MADRID.- La red ferroviaria de Alta Velocidad (AVE)
española, de unos 2.900 kilómetros de longitud, no tiene un grado de uso
por pasajeros mínimo para alcanzar el umbral de la rentabilidad,
estimado en entre 6,5 y 8 millones de viajeros.
Así lo indica un informe realizado por el RACC a partir de
distintos estudios, y en el que esta institución llama a hacer un "alto
en el camino" en la inversión en AVE para "plantearse si conviene
continuar con un proyecto que a día de hoy muestra su falta de
sostenibilidad, sobre todo en el actual contexto económico".
"Se ha llegado al límite de sostenibilidad de las finanzas
públicas dada la situación económica del país", indica la institución,
por lo que "no se pueden seguir malgastando los recursos públicos". "No
se trata de poner en cuestión un hecho ya irreversible, sino de hacer un
alto en el camino para ver lo que se ha dejado atrás y lo que queda por
delante", añade.
El informe apunta que "tras un esfuerzo inversor sin precedentes
en la historia económica contemporánea del país" (4.263 millones de
euros sin contar con el AVE a Sevilla), España será el país de la OCDE
con la red AVE más extensa, y el segundo del mundo tras China, una vez
se completen las conexiones con Galicia y el País Vasco.
No obstante, el número de viajeros por kilómetro de las
principales rutas del AVE "deja en evidencia" a los dos principales
corredores, los que unen Madrid con Sevilla y Barcelona. Con 14.000 y
9.000 viajeros por kilómetro, respectivamete, "quedan a distancias
insalvables respecto a otros como el París-Lyon, el Colonia-Frankfurt y
el Tokio-Osaka".
Pese a reconocer la "satisfacción" de los usuarios por el servicio
del AVE, señala que "esta satisfacción no ha tenido un paralelismo en
los ingresos obtenidos por las líneas en explotación, claramente
insuficientes, no ya para cubrir los costes de construcción de la
infraestructura, sino los de explotación, incluida la amortización de
los trenes".
El RACC cita varios estudios para indicar que la implantación
presente y futura del AVE "responde más a un único objetivo de
naturaleza esencialmente política que a motivos fundados de rentabilidad
económica y social".
Asimismo, considera que la centralidad de Madrid en la red AVE
"hace dudar de la extensión de los beneficios del modelo en todo el
territorio español".
"Más que un proyecto de futuro es la réplica del
modelo decimonónico radial", indica, por lo que estima que "el
desarrollo regional de la inversión en Alta Velocidad parece muy
exiguo".
Además, estima que la inversión realizada "es más de sustitución
que de generación de nueva demanda", dado que, según los datos que
maneja, el 90% de los viajeros del AVE a Barcelona procedían del avión.
Con todo, el RACC considera que "existen alternativas razonables"
al AVE que pasan "gradualizar y limitar" los recursos destinados a este
modo de transporte y destinar parte de ellos a invertir en otras
infraestructuras que cuenten con una mayor rentabilidad social, entre
los que cita "favorecer un adecuado transporte de mercancías en tren" o
"modernizar y adecuar zonas críticas de la red convencional".
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