VALENCIA.- Comprar una vivienda ya no es un negocio, los precios no suben tanto como antes y el mercado inmobiliario se está frenando. Ahora son los notarios los que han detectado este descenso en la cifra de operaciones de compraventa de viviendas.
Según un estudio elaborado por el Colegio Notarial, la Comunidad Valenciana ha registrado en un año una bajada del 5,7% en este tipo de transacciones. Es decir, si en 2005 se firmaron 241.082 operaciones de compraventa de inmuebles, el pasado año fueron 227.432. Sin embargo, según el decano de los notarios de Valencia, Joaquín Borrell, ha sido en el primer trimestre de 2007 cuando ha habido un descenso mucho más importante en el número de transacciones inmobiliarias. “Las diferencias en los dos últimos años habían sido mínimas y podía tratarse de fluctuaciones del mercado. En los primeros tres meses de este año el descenso está cerca del 15%”, afirmó Borrell.
En la provincia de Alicante el freno del mercado inmobiliario se ha dejado notar más en el último año. En 2005 se firmaron algo más de 100.000 compraventas de vivienda, mientras que un año después ha descendido a 93.000, más de un 7%. En Valencia se contabilizaron 6.139 operaciones menos, con una bajada porcentual del 5,7%.
Las operaciones inmobiliarias continúan siendo sin embargo el asunto por el que más se acude al notario. Pero, según Borrell, la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo ha sido el origen del descenso en el número de operaciones. “Aunque todavía no tenemos los datos definitivos, sí que hemos detectado una bajada considerable en la compraventa de viviendas durante los primeros meses del año”, asegura Borrell.
Los notarios valencianos son los testigos directos de cualquier operación inmobiliaria que se realiza en la Comunidad Valenciana. Por ello, sus cifras son un indicador de la situación del mercado de la vivienda. En las notarías se ratifican además los créditos hipotecarios, que también se han modificado en los últimos tiempos. “En tres años las hipotecas se han alargado una década”, confirmó el decano.
En 2004, la duración media de un crédito oscilaba entre 20 y 25 años. Este año se sitúa alrededor de los 35, e incluso ya son habituales, según Borrell, las hipotecas a 40 años. Pagar menos cada mes obliga a alargar la vida de un crédito. Pero a pesar de que los bancos y cajas de ahorro tienen en las hipotecas su mayor fuente de ingresos, desde el Colegio Notarial ya han detectado un endurecimiento de las condiciones para frenar la morosidad. “La subida de tipos de interés ha moderado además la concesión de hipotecas”. Las entidades financieras buscan una seguridad mayor.
Y es que el euribor, la referencia usada en el 98% de las hipotecas que se firman en España, continúa su escalada iniciada en junio de 2005. En mayo, el indicador se situó en el 4,373%, su máximo nivel en seis años tras el que fue su vigésimo repunte mensual consecutivo. El alza obligará a quienes tengan un crédito a pagar 1.038 euros más anualmente.
Todos los agentes implicados en el sector inmobiliario habían detectado ya la desaceleración del mercado de la vivienda. Incrementos menores en los precios, mayores plazos a la hora de vender un piso y descenso en el número de viviendas construidas son los tres factores principales que ya se habían revelado.
Ahora los notarios advierten de que este año la compraventa de inmuebles está bajando de forma considerable, mientras que los precios se mantienen prácticamente estables. “Estamos bastante cerca del crecimiento 0 con respecto al mismo trimestre de 2006”, constató el decano de los notarios.
Fueron los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria los primeros que detectaron hace sólo unas semanas que los propietarios de viviendas de segunda mano en venta comenzaban a bajar el precio inicial. Desde el Colegio de Agentes ya habían advertido de que el mercado inmobiliario comenzaba a saturarse –hay una demanda de 500.000 viviendas mientras que la oferta alcanza las 800.000–, afirmación que secundan ahora los notarios.
Joaquín Borrell cree que el mercado extranjero que adquiere segunda residencia en la costa “es el que menos está notando la subida de tipos de interés porque firma sus créditos en su país de origen”. Son por el contrario, “los inmigrantes, quienes han detectado un endurecimiento de las condiciones de los créditos”, según el decano del Colegio Notarial.
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