Este descenso vino acompañado de un agudo retroceso en el tráfico aéreo de mercancías del 7,7% respecto al mismo mes del ejercicio anterior, lo que constituye la mayor caída desde la crisis de la burbuja tecnológica de 2001. Los retrocesos fueron encabezados por la región Asia-Pacífico, del 10,6%.
El tráfico de pasajeros descendió en todas las regiones excepto en Latinoamérica, donde registró un incremento del 1,7%, aunque este aumento no lo es tanto si se compara con el crecimiento del mes anterior, agosto, cuando alcanzó el 11,9%.
En las economías emergentes de la región Asia-Pacífico la ralentización del comercio mundial se plasmó en descensos en el tráfico del 6,8% en septiembre. En EEUU, el descenso fue del 0,9% mientras que en Europa fue del 0,5%.
Después de años de crecimientos de dos dígitos, las compañías de Oriente Medio registraron un descenso del tráfico de pasajeros del 2,8% en septiembre. Mientras, África encabeza el descenso del tráfico aéreo con un 7,8%.
La IATA expresó sus temores respecto a las cifras ya que se trata de la primera vez que se produce un descenso del tráfico de pasajeros en cinco años, que se vio acompañado también de una caída en el factor de ocupación de todas las regiones respecto al mes de agosto.
"El deterioro del tráfico es alarmantemente rápido y generalizado, no habíamos visto un descenso en el tráfico de pasajeros desde 2003", destacó el director de la IATA, Giovanni Bisigniani.
"Incluso las buenas noticias de que el precio del petróleo ha caído hasta la mitad de los picos alcanzados en julio son insuficientes para contrarrestar el impacto en la caída de la demanda", destacó el responsable de la asociación, quien apuntó que, en este contexto, las pérdidas de las aerolíneas podrían superar la frontera de los 5.200 millones de dólares (4.14 millones de euros) previstos por la IATA.
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