ALICANTE.- Los grupos municipales de Compromís y EU-Podem en el Ayuntamiento de
Alicante han asegurado este lunes que la dimisión de Toni Gallego como
concejal de Hacienda, Patrimonio y Deportes refleja una "pésima gestión"
y es un ejemplo de "chivo expiatorio" del gobierno del alcalde Luis
Barcala.
Tras la dimisión de Gallego, el PSPV ha reiterado al
primer edil el ofrecimiento de la abstención de sus ediles para sacar
adelante el plan de ajuste o económico-financiero en el pleno para "no
aceptar" el "chantaje" de Vox, mientras que los de Abascal, una vez se
ha hecho público su acuerdo con los 'populares' para aprobar ese
documento, han celebrado el pacto alcanzado y han reiterado su
"compromiso inviolable" con la ciudadanía.
De esta forma se
han manifestado estos grupos, a través de declaraciones distribuidas a
los medios de comunicación, después de que a primera hora de la tarde de
este lunes Gallego haya anunciado su renuncia al acta de concejal del
consistorio y de que toda la oposición haya reclamado su cese como edil,
en el contexto de las negociaciones del plan de ajuste.
En
concreto, la portavoz del grupo municipal socialista, Ana Barceló, ha
considerado que, tras la renuncia de Gallego a su acta de concejal,
Barcala "debe decidir" entre "asumir la hoja de ruta misógina, xenófoba y
homófoba de la ultraderecha" o, "por contra, no aceptar ese chantaje de
Vox y sacar adelante el plan de ajuste con la abstención del grupo
socialista".
Barceló ha recordado que el principal grupo de
la oposición reclamó el cese del hasta ahora concejal de Hacienda al
considerar que era "el máximo responsable del incumplimiento de la regla
de gasto, lo que obliga a aprobar un plan de ajuste".
En ese
sentido, y "tras el chantaje de la ultraderecha, que tendría
consecuencias lamentables para los alicantinos y alicantinas", el PSPV
ofreció al PP su abstención para sacar adelante el plan
económico-financiero tras las exigencias de "la salida de Toni Gallego del
ejecutivo y que no se aceptará ninguna de las condiciones de Vox".
"Con la renuncia de Gallego, Barcala tendrá que demostrar ahora hasta
qué punto es un alcalde que está tutelado por la ultraderecha. Los
socialistas estamos radicalmente en contra del retroceso en derechos que
abandera Vox, que supone una declaración de guerra hacia diversos
colectivos sociales", ha apuntado Barceló tras la dimisión del edil.
Asimismo, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, considera que Gallego
ha dimitido "asumiendo la pésima gestión del gobierno de Barcala", que,
según ha sostenido, ha llevado a cabo "obras chapuza con sobrecostes" y
"ha engordado las cuentas de las contratas".
También ha reclamado la
dimisión de la edil de Urbanismo Rocío Gómez por su "inacción".
"Entendemos la postura de Toni Gallego. Un concejal que se mostró en
el primer año muy dialogante hasta que Barcala le cortó las alas. Un
concejal frustrado por un alcalde mentiroso e inútil para gobernar", ha
sentenciado Mas.
En la misma línea, el portavoz de EU-Podem, Manolo Copé, considera que
la dimisión de Gallego era "inevitable" y ha asegurado que "no es un
hecho aislado, sino la consecuencia lógica de una gestión económica
irresponsable" e "insostenible".
"El PP intenta ahora imponer
un plan de ajuste de 30 millones de euros no para corregir errores
técnicos, sino para tapar su mala gestión. Se han gastado ahorros sin
control, confiaron en ayudas que nunca llegaron y ahora pretenden que la
ciudadanía alicantina cargue con el coste de su incompetencia", ha
añadido.
Según Copé, el PP "protege lo indefendible" porque
"no toca los contratos millonarios, blinda a sus asesores de confianza y
mantiene a una legión de altos cargos incapaces de resolver los
problemas crónicos de esta ciudad", y se ha preguntado "dónde quedó" el
discurso de los "buenos gestores".
"Desde EU-Podem, rechazamos
este ajuste no solo por coherencia política, sino por justicia social.
Los principios de la izquierda, fiscalidad progresiva, servicios
públicos fuertes, inversión en igualdad y democracia económica, son
antagónicos a una política que descarga las crisis sobre las clases
trabajadoras", ha agregado.
A juicio de Copé, Gallego "se
convierte en el chivo expiatorio de un desastre que tiene nombre y
apellidos, el alcalde Barcala y su equipo, que insisten en un modelo
agotado, sin ideas ni proyecto para Alicante".
"Hemos
criticado siempre con firmeza sus políticas, pero desde el respeto
personal. Por eso, deseamos a Toni Gallego lo mejor en su vida futura.
Sin embargo, su renuncia es un síntoma más del fracaso de un gobierno
que navega sin rumbo y una oportunidad para que Alicante exija por fin
un cambio real", ha zanjado.
De otro lado, la portavoz de Vox, Carmen Robledillo, ha asegurado que
su grupo lamenta "enormemente" la dimisión de Gallego, al tiempo que ha
celebrado el pacto alcanzado con el PP y ha reiterado que los ediles de
la formación de Abascal tienen un "compromiso inviolable con los
alicantinos".
"Nos sorprenden mucho las palabras del propio
señor Gallego, que ha afirmado que el plan económico-financiero que él
envió a la junta de gobierno local para su aprobación era un simple
"borrador" y que era enmendable. Es absurdo pensar que un documento tan
importante para la ciudad de Alicante no se trabajara debidamente y se
tratara como una mera declaración institucional del pleno", ha apuntado.
Respecto al pacto alcanzado con el gobierno local del PP para que
salga adelante el plan de ajuste en el pleno, Robledillo ha asegurado
que este es un "buen acuerdo" y que "busca satisfacer, como siempre, el
cumplimiento" del programa electoral de Vox.
"Ni hemos tolerado ni vamos a tolerar en el futuro ningún engaño a los alicantinos en general ni a los votantes de Vox en particular", han apostillado.
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