En este encuentro Urrea ha dado cuenta no solo de las obras efectuadas desde que tuvo lugar la gota fría de septiembre, sino de otras que se prevén en el futuro, si bien ha subrayado que el ministerio para la Transición Ecológica pretende ser cuidadoso dado que no se puede salvar una zona y trasladar el problema aguas abajo, razón por la cual se está haciendo un estudio global desde Murcia a Guardamar (Alicante) en función de que se ejecuten o no una serie de actuaciones como el by-pass de Orihuela o el Colector Norte de Murcia, del que a principios de noviembre se dará a conocer el análisis coste-eficacia.
En cuanto a Los Alcázares, la UPCT lleva a cabo un estudio de conjunto del drenaje natural para definir cómo deben de actuar las dos ramblas principales del Albujón y de la Maraña.
La rambla de La Maraña, según Urrea, debe ser objeto de un deslinde porque a partir de determinado momento se pierde el cauce y desborda, sin que pueda llegar el agua de forma controlada.
En cuanto a los trabajos a corto plazo han consistido en la recuperación de la funcionalidad hidráulica de cauces y ramblas, y el refuerzo en los casos en los que se han visto dañados.
Urrea también ha comentado que las obras del Plan de Avenidas de los años 90 que no llegaron a ejecutarse en su día se están analizando para ver su viabilidad actual.
Hasta el momento se han licitado obras de emergencia por 25 millones de euros en la Región de Murcia, y de 46 millones en lo que abarca toda la cuenca del río Segura. Las actuaciones van desde el refuerzo de motas donde se han visto dañadas a la recuperación de infraestructuras del postrasvase que se han visto muy afectadas, por lo que están siendo reparados los canales.
Al mismo tiempo se han registrado daños por primera vez en presas como la de Santomera o el azud de Ojós, por lo que se llevarán a cabo obras de emergencia en ambas para dejar estas infraestructuras en condiciones adecuadas.
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