El fallo del alto tribunal, donde los conservadores son mayoría, señala que la Constitución "no otorga" este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto a los representantes electos de los estados.
El fallo del Tribunal Supremo no sólo facilitará que casi la mitad de los estados de EEUU elimine o limite el acceso a la interrupción del embarazo, sino que es también uno de los primeros y quizá más significativos cambios legislativos forzados por una Corte Suprema controlada por jueces conservadores, legado en parte del expresidente Donald Trump. Solo tres jueces han votado en contra.
La mayoría de los nueve magistrados respaldaba la anulación del precedente legal establecido por el caso Roe vs. Wade, que legaliza el aborto en todo el país. "Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos", dice literalmente el fallo redactado por el juez Samuel Alito en una frase que ya recogía también su borrador, filtrado a los medios en mayo.
Para los jueces que han votado a favor de la eliminación del precedente Roe vs. Wade, consideran que el aborto no está apoyado tampoco por la "historia o la tradición" estadounidenses. Según el fallo, "Roe versus Wade" fue "ofensivamente incorrecto" y "chocaba" con la Constitución.
La consecuencia inmediata del fin de Roe vs. Wade es el fin de la obligación para los estados de EEUU de garantizar el derecho al aborto de sus ciudadanos, lo que permitiría a las entidades aprobar legislación para prohibir o limitar a su antojo la interrupción del embarazo.
Apenas unos minutos después de la publicación del fallo, el fiscal general de Misuri, Eric Schmitt, activó la ley 'trigger', poniendo fin al derecho al aborto de manera efectiva en el estado, con la excepción de emergencias médicas. Según Schmitt, Misuri sería el primer estado en activar esa 'trigger law' tras la publicación del fallo del Supremo. Poco después, los estados de Kentucky, Luisiana y Dakota del Sur han prohibido la interrupción del embarazo este mismo viernes.
La suspensión de Roe vs. Wade gracias a la mayoría de jueces conservadores (que en parte por circunstancias de la vida, y en parte por los errores demócratas, el anterior presidente, Donald Trump, tuvo la oportunidad de nombrar tres de los nueve jueces del Supremo) hace temer que se produzcan decisiones similares sobre otros derechos obtenidos. Ahora es el aborto, pero esta mayoría de seis jueces conservadores contra tres progresistas podría inclinar la legislación hacia la derecha.
El juez Clarence Thomas, nominado por George W. Bush a la Corte Suprema, ha emitido un voto particular concurrente en el que pide además revisar otras sentencias como Griswold (que protege el derecho a la anticoncepción), Lawrence (las relaciones entre personas del mismo sexo) y Obergefell (el matrimonio homosexual). "Tenemos el deber de 'corregir el error' establecido en esos precedentes", afirma Thomas en su escrito.
En Michigan, la gobernadora Gretchen Whitmer ha recurrido a los tribunales para evitar que una ley de 1931 -es decir, anterior al precedente de "Roe"- prohíba el derecho al aborto tras la decisión del Supremo. Whitmer calificó de "devastadora" la derogación de "Roe contra Wade" y dijo que seguirá luchando en los tribunales para evitar que la ley de 1931 entré en vigor.
Tres estados de EEUU prohíben el aborto, otros 23 lo podrían hacer pronto
Kentucky, Luisiana y Dakota del Sur han prohibido la interrupción del embarazo este mismo viernes nada más conocerse la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de anular la protección del derecho al aborto vigente desde 1973 mientras otros 23 estados lo podrían hacer en el corto plazo.
Los tres estados habían aprobado con anterioridad estas leyes prohibiendo al aborto que han entrado en vigor tan pronto se ha hecho pública la decisión del Tribunal Supremo, según el Instituto Guttmacher, dedicado a la investigación de derechos reproductivos. Otros 23 estados podrían poner en vigor con rapidez la prohibición al aborto.
Los estados de Arkansas, Idaho, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming han aprobado leyes prohibiendo el aborto que entrarán en vigor tras la sentencia del Supremo.
En el caso de Idaho, Tennnessee y Texas la prohibición a la interrupción del embarazo no entrará en vigor hasta dentro de 30 días, según los datos del Instituto Guttmacher. Otros estados, como Arizona, Georgia, Iowa, o Michigan, tienen restricciones preparadas que ahora podrían entrar en vigor.
En estos momentos, solo 16 estados (California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawái,Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, Nueva York, Oregon, Vermont, Rhode Island y Washington), así como el Distrito de Columbia, han adoptado leyes que refuerzan la protección del derecho al aborto.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, reaccionó en Twitter tan pronto como se conoció el fallo que revoca la sentencia "Roe versus Wade" que en 1973 legalizó la interrupción del aborto en todo Estados Unidos. Abbott afirmó que "Texas es un estado en favor de la vida" y que siempre luchará "para salvar todos los niños de la devastación del aborto".
El gobernador de Texas valoró como correcta la decisión del Tribunal Supremo que permite a cada estado decidir sobre el aborto.
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