En declaraciones a los medios este lunes tras asistir a la reunión de
coordinación de emergencias en el CCE de L'Eliana ante el
episodio de lluvias, la delegada ha rechazado «valorar a alguien que no
tiene responsabilidad», en referencia a Vilaplana, y ha cargado contra
el jefe del Consell por sus diferentes versiones.
«Hemos escuchado que parecía que en El Ventorro no había cobertura,
ahora resulta que sí había, que sí recibió llamadas, por cierto en
horarios en los que sabemos que la consellera --Salomé Pradas, cesada en
noviembre del pasado año-- llamó al 'president' de la Generalitat en
dos ocasiones y no le cogió el teléfono», ha apuntado la representante
del Ejecutivo central.
Ante esta situación, ha expresado: «A mí alguien debería explicarme
por qué --Carlos Mazón-- no contestó en unas horas tan críticas, cuando
ya había gente que estaba muriendo, cuando sabemos que las llamadas le
estaban entrando y cuando, otra vez, lo que volvemos a percibir es una
despreocupación absoluta por parte del gobierno de la Generalitat
Valenciana».
Todo ello, ha continuado, «empezando por el 'president'», pero
también «pasando por la vicepresidenta», Susana Camarero, «que resulta
ahora que estaba de espectadora, que es una cosa que yo todavía no voy a
poder entender nunca en mi vida, y el resto de miembros del Consell que
también parece que no sintieron en ningún momento el peligro en el que
estaban miles de valencianos».
A su juicio, «lo más terrible» es que la carta de Vilaplana es «otro
episodio más que vuelve a abundar en el dolor de las víctimas» de la
dana: «Cada vez que volvemos a escuchar cambios de versión y
contradicciones abundamos en la irresponsabilidad de quienes tenían una
responsabilidad, y genera un impacto dolorosísimo en las víctimas. Y
esto no nos lo podemos permitir como sociedad».
En este punto, Bernabé ha lamentado que al final «siempre hay un
elemento distorsionador entre el entendimiento entre administraciones,
entre el trabajo coordinado, y siempre es el mismo elemento
distorsionador, que es Carlos Mazón».
Por ello, para la delegada, la misiva de Maribel Vilaplana «lo que
implica necesariamente es la dimisión» del 'president' de la
Generalitat, «que no estaba, que no se le esperaba, que estaba
despreocupado y era el máximo responsable» el 29 de octubre.
«Había una despreocupación. Eran, como bien ha dicho hoy la
vicepresidenta --Susana Camarero--, meros espectadores de algo que
estaba pasando y que era su responsabilidad. Y esto es lamentable y,
sinceramente, requiere única y exclusivamente, con algo de dignidad,
dimitir y ya está», ha zanjado la delegada del Gobierno.
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