En la guerra del Virus ChiCom , las batallas sobre los mandatos de vaxing y los pasaportes de vax se están intensificando. Las empresas con más de 100 empleados (aproximadamente 80 millones de trabajadores), así como los gobiernos municipales, están soportando las consecuencias del mandato planificado de vacunas de OSHA de Joe Biden .
Recuerde cómo el mes pasado, mientras intentaba desviar la atención de la nación de una plétora de fallas administrativas, sobre todo su vergonzosa rendición y retirada de Afganistán, Biden amonestó a los no vacunados diciendo: “Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando. ”
Contrariamente a lo que había asegurado anteriormente , “no creo que deba ser obligatorio”, esta vez Biden afirmó: “Su negativa [a someterse a la vacunación] nos ha costado a todos”. Declaró que le pediría a OSHA que emitiera un mandato de vacunación.
Ahora, un mes después llega la noticia de que OSHA está avanzando imprudentemente con el mandato de vax de bolas de demolición de Biden.
Claramente, Biden está en una sacudida, porque más estadounidenses han muerto de COVID-19 este año que en todo 2020 . Se han reportado 360,000 muertes por COVID desde el 1 de enero, en comparación con 352,000 muertes por COVID en los primeros 10 meses de la pandemia. Y el alarmismo de Biden no ha logrado estimular más vacunas; actualmente, alrededor del 65% de los estadounidenses están completamente vacunados.
Por lo tanto, a pesar de sus pésimos índices de aprobación pública, y en medio de un mercado laboral hambriento , Biden insiste en que las empresas y los municipios avisen a sus empleados: vacunen o sean despedidos. Muchos prestaron atención a su advertencia, pero los plazos que establecieron están creando problemas porque un número significativo de empleados está rechazando los mandatos. En algunos municipios, entre el 30 y el 40% de los policías y bomberos rechazan las vacunas, ya sea porque ya se han recuperado del COVID o porque son jóvenes sanos y de muy bajo riesgo.
En el lado corporativo, el fin de semana pasado Southwest Airlines canceló más de 1.800 vuelos , aparentemente debido al clima y porque los controladores de tráfico aéreo de Jacksonville estaban sin permiso. Este último problema de personal de ATC provocó que miles de otros vuelos se encaminaran a lugares lejanos a otros centros de espacio aéreo controlados.
Se especula que las cancelaciones de Southwest fueron exacerbadas por una protesta piloto contra la orden ejecutiva existente de Biden que ordena que todos los empleados federales y, por extensión, todos los contratistas federales, sean vacunados.
Si bien los HSH informaron diligentemente que las cancelaciones no estaban relacionadas con los mandatos de Biden, los pilotos con los que contacté indicaron que solo estaban cubriendo a Biden. Pregunté a varios pilotos de aerolíneas de carrera senior sobre si el mandato de vax era un factor de Southwest versus el clima y los problemas de programación.
Esta respuesta de otra importante aerolínea fue representativa: “El mandato de Biden es el factor principal . Aproximadamente 4,000 de nuestros 15,000 pilotos no han presentado la documentación requerida que confirme que están en cumplimiento. El 24 de noviembre es la fecha límite. Muchos se irán. El viaje de fin de año será FUBAR “.
De hecho, el día antes de las cancelaciones, la Asociación de Pilotos de Southwest Airlines, su sindicato, presentó una demanda para bloquear el mandato de la vacuna.
En particular, impulsado por la debacle de la cancelación, el director ejecutivo de Southwest, Gary Kelly, declaró: “Nunca he estado a favor de que las corporaciones impongan ese tipo de mandato. No estoy a favor de eso. Pero la orden ejecutiva del presidente Biden exige que todos los empleados federales y luego todos los contratistas federales, que cubre a las principales aerolíneas, tengan un mandato [de vacunas] … en vigor antes del 8 de diciembre, así que estamos trabajando en eso “.
La autoridad de Biden para extender esa orden a los contratistas es cuestionable, al igual que su extralimitación de OSHA . El profesor de derecho de la Universidad George Washington, Jonathan Turley, señala que es posible que su mandato no sobreviva a los desafíos legales que ahora están preparando 24 estados .
Si Biden no retrocede en afirmar su autoridad con los contratistas federales y su mandato de OSHA, las interrupciones podrían propagarse a otros sectores económicos, incluidos el transporte y la logística. Si cree que la escasez de papel higiénico el año pasado fue un problema, espere hasta que los miembros del sindicato de transporte y transporte decidan ralentizar las cosas y ahogar nuestras líneas de suministro ya tensas .
La buena noticia es que Biden tiene una salida, particularmente con los 40-80 millones de estadounidenses que ya se han recuperado del COVID. Puede enmendar su orden ejecutiva y el mandato de OSHA para no solo permitir pruebas regulares como una opción a la vacunación, sino también afirmar que la inmunidad natural es una protección suficiente.
Pero el troll igualmente narcisista y no compositivo de Biden, Anthony Fauci, el burócrata mejor pagado de la nación, seguramente no tolerará ningún esfuerzo de Biden para dar marcha atrás. Fauci, quien ha estado enterrado en las entrañas de varias burbujas de burocracia de Beltway desde 1968, cinco años antes de que Biden llegara por primera vez a DC, es ahora el jefe de facto de lo que, hace solo 18 meses, se consideraba dominio privado de individuos y empresa del sector privado.
Como he argumentado, Fauci, borracho de poder, ha demostrado hasta la saciedad ser el error de liderazgo no forzado más importante de Donald Trump . Después de tres años de los sobresalientes éxitos de la política interior y exterior de Trump, especialmente la reducción de las restricciones del gobierno sobre el crecimiento económico, el pequeño troll logró hacer lo que los demócratas repetidamente fallaron en hacer : derrocar a Trump .
Según las estimaciones de Fauci a principios de este año , deberíamos haber superado la inmunidad colectiva . Pero sigue moviendo los postes de la portería de lo que constituye la inmunidad colectiva.
En diciembre del año pasado, Fauci reconoció “mover los postes de la portería”. Según The New York Times, “lo está haciendo, dijo, en parte basado en nueva ciencia y en parte en su intuición de que el país finalmente está listo para escuchar lo que realmente piensa”.
¿”Sentimientos intestinales”? Qué arrogancia paternalista absoluta para sugerir “el país finalmente está listo para escuchar lo que realmente piensa”. Nuevamente, justo lo que esperaría de una lixiviación como esta.
Dado que Fauci ya ha sido sorprendido mintiendo sobre su papel en la financiación de los NIH de la investigación de ganancia de función del laboratorio de virología de Wuhan, pero es completamente incapaz de aceptar ninguna responsabilidad, ya es hora de que se vaya .
Además, ahora es evidente que Fauci se niega a reconocer y afirmar la eficacia de la inmunidad natural, a pesar de la fuerte evidencia de que es más que suficiente.
Cuando se le preguntó recientemente sobre la protección que brinda la inmunidad natural, Fauci respondió : “No tengo una respuesta realmente firme para usted sobre [la inmunidad natural]. Eso es algo que tendremos que discutir con respecto a la durabilidad de la respuesta. … Creo que es algo que debemos sentarnos y discutir seriamente “.
En cualquier momento sería bueno.
La respuesta frívola de Fauci llevó al senador Ron Johnson (R-WI) a protestar : “Casi 20 meses después de la pandemia, es impactante que el principal asesor médico del presidente no tenga una comprensión firme de la efectividad de la inmunidad natural. … Esta administración claramente no quiere que el público se cuestione si la inmunidad natural es más efectiva que las vacunas.
Como declaró de manera reveladora el presidente Biden, el mandato de la vacuna “no se trata de libertad o elección personal”. La decisión de esta administración de ignorar la efectividad de la inmunidad natural y exigir la vacunación ignora los datos actuales y es un asalto a las libertades civiles de todos los estadounidenses “.
De hecho, ahora hay estudios importantes que afirman la eficacia de la inmunidad natural , incluso sugiriendo que puede ser más fuerte y duradera que la vacunación.
El profesor de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins, el Dr. Marty Makary, ha declarado : “Existe una amplia evidencia científica de que la inmunidad natural es eficaz y duradera, y los líderes de salud pública deberían prestarle atención”. Estima que más del 40% de los estadounidenses ya tienen inmunidades naturales.
Pero Fauci y los CDC han respondido que la inmunidad natural está muy bien, pero que recibir la vacuna además de las inmunidades sería aún mejor. Por lo tanto, la orden ejecutiva de Biden y los mandatos de OSHA avanzan.
No hay lugar para concesiones. Haz lo que dicen Biden y Fauci y cállate.
Resulta que “seguir la ciencia” es ahora la víctima más importante de la cultura de cancelación, como señalé en ” Viral Vax Blackout de Big Tech “.
Quizás un factor de conflicto de intereses que motiva el mandato del Gran Gobernador es que, a diferencia de los cientos de miles de millones en ganancias de las vacunas COVID, ¡la inmunidad natural es gratuita! Pero no dejes que se escape, o de lo contrario los supresores de la Primera Enmienda prohibirán la mera mención de la “inmunidad natural” .
Mientras tanto, la posición de Fauci sigue siendo la siguiente: “Llega un momento en el que tienes que renunciar a lo que consideras tu derecho individual de tomar tus propias decisiones por el bien de la sociedad”.
Al final, no permitir las exenciones de inmunidad natural no se trata de “la ciencia”. Se trata del poder estatista, lo que impulsa a Biden y sus cuadros de izquierda. Biden y Fauci están tan lejos de sus fechas de vencimiento que, de hecho, son hombres muertos que caminan y no les importa. Las consecuencias de sus acciones no tendrán ningún efecto sobre ellos.
Entonces, ¿qué sigue en el frente de batalla del mandato? Biden ha dado instrucciones a los estados para que se preparen para vacunar a los niños pequeños , que prácticamente no tienen riesgo de contraer enfermedades graves por el virus.
(*) Columnista
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