VALENCIA.- Cerca de 150 ciudadanos, muchos de ellos extranjeros llegados desde municipios costeros de Alicante, se manifestaron el sábado por el centro de Valencia para exigir una moratoria urbanística y la modificación de la Ley Urbanística Valenciana (LUV), con el fin de frenar los «abusos» en la Comunidad.
Bajo el lema Somos ciudadanos, no súbditos. Basta de alcaldadas, los participantes se concentraron en la plaza Rodrigo Botet, convocados por la asociación Abusos Urbanísticos No y ataviados con camisetas que señalaban Stop LRAV/LUV, en referencia a las leyes que han regido el urbanismo valenciano en los últimos años.
Los manifestantes, llegados desde poblaciones como Benissa y Calpe (Alicante), Náquera (Valencia) o Castellón, marcharon hasta la sede de las Cortes, donde leyeron, ante sus puertas, un manifiesto, presentado después por registro de entrada, en el que denuncian «el crecimiento brutal e incontrolado de las poblaciones de la Comunidad».
El portavoz de la asociación convocante, Enrique Climent, apuntó que es la figura del agente urbanizador el principal motor que ha impulsado el desarrollo de la construcción en la Comunidad, y para frenar esos excesos proponen que esta función se profesionalice y actúe sólo cuando sea necesario. Entre otras medidas, también piden que se realicen consultas populares para cualquier proyecto que suponga un crecimiento poblacional superior al 5%, que se fomente la reforestación del suelo urbanizable y que se cree un ente valenciano de gestión del agua.
La Asociación de Afectados por el PAI de Albalat del Tarongers estuvo presente en esta marcha para denunciar un proyecto que prevé construir 4.000 viviendas y un campo de golf en 2,7 millones de metros cuadrados en las proximidades del parque natural de la Sierra Calderona.- (EFE)
Bajo el lema Somos ciudadanos, no súbditos. Basta de alcaldadas, los participantes se concentraron en la plaza Rodrigo Botet, convocados por la asociación Abusos Urbanísticos No y ataviados con camisetas que señalaban Stop LRAV/LUV, en referencia a las leyes que han regido el urbanismo valenciano en los últimos años.
Los manifestantes, llegados desde poblaciones como Benissa y Calpe (Alicante), Náquera (Valencia) o Castellón, marcharon hasta la sede de las Cortes, donde leyeron, ante sus puertas, un manifiesto, presentado después por registro de entrada, en el que denuncian «el crecimiento brutal e incontrolado de las poblaciones de la Comunidad».
El portavoz de la asociación convocante, Enrique Climent, apuntó que es la figura del agente urbanizador el principal motor que ha impulsado el desarrollo de la construcción en la Comunidad, y para frenar esos excesos proponen que esta función se profesionalice y actúe sólo cuando sea necesario. Entre otras medidas, también piden que se realicen consultas populares para cualquier proyecto que suponga un crecimiento poblacional superior al 5%, que se fomente la reforestación del suelo urbanizable y que se cree un ente valenciano de gestión del agua.
La Asociación de Afectados por el PAI de Albalat del Tarongers estuvo presente en esta marcha para denunciar un proyecto que prevé construir 4.000 viviendas y un campo de golf en 2,7 millones de metros cuadrados en las proximidades del parque natural de la Sierra Calderona.- (EFE)
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