ALICANTE.- Este domingo a las 7,35 horas, al abrir la iglesia del Monasterio de la Santa Faz de Alicante, el capellán y la persona encargada de la apertura se han encontrado siete pequeñas cruces del vía crucis, que están en las columnas del templo, de forma invertida, así como signos extraños en el cristal blindado que protege la reliquia de la Santa Faz por el lado del templo, sin llegar a romperlo, y la sustracción de un libro litúrgico de oración y el dietario donde se anotan los actos de culto. Inmediatamente se ha dado aviso a la Policía Científica, que se ha personado en el monasterio para tomar huellas.
El Obispado es quien ha dado parte a la Policía de este intento vandálico de ataque de carácter satánico, que ya ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido porque los asaltantes de madrugada han causado daños en el altar con un punzón, según han confirmado tanto el Obispado de Orihuela-Alicante como fuentes municipales. Los satanistas han accedido al interior y han intentado entrar en el camarín, donde se guarda la sagrada reliquia.
De haberlo conseguido hubiese saltado la alarma conectada con la urna que aloja la sagrada reliquia, tal como sucedió días atrás durante los ensayos previos a la romería del pasado 27 de abril. El hecho de que el cristal que preserva la reliquia estuviera blindado "ha evitado males mayores" mientras las autoridades eclesiásticas han mostrado su extrañeza por lo sucedido "ya que no ha resultado sustraido ningún otro objeto de valor".
Las cruces invertidas se usan en las misas negras como un ritual de carácter satánico y, según versión municipal, los atacantes han intentado profanar, sin suerte, directamente la sagrada reliquia venerada por los alicantinos, aunque al final no lo han podido conseguir
Este monasterio, destino desde hace siglos de una multitudinaria peregrinación desde Alicante cada segundo jueves posterior a la Semana Santa, guarda en una urna blindada uno de los sudarios con los que la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario, según la tradición.
Hasta el monasterio se han desplazado diversas autoridades religiosas, entre ellas el obispo de la Diócesis, Jesús Murgui, que con su vicario general, Vicente Martínez, se ha reunido con la comunidad de monjas y el capellán.
«Al final de la reunión, se suplica a Dios, nuestro Señor, por quien o quienes han causado este daño, y pide al pueblo de Alicante y devotos que las presentes lamentables circunstancias no sean en detrimento del amor y devoción que sentimos hacia esta reliquia secular de la Santa Faz», se señala en el comunicado que ha emitido el Obispado.
También se ha informado a los patronos de la Santa Faz, que son el Cabildo de la concatedral de San Nicolás de Bari y el Ayuntamiento alicantino, cuyo alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), se desplazó esta tarde al monasterio y se ha determinado emitir el comunicado «para que el pueblo de Alicante conozca, de primera mano, lo sucedido».
Ya se prepara un acto de desagravio en fecha aún por determinar dentro del mes de mayo.
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