presidente, José Romero González, ha regresado a Córdoba y ha reiniciado su actividad con total normalidad, una vez que prestó declaración en relación a la supuesta corrupción urbanística en Estepona, obviando que el empresario abandonó su despacho por la mañana junto a agentes de la Udyco y que le han impuesto una fianza de 300.000 euros.

En un comunicado, el grupo informó de que José Romero acudió a ampliar la información solicitada por el Juzgado de Estepona, prestando la oportuna declaración, que esperan "contribuya a esclarecer los hechos relacionados con la actividad promotora en esa ciudad".

El presidente del Grupo Prasa, así como sus familiares y colaboradores de las empresas que dirige, agradecieron "profundamente las numerosas muestras de afecto y apoyo recibidas tanto de empresas como de instituciones, así como el tratamiento objetivo y considerado de los diferentes medios de comunicación".

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Estepona (Málaga), Isabel Conejo, fijó una fianza de 300.000 euros para José Romero con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes, imputándosele presuntamente los delitos de cohecho, blanqueo de capitales y contra la administración pública.

La empresa está muy asentada en la ciudad de Alicante desde hace más de un lustro, y tiene sus oficinas en la avenida Oscar Esplá 3 y 5, aparte de numerosos solares en la zona de las antiguas harineras hasta el límite con la avenida de Catedrático Soler, y algunas promociones.

Forman el Grupo Prasa unas cuarenta sociedades inmobiliarias, consultoras, cementeras, de servicios, hoteleras, residencias de la tercera edad, marinas, ganaderas o agrícolas.

Pero Prasa sigue siendo una empresa familiar en la que los cinco hermanos Romero González han convertido en un gigante el modesto negocio que inició en los años sesenta su padre, Pablo Romero Alamillo, y a la que ya se está incorporando la tercera generación.

Partiendo de las actividades de construcción y promoción, en las que se ha situado a la cabeza de Andalucía, José Romero tuvo una visión clara de la necesidad de diversificar los negocios, y, si en los años ochenta invirtió en explotaciones ganaderas e industrias auxiliares, fue a finales de los 90 cuando vislumbró una necesidad social que supone una gran oportunidad de negocio: la atención a los mayores.

A través de Sanyres, el Grupo Prasa construye y gestiona residencias para la tercera edad, de las que, a final de 2008, habrá creado más de 25.000 plazas en toda España, generando miles de empleos.

Grupo Prasa es «una de las cinco primeras inmobiliarias de España por volumen de negocio», según sus directivos. Tras 45 años de actividad, la firma atesora la experiencia de haber construido más de 42.000 viviendas, cuenta con una bolsa de suelo de más de tres millones de metros cuadrados de techo y tiene en ejecución, en España, 2.300 casas.

Biografía

José Romero González nació en Torrecampo en 1947. Empresario y presidente del Grupo PRASA, es hijo de Pablo Romero Alamillo, fundador de la empresa, y de Francisca Isabel González Sánchez.

Tiene cuatro hermanos que son Juana Romero González, Celedonio Romero González, Pablo Romero González y Juan Carlos Romero González).

Desde sus inicios en Torrecampo en los años 60, José Romero González participó en la gestión de la empresa que dirige.

El día 18 de junio de 1999 firma ante notario la constitución de la Fundación Prasa, que será inscrita en el Registro de Fundaciones el día 19 de octubre ese mismo año.

Adivinó el parón de la construcción antes de que empezara a desinflarse la burbuja y diversificó su actividad dándole un orden casi planetario: Portugal, Rumanía, Polonia, Brasil, Túnez, Marruecos.

Es modesto, extremadamente austero y prefiere estar alejado de los focos. A pesar de este «modus operandi», José Romero es una institución en la ciudad de Córdoba, donde se estableció al final de los 70 desde su Torrecampo natal.

Desde la sede de la promotora en Gran Capitán, a la que acudía cada día como un trabajador más al volante de su Ford Fiesta azul, el pujante constructor ha ejercido un liderazgo social incuestionable. Su compromiso con la ciudad estaba a salvo de cualquier duda y polémica, como dejó de manifiesto recientemente con la retirada de su proyecto de hotel diseñado por Carlos Ferrater para sustituir al antiguo Meliá.

«En realidad no lo conoce nadie», asegura el director de la Cátedra Prasa de Empresa Familiar, José Javier Rodríguez Alcaide, quien destaca su carácter observador, trabajador y respetuoso. Ha sabido estar equidistante de los partidos, entre cuyos dirigentes mantiene buenas amistades, y de las instituciones, con las que colabora indistintamente de cuál sea su color.

Romero encaja a la perfección en el prototipo del «business man» hecho a sí mismo. Empezó trabajando con su padre Pablo Romero Alamillo -acrónimo de Prasa- como albañil, primero, para tener después a un equipo a su cargo poniendo ladrillos en pequeñas obras en la provincia cordobesa.

Se instruyó luego estudiando los secretos de la construcción por correspondencia.

(Sede central de PRASA, en Córdoba, y José Romero)