La primera víctima fue el joven jugador croata, Marín Cacic, 23 años, quien murió en el hospital donde estuvo en coma inducido tres días después de desmayarse en el estadio mientras disputaba el Torneo de Navidad en su municipio natal, Gospic.
De acuerdo al medio local Sportske Novosti, en medio del juego Cacic dijo sentirse mal y abandonó la cancha.El joven se dirigió al banquillo y allí colapsó. Una ambulancia lo recogió de inmediato.
En el hospital de Gospic lo resucitaron y luego fue trasladado al Hospital Clínico de Rijeka -la tercera ciudad más grande de Croacia después de Zagreb y Split- donde falleció . Se estableció que fue a causa de un infarto.
“Marín había estado sano hasta ahora, y examinado regularmente , antes llegó a jugar en Italia y Eslovaquia” dijo Stipe Cacic, padre del desafortunado deportista y secretario de la Asociación de Fútbol del condado Lika-Senj.
Un día después el futbolista omaní Mukhaled Al-Raqadi, de 29 años, murió de un ataque al corazón. Se derrumbó en el calentamiento previo al partido entre los clubes Muscat y Al-Suwaiq .
Ambos equipos se peparaban para la sexta fecha del campeonato nacional de Omán.
Ambos necesitaban una victoria para alejarse del fondo de la clasificación, y esa tensión esperada se convertiría en una tragedia inusitada.
Al-Raqadi, jugador de Muscat y sus compañeros calentaban para el partido, pero sorpresivamente el jugador cayó al césped. De acuerdo a la prensa de Omán, dado que las temperaturas en ese país en estos días están por encima de los 28 grados centígrados, muchos pensaron inicialmente que el desmayo fue por el intenso calor.
Pronto fue trasladado al hospital, pero lamentablemente, unas horas después, se conoció la noticia de su muerte por un ataque cardíaco. Ya antes, y sin saber el desenlace, el árbitro principal había suspendido el partido.
Casi en ese lapso fallecía Ahmed Amin, portero del club Al-Rabat y Al-Anwar Al-Masry, de la tercera división egipcia, tras sufrir un desmayo repentino luego del entrenamiento de su equipo.
De acuerdo a la edición digital en inglés del “Middle East.in-24″, y según Ahmed Abdel Aziz, director técnico del equipo, Amin terminó la sesión de entrenamiento y en el vestuario se desplomó. El médico intentó infructuosamente de reanimarlo y se llamó a una ambulancia. En el hospital más cercano los médicos se esforzaron por revivirlo pero murió de un infarto.
La muerte de Amin se produjo pocas horas después de la muerte de Al-Raqadi,
El sábado último falleció el futbolista argelino Sofiane Loukar (en la imagen) poco después chocar con el portero de su equipo.
Mientras intentaba cortar la trayectoria de un balón aéreo el defensor Loukar, 30 años, fue golpeado por su portero que también salió a despejar la pelota. Se interrumpió el partido, el médico deportivo atendió al jugador sobre el césped, normalmente; Loukar se repuso y el juego pudo reanudarse como si nada hubiera pasado.
“Pero nueve minutos después, en el minuto 35, Loukar volvió a colapsar, esta vez sólo, en el poste cercano”, describe el medio argelino “Liberté”. Rápidamente fue atendido por el personal médico. El defensor mostraba signos de falta de aire y balbuceaba unas palabras. Intentos de reanimación, masaje cardíaco, nada ayudó. Murió durante el trayecto entre el estadio y el hospital.
Informados durante el tiempo de descanso, los jugadores de ambos clubes decidieron no regresar al terreno. El equipo de Loukar ganaba 1-0. ‘Su historial médico era muy bueno” repetía su entrenador.
Loukar fue el cuarto futbolista muerto por la misma causa en una semana. Apenas unos días atrás había contraído matrimonio.
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