viernes, 29 de junio de 2007

El Puerto de Alicante sube de categoría al mejorar resultados y obtener unos beneficios de 4,8 millones de euros


ALICANTE.- La aprobación de la licencia provisional para el uso de la nueva terminal marítima fue el principal punto del orden del día en el último Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Alicante, aunque no fue el único.

El consejo, que a la postre resultó ser el último de Mario Flores como presidente del Puerto de Alicante tras su nombramiento como nuevo conseller de Infraestructuras y Transportes, también dio el visto bueno a las cuentas correspondientes al año 2006, en el que la Autoridad Portuaria obtuvo, según subrayó Mario Flores en declaraciones a la agencia Europa Press, unos beneficios “históricos” de 4,8 millones de euros”, que suponen los “mejores resultados nunca obtenidos por el Puerto”.

“Ha sido un año muy bueno en todos los sentidos”, recalcó el presidente, quien mostró su satisfacción por los aumentos registrados durante el pasado año tanto en el movimiento de contenedores como del resto de mercancías en general, y también en el número de pasajeros.

Este incremento generalizado de la actividad va a suponer, además, para la Autoridad Portuaria de Alicante, que pueda aumentar de categoría, según confirmó el propio Mario Flores, lo que en la práctica va a tener un efecto inmediato en su plantilla de trabajadores, ya que permitirá “contratar a más personal así como subir las retribuciones de los empleados”.

Por otra parte, la apertura de la nueva terminal marítima (en la fotografía el primer ferry atracado) situada entre los muelles de Poniente 23 y 25 se hará efectiva hoy y va a permitir a los usuarios del ferry Alicante-Orán acceder a la zona de embarque directamente desde la autovía de Madrid (A-31) sin necesidad de atravesar el casco urbano, tal y como hasta ayer mismo se veían obligados a hacer para poder llegar hasta al muelle de Levante, el número 14, en plena zona comercial del puerto.

El principal beneficiario de este traslado va a ser el tráfico rodado, ya que va a permitir el desvío directo de al menos 40.000 vehículos hacia las instalaciones portuarias sin necesidad de que pisen el centro de la ciudad a lo largo de este verano, según las estimaciones de la Subdelegación del Gobierno.

El traslado del tráfico marítimo a Argelia desde el muelle de Levante al de Poniente comenzó ayer noche y estaba previsto que se prolongara durante toda la madrugada y las primeras horas del día de hoy con el fin de que los pasajeros y vehículos puedan utilizar los servicios de la nueva estación marítima.

Al término de la reunión del Consejo de Administración del Puerto, en la que se aprobó la licencia provisional para el uso de esta terminal marítima, Flores concretó que las nuevas instalaciones se encuentran ya casi acabadas, “a falta de algunos detallitos”.

Esos “detallitos” eran los que se afanaban en terminar las cuadrillas de obreros que trabajaban a marchas forzadas sobre todo en acondicionar los accesos y habilitar espacios para el traslado de los contenedores que hasta ayer mismo estaban habilitados en el muelle 14 como puestos de Cruz Roja y Protección Civil.

La Operación de Paso del Estrecho, que se desarrolla entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, prevé este año un tráfico similar al registrado en 2006 en las instalaciones portuarias de Alicante, que fue de 40.000 vehículos y 174.000 pasajeros. Aunque los trabajos de cambio de carteles informativos en autopistas y carreteras para que los usuarios de los ferrys con Argelia no tengan que pasar por el centro de la ciudad comenzaron hace semanas, todavía se podía ver a grupos de operarios colocando señales en el casco urbano.

La nueva estación marítima ha costado 18 millones de euros y entre las principales ventajas que ofrece es que tendrá capacidad para atender a dos barcos a la vez, por lo que las dos compañías navieras que cubren esta línea, Trasmediterránea y Romeu, podrán operar de forma independiente.

Estas instalaciones, además de mayor capacidad y comodidad para los viajeros, permitirán un acceso más rápido a los barcos a través de pasarelas y facilitarán la labor de control policial al incluir escáneres más modernos y mejorar las dependencias para los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

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