miércoles, 24 de septiembre de 2025

Aemet defiende su predicción el 29-0: "Un aviso rojo indica un umbral, que habrá problemas y hay que tomar medidas"

 VALENCIA.- El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, ha defendido «la magnífica predicción» que realizó la agencia ante la dana del pasado 29 de octubre, en la que fallecieron 229 personas, y al respecto ha insistido: «Un aviso rojo indica un umbral, es la cantidad mínima, que la situación puede ser catastrófica, que va a haber problemas y hay que tomar medidas».

Tamayo ha replicado así, en rueda de prensa para tratar el resumen del verano climático 2025 y la tendencia en octubre, al cuestionamiento del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ayer al Debate de Política General en Les Corts a la actuación de la Aemet el día de la dana.

Además, ha recalcado que «por una parte está el pronóstico, se avisa de que es una situación roja y que vamos a tener problemas, y luego está la vigilancia, y se va informando de lo que está ocurriendo, información que tiene puntualmente, evidentemente, quien tiene que tomar luego las medidas de gestión».

Por ello, ante las críticas de Mazón porque esa jornada llovió más de lo indicado, ha subrayado, «como ya han dicho por activa y por pasiva en numerosas ocasiones, que cuando se da un aviso rojo quiere decir que se va a superar el umbral de 180 l/m2, significa a partir de, y que la situación puede ser catastrófica y puede afectar de una manera muy importante a la seguridad de vidas y bienes».

 «Todos entendemos que un umbral quiere decir que es la cantidad mínima», ha recalcado Tamayo, que ha apuntado que además Aemet tampoco lanza con frecuencia avisos rojos por lluvias. De hecho «muy pocos».

En ese sentido, ha explicado que a diferencia del aviso naranja, que está acotado por arriba y por abajo, el rojo marca «una cantidad mínima», que además «no la pone Aemet, sino que está consensuada» con Protección Civil«. 

»A partir de ahí si vas a caer 700 mm, 500 o 400 evidentemente eso no lo sabemos nosotros ni nadie".

Del mismo modo, ha defendido que Aemet emitió los avisos que correspondían con tiempo suficiente para actuar ya que antes de las 10.00 horas la zona que resultó finalmente afectada por las inundaciones ya estaba en aviso rojo.

En cualquier caso, ha recalcado que la meteorología «no es una ciencia exacta, sino que tiene su dosis de variación» y en ese sentido ha recordado que a menos de 20 kilómetros de donde cayeron los 700 mm «no llovió nada», lo que evidencia que «es muy complicado muchas veces poder afinar a esos niveles». 

«Decir que van a caer exactamente en un punto, no lo podemos decir ni nosotros, ni nadie», ha apuntado. «Lo que sí podemos decir es 'cuidado', que en este entorno sí que va a llover mucho y que va a haber problemas, y eso es lo que dice el plan MetroAlerta, que está consensuado con protección Civil», ha apunatdo.

Del mismo modo, ante las críticas de Mazón por la previsión de Aemet de que las precipitaciones se irían hacia la Serranía de Cuenca, ha recalcado que «se dijo que la situación iba a ser muy complicada por lo menos hasta las 18.00 horas» y «con vigilancia continua, de manera que se podía modificar esa previsión como así fue, que se prolongó un poco más esa situación roja, y que la tendencia era que las precipitaciones se fueran yendo, pero al final del día, más hacia el norte y hacia el interior, como así fue». 

«Pero no se dijo a las 11 de la mañana se van a la Serranía de Cuenca», ha contrapuesto.

De hecho, ha recordado que en la conversación «filtrada y manipulada» entre una técnica del 112 y de la Aemet «se dijo claramente que a las 3 de la tarde empezaba lo peor y no se dijo en ningún momento 'tranquilos que se va todo para el norte', sino que la situación estaba muy complicada y que se iba a complicar más».

«Fue una predicción magnífica porque con lo que estaba pasando, y con lo que iba a pasar, también se dejó claro que no iba a afectar a la ciudad de Valencia, y estamos hablando de 20 kilómetros de distancia y que probablemente tampoco iba a afectar al aeropuerto, y era una predicción no una observación e informando de que lo peor vendría a partir de las 3 como así ocurrió», ha remarcado. 

«A partir de ahí se puede interpretar, pero la realidad es muy persistente y es lo que es», ha apostillado.

Por otra parte también se ha referido a la declaración de Mazón en la que ha denunciado que «el jefe de los barrancos» y «el jefe de las lluvias» -en alusión al presidente de la CHJ, Miguel Polo, y al jefe de Climatología de Aemet, José Ángel Núñez- hayan «admitido expresamente» que no sabían «lo que iba a pasar» el 29 de octubre.

Así, ha recalcado que Núñez es «el jefe de Climatología de Aemet de la Comunitat Valenciana y es un magnífico profesional como lo ha demostrado en numerosas ocasiones» y «siempre dispuesto a informar puntualmente y de la manera más objetiva posible».

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