VALENCIA.- El invierno 2024-2025 en la Comunitat Valenciana ha sido "muy cálido y
seco", con pocas precipitaciones, que son un 55 por ciento inferiores a
la del promedio climático de 1991 a 2020, y sin ninguna ola de frío.
Así lo ha detallado este viernes en rueda de prensa el delegado de la
Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana,
Jorge Tamayo, en la que ha estado acompañado por el jefe de Climatología
de la Aemet en la Comunitat, José Ángel Núñez.
Los meses de
diciembre, enero y febrero han sido cálidos, manteniendo la tendencia de
los últimos años, aunque no tanto como en 2023 --que fue el más cálido
desde que hay registros--; y secos, con "menos lluvia de lo habitual".
Así, el de 2024 es el octavo invierno más cálido y el decimocuarto más
seco desde 1950.
La temperatura media durante el invierno ha
sido de 9,8ºC, lo que es 1,2º superior a la del promedio normal. De
hecho, se han producido cinco destacados picos cálidos y no ha habido
ninguna ola de frío, aunque sí hay "un par de episodios ligeramente
fríos" y otro ya fuera del trimestre invernal.
Por ejemplo, en
diciembre hubo dos picos cálidos "muy destacados". El día 6, en el
observatorio de Alicante se registró una máxima de 26,6º, por lo que se
igualó el registro del 16 de diciembre de 1981, que es "el máximo de
este observatorio en un mes de diciembre"; y en València se registró una
máxima de 25,8º, el segundo valor más alto en diciembre. El segundo
pico cálido se produjo durante los días 18 y 19.
En cuanto a
los episodios fríos, el 11 de diciembre se registró, junto con el 12 de
enero, el día más frío del año 2024. Entre los días 13 y 20 de enero fue
"la semana más fría desde marzo de 2023", aunque "no puede catalogarse
como ola de frío ni las temperaturas fueron extremas". Las temperaturas
más bajas del trimestre se registraron el día 15 de enero, con -9,6º en
Villena, -9,2º en Ademuz, -8º en Sant Mateu y -7,8º en Fontanars dels
Alforins y Jalance.
Por su parte, febrero comenzó y acabó con
temperaturas "inferiores al promedio normal", pero entre los días 9 y
25 hubo un largo episodio cálido. Fuera del trimestre invernal, el
ambiente relativamente frío de final de febrero se prolongó la primera
decena de marzo a causa del temporal invernal de lluvias.
En
cuanto a las lluvias, la precipitación media en invierno ha sido de 55,7
litros por metro cuadrado (l/m2), lo que es un 55% inferior que la del
promedio climático del periodo 1991-2020 (125,1 l/m2) y, globalmente,
califican al trimestre como seco.
En concreto, el invierno ha
sido muy seco en la provincia de Castellón, con un déficit medio
provincial del 74%; y seco en Valencia y Alicante, con un déficit del 49
y 46%, respectivamente. Las mayores cantidades de lluvia se han
registrado en Barx, con 290 litros, y Alzira, con 278; mientras que por
debajo de 10 l/m2 se han situado municipios como Elda, Petrel o
Montanejos.
En relación al
año hidrológico --que va del 1 de octubre al 30 de septiembre--, hasta
el momento es un año "muy húmedo" y con un 60% más de precipitación que
la del promedio normal. Al respecto, se han acumulado 424 l/m2, cuando
habitualmente se sitúan en 262,3 l/m2.
No obstante, ha habido
un reparto "muy desigual" de las precipitaciones, ya que en gran parte
de la provincia de Alicante y del litoral de la de Valencia el semestre
presenta déficit pluviométrico; mientras que en la provincia de
Castellón y el interior de Valencia hay superávit.
Las
precipitaciones se han concentrado en dos episodios destacados: la
trágica dana del 29 de octubre, que "sobresale muy por encima" del
resto, y las lluvias del mes de marzo, en el que "más que la intensidad,
la característica está siendo la persistencia".
Estos dos periodos
hacen que las lluvias estén "por encima de lo normal". Se trata de
episodios de precipitaciones "muy concentradas", a los que siguen
periodos "muy largos donde llueve muy poco".
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