VALENCIA.- La portavoz de EUPV-Compromis a las Cortes Valencianas, Gloria Marcos, exige al PP, en el día de la toma de posesión de Francisco Camps como presidente de la Generalitat, que abandone «el victimismo y la búsqueda de enemigos exteriores y haga caso de las recomendaciones de la Unión Europea y de las alertas encendidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ONG tan solventes como Greenpeace».
«En esta cuestión», alerta Marcos, «no hay enemigos exteriores, ni confabulaciones contra el turismo y la imagen del País Valenciano, sino un problema bien gordo que se debe solucionar de la mejor manera posible por garantizarnos el futuro».
«Estamos delante de un grave problema medioambiental, pero también delante de una situación económica que puede ser muy complicada», indica Gloria Marcos.
Según la misma, «la apuesta única por la construcción y el ocio ha generado beneficios en el corto plazo, pero si miramos más allá nos sitúa en los pies de los caballos porque no tenemos otro tipos de salidas y apuestas si cambia el ciclo económico».
Además, reprocha al PP que «en vez de tener en cuenta los llamamientos de alerta, continúa su apuesta enloquecida por la construcción desaforada cuando todos los indicadores dicen que las nuevas viviendas cuestan cada vez más de vender y cuando los precios y el coste de las hipotecas los hacen más inasequibles».
Marcos vuelve a insistir en qué el resultado electoral «no puede convertirse en una carta blanca».
Por otra parte, el secretario de Medio Ambiente del PSPV-PSOE, Francesc Signes (en la fotografía), afirmó que la decisión de la Comisión Europea de denunciar ante el Tribunal de Justicia Europeo la ley Urbanística Valenciana (LUV) es «un mal comienzo de legislatura» para el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
El socialista recordó que su partido cuenta con «respuestas rigurosas a los problemas existentes y voluntad para concertarlas», y expresó su deseo de que «la prudencia y la inteligencia de los responsables del nuevo Gobierno de la Generalitat sepan considerarlo».
Recordó que Camps, en su discurso de investidura, propuso «un acuerdo para hacer la mejor legislación urbanística posible, reconociendo la necesidad de modificar la LUV y, por tanto, dándole la razón a Europa».
La Comunidad Valenciana, declaró, necesita un marco urbanístico «estable, jurídicamente solvente y concertado con España y con Europa», algo que a su juicio, «no existe» en la actualidad y «debería ser una prioridad de la Generalitat lograrlo».
Signes manifestó que la entrada en vigor, el 1 de julio, de la nueva Ley de Suelo estatal contribuirá a crear este marco urbanístico estable y a «modificar la LUV para adaptarla al marco legal estatal», por lo que concluyó que la reforma de esta norma es «inevitable e inaplazable».
La denuncia de la Comisión Europea, defendió, «no se trata de una confabulación contra nuestros intereses, como quiere hacer creer Camps, sino de una defensa de nuestros derechos».
El socialista también advirtió de que «la arrogancia con que la Generalitat se está enfrentado a Europa, está generando graves problemas al turismo residencial valenciano» y señaló que «sin ofrecer seguridad jurídica» la Comunidad Valenciana «no puede aspirar de verdad a ser un referente turístico mundial».- (EFE)
«Estamos delante de un grave problema medioambiental, pero también delante de una situación económica que puede ser muy complicada», indica Gloria Marcos.
Según la misma, «la apuesta única por la construcción y el ocio ha generado beneficios en el corto plazo, pero si miramos más allá nos sitúa en los pies de los caballos porque no tenemos otro tipos de salidas y apuestas si cambia el ciclo económico».
Además, reprocha al PP que «en vez de tener en cuenta los llamamientos de alerta, continúa su apuesta enloquecida por la construcción desaforada cuando todos los indicadores dicen que las nuevas viviendas cuestan cada vez más de vender y cuando los precios y el coste de las hipotecas los hacen más inasequibles».
Marcos vuelve a insistir en qué el resultado electoral «no puede convertirse en una carta blanca».
Por otra parte, el secretario de Medio Ambiente del PSPV-PSOE, Francesc Signes (en la fotografía), afirmó que la decisión de la Comisión Europea de denunciar ante el Tribunal de Justicia Europeo la ley Urbanística Valenciana (LUV) es «un mal comienzo de legislatura» para el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
El socialista recordó que su partido cuenta con «respuestas rigurosas a los problemas existentes y voluntad para concertarlas», y expresó su deseo de que «la prudencia y la inteligencia de los responsables del nuevo Gobierno de la Generalitat sepan considerarlo».
Recordó que Camps, en su discurso de investidura, propuso «un acuerdo para hacer la mejor legislación urbanística posible, reconociendo la necesidad de modificar la LUV y, por tanto, dándole la razón a Europa».
La Comunidad Valenciana, declaró, necesita un marco urbanístico «estable, jurídicamente solvente y concertado con España y con Europa», algo que a su juicio, «no existe» en la actualidad y «debería ser una prioridad de la Generalitat lograrlo».
Signes manifestó que la entrada en vigor, el 1 de julio, de la nueva Ley de Suelo estatal contribuirá a crear este marco urbanístico estable y a «modificar la LUV para adaptarla al marco legal estatal», por lo que concluyó que la reforma de esta norma es «inevitable e inaplazable».
La denuncia de la Comisión Europea, defendió, «no se trata de una confabulación contra nuestros intereses, como quiere hacer creer Camps, sino de una defensa de nuestros derechos».
El socialista también advirtió de que «la arrogancia con que la Generalitat se está enfrentado a Europa, está generando graves problemas al turismo residencial valenciano» y señaló que «sin ofrecer seguridad jurídica» la Comunidad Valenciana «no puede aspirar de verdad a ser un referente turístico mundial».- (EFE)
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