MADRID.- EE UU está ahora mismo gravando las exportaciones de acero y aluminio de España, con un impacto para la industria española de 7.700 millones de euros. Pero no son los únicos aranceles que está aplicando. Un informe de la Secretaría de Estado de Comercio
detecta hasta cinco conflictos sin resolver, denunciados por los
exportadores españoles. Al ya conocido de la aceituna negra se suman
otros cuatro, revela hoy Cinco Días.
España es el primer suministrador de aceituna negra a EE UU, con un volumen de negocio que escaló a 58 millones de euros. Además del arancel aplicado durante el pasado ejercicio por vender supuestamente por debajo de coste,
el 100% de los contenedores son parados en puertos e inspeccionados en
destino, lo que supone, según estimaciones empresariales, perdidas del
5% sobre la ventas. Ambas afectan a 20 empresas.
Otra barrera de acceso al mercado estadounidense la sufren los productores de bebidas alcohólicas.
Un grupo de 1.700 empresas españolas, que exportan por valor de 300
millones de euros, denuncian que están siendo discriminadas frente a los
productores locales, ya que les obligan a negociar con distribuidores y
minoristas para hacer ventas directas, mientras que las empresas
estadounidenses lo pueden hacer de forma directa.
Asimismo, las
compañías españolas también denuncian que no se pueden beneficiar de las
reducciones fiscales incluidas en la última reforma fiscal de Trump
para 2018 y 2019.
EE UU ya aplica aranceles a determinados productos españoles y
europeos desde hace varios años. De hecho fue uno de los puntos que
estuvo en la mesa de negociaciones del tratado de libre comercio de EE UU y la UE, conocido como TTIP por sus siglas en inglés,
y que finalmente no salió adelante por la falta de acuerdo con el
Ejecutivo de Barack Obama. Los productos más afectados era el atún
en aceite de oliva, con una arancel del 35%; las conservas de
albaricoque, con un recargo entre el 10% y el 30%; piezas de automóvil,
con un 13%, y las alcachofas un 11%.
El sector más afectado,
sin embargo, es el cerámico, con 175 millones de exportaciones, mientras
que en el de la automoción solo se ve afectado 15 de los 1.500 millones
que exporta.
Otra barrera que está contemplada en la legislación estadounidense,
aunque por ahora sólo se ha aplicado con una empresa canadiense, se
refiere a un artículo de la ley Helms-Burton,
que fija el embargo a Cuba.
Ese artículo concede a los ciudadanos
norteamericanos, cuya propiedad fue expropiada por el gobierno de Cuba,
la posibilidad de llevar a los Tribunales de Estados Unidos a empresas
extranjeras que desarrollan actividades económicas con dichas
propiedades.
Esto puede afectar a hoteleras como Meliá o Iberostar, las dos con mayor presencia en Cuba.
La hotelera dirigida por Gabriel Escarrer cuenta en la actualidad con
39 hoteles y 15.584 habitaciones, mientas que la firma dirigida por la
familia Fluxá tiene 17 hoteles.
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