MADRID.- Más del 70% de las empleadas del hogar trabajan en la economía sumergida y la mayor parte de ellas son extranjeras, según un informe presentado por Cáritas y la Plataforma Estatal de Asociaciones de Trabajadoras del Hogar, en el marco de unas jornadas sobre este sector que se han celebrado en Madrid.
Esta estimación se extrae a partir del cruce de datos de la última Encuesta de Población Activa, según la cual 700.000 hogares españoles tienen una empleada de servicio doméstico, y las altas en la Seguridad Social, dónde (a fecha de abril de 2008) sólo figuran 270.000 personas afiliadas en este concepto.
Por otro lado, según expuso la coordinadora del Área de Recursos e Itinerarios de Cáritas Española, Ana Abril, el sector del empleo doméstico está "completamente feminizado", pues constituye el tercer grupo de actividad para las mujeres, con una presencia del 91%. Además, del grueso de empleadas, el 67,9% son extranjeras, procedentes en su mayoría de Ecuador, Colombia y Rumania.
En cuanto al perfil de las trabajadoras del hogar, Abril concretó que son dos muy diferenciados: el de "la inmigrante profesional o líder en su país de origen, cuya primera vía de integración" en España "es el empleo doméstico", y el de la "trabajadora autóctona con cuyo sueldo sustenta un hogar en economía precaria".
Ambas "están aportando valores intangibles imprescindibles para construir la sociedad" como la compañía, el cariño, la cercanía o el cuidado de los hijos lo que, a su juicio, contrasta con "el escaso reconocimiento" que tiene el colectivo tanto a nivel legal como social.
En este sentido, la presidenta de la Plataforma Estatal de Asociaciones de Trabajadoras del Hogar, Luz Quintana, denunció las condiciones de "explotación" en que muchas veces se encuentran estas personas, que llegan a estar internas en un domicilio ofreciendo disponibilidad las 24 horas a cambio de un salario que no llega a los 300 euros mensuales, ya que tanto el Régimen de Seguridad Social que establece sus condiciones de empleo como el Real Decreto de 1985 que lo regula, no protegen al colectivo.
"El nivel de prestaciones está muy por debajo del de otros sectores. El Real Decreto es una ley que permite el contrato verbal, con las dificultades que conlleva; permite que las jornadas se alarguen sin límite horario; permite que hasta un 45% del salario se esté pagando en especies y reconoce el despido libre por desistimiento", denunció Quintana.
En cuanto al régimen de Seguridad Social, el colectivo denuncia que las trabajadoras tienen que darse de alta y cotizar toda la cuota, que es única y fija independientemente de las horas trabajadas; penaliza el pluriempleo; no reconoce derecho a subsidio por desempleo y en caso de baja laboral, no se da prestación económica hasta pasados 29 días.
Es por ello que la organización ha presentado una campaña de sensibilización para informar a los trabajadores del hogar sobre la existencia de negociaciones entre Gobierno, sindicatos y patronal con propuestas de cambios en el régimen laboral y de Seguridad Social que afectan al sector y exponer las principales reivindicaciones, entre las que se encuentra la obligatoriedad de un contrato por escrito, descanso entre jornadas de 10 horas para internas y 12 para externas, salario documentado y prohibición de descuentos por manutención o alojamiento.
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