El semanario británico The Economist emplaza este fin de semana a Zapatero y Rajoy a proseguir las reformas estructurales y desplegar 'más audacia' si quieren que 'los indignados' desalojen las plazas públicas y se pongan a trabajar. Es decir, que hay que ser 'radicales' en el programa económico para crear empleo. A diferencia de otros medios internacionales como Financial Times, que le ha pedido a Rajoy que apoye al Gobierno Zapatero para que el país no descarrile, The Economist da por sentado que el líder del PP tendrá que esperar a las generales.
Pero mientras tanto, le pide que se aclare y exponga su programa, porque hasta ahora 'a menudo ha sido equívoco sobre las reformas'. Un programa encaminado sobre todo a mejorar las expectativas del 45% de jóvenes en paro. En caso contrario, 'Rajoy no debería hacerse ilusiones' cuando llegue al poder, porque los manifestantes y las protestas 'volverán'.
Esta es la síntesis del análisis de la revista tras las elecciones del domingo pasado y de las acampadas de los 'indignados'.
En un artículo lleno de datos en el que incluso hace cábalas sobre por cuánto ganará el PP las generales, The Economist informa que 'la juventud española quiere trabajo, los mercados quieren reforma y los votantes quieren un nuevo Gobierno'. Es un terceto de intereses en difícil equilibrio pero con un denominado común: todo pasa por reducir el déficit y acometer las reformas para volver al crecimiento de la economía. La revista dedica también uno de sus editoriales al 'grito de dolor' de 'los jóvenes infelices'. No compara la situación del movimiento 15-M con la Primavera Árabe ni con Mayo del 68 en París, sino con la Argentina de 2001-2002, cuando la gente salió a la calle contra la clase política y dirigente para vociferar 'que se vaya todos'.
Para The Economist, 'España no es Argentina, al menos por ahora'. Pero lo sorprendente de estas protestas 'es que no hayan surgido antes' con lo que está teniendo que pasar toda una generación. Pese a ello, 'se han comportado 'impecablemente bien' porque lo que han transmitido 'es más un estado de ánimo que un mensaje'. De todas formas, los gobernantes deben sacar conclusiones y ponerse manos a la obra para corregir los defectos del quehacer político por un lado y crear un nuevo marco laboral por otro. Elogia a Zapatero porque 'acertadamente dijo que seguiría. Pero está camino de salir' del poder. En cuanto a Rajoy, el semanario económico dice: 'Es hora de que salga del burladero', porque entre otras cosas 'ha criticado la reforma de las pensiones de Zapatero sin ofrecer ninguna alternativa'.
Aquí es donde The Economist se refiere al equilibrio inestable de la situación, con la economía deprimida, las protestas por los planes de austeridad, los mercados inquietos y el diferencial de la deuda pública pendiente de la confianza que pueda generar Madrid. Una victoria del PP en las elecciones generales por la misma diferencia que la del domingo le podría dar 'por los pelos' una mayoría absoluta, suficiente para sacar adelante un programa que todavía no se conoce, lo que inquieta a los inversores y analistas. Pero si no vale la extrapolación y el triunfo es por mayoría simple, eso 'amenaza dejar a Rajoy sin un mandato para las reformas que España necesita perentoriamente'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario