VALENCIA.- La dimisión de Francisco Camps como presidente de la Generalitat valenciana por su imputación en el ‘caso de los trajes’, con la pertinente pérdida de influencia en el partido, ha resucitado la lucha de poder en el seno del PP autonómico que se encontraba dormida para evitar cualquier consecuencia negativa en la cita en las urnas del pasado 22 de mayo. Así, destacados dirigentes como el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, han arremetido contra Génova por darle la espalda a la hora de elegir a Alberto Fabra como el sustituto de Camps, según publica 'El Boletín'.
El ascenso del alcalde de Castellón como nuevo jefe del Ejecutivo autonómico ha desatado una tormenta en el seno del PP. El secretismo con el que Mariano Rajoy y Francisco Camps han acordado la llegada del conocido como el ‘otro’ Fabra sin consensuarlo con el resto de líderes provinciales no ha gustado a ‘pesos pesados’ del partido en la región. Así, el referente del partido en la provincia de Valencia, Alfonso Rus, no ha tardado en abrir un nuevo frente con sus ‘jefes’, tanto en el PPCV como en la dirección nacional.
En medio de las felicitaciones que desde toda España los populares enviaban a Fabra por este nombramiento, a Camps por su “sacrificio” y a Rajoy por lograr imponer su criterio, Rus no escondía su disgusto por haberse enterado, “como Felipe González”, de la dimisión de Camps, y su sustitución por el alcalde de Castellón, “por la prensa”.
“Creo que se hubiera tenido que hacer de otra forma”, aseguraba el presidente de la Diputación de Valencia visiblemente afectado. A pesar de esto, hacía un intento por no evidenciar sus verdaderos pensamientos y señalaba que “se ha hecho así y bien hecho está; no tengo nada que decir de ese tema”.
Además de las formas con las que Rajoy y Camps han llevado este asunto sin dar cuentas a nadie más no es el único punto que siembra la polémica en las filas del PPCV, sino también la figura de Fabra. El entorno de Rus recuerda que el alcalde de Castellón representa a los populares de esta provincia que apenas suponen el 15% del partido en toda la región, por lo que su capacidad de imponer su criterio al resto puede ser bastante limitado.
Al conflicto resucitado por Rus se puede unir el protagonizado por los zaplanistas las semanas antes de las elecciones autonómicas del 22 de mayo que provocó una importante división en el partido con la salida de un gran número de dirigentes para encabezar candidaturas de partidos diferentes al PP con el referente de Francisco Álvarez Cascos.
El ascenso del alcalde de Castellón como nuevo jefe del Ejecutivo autonómico ha desatado una tormenta en el seno del PP. El secretismo con el que Mariano Rajoy y Francisco Camps han acordado la llegada del conocido como el ‘otro’ Fabra sin consensuarlo con el resto de líderes provinciales no ha gustado a ‘pesos pesados’ del partido en la región. Así, el referente del partido en la provincia de Valencia, Alfonso Rus, no ha tardado en abrir un nuevo frente con sus ‘jefes’, tanto en el PPCV como en la dirección nacional.
En medio de las felicitaciones que desde toda España los populares enviaban a Fabra por este nombramiento, a Camps por su “sacrificio” y a Rajoy por lograr imponer su criterio, Rus no escondía su disgusto por haberse enterado, “como Felipe González”, de la dimisión de Camps, y su sustitución por el alcalde de Castellón, “por la prensa”.
“Creo que se hubiera tenido que hacer de otra forma”, aseguraba el presidente de la Diputación de Valencia visiblemente afectado. A pesar de esto, hacía un intento por no evidenciar sus verdaderos pensamientos y señalaba que “se ha hecho así y bien hecho está; no tengo nada que decir de ese tema”.
Además de las formas con las que Rajoy y Camps han llevado este asunto sin dar cuentas a nadie más no es el único punto que siembra la polémica en las filas del PPCV, sino también la figura de Fabra. El entorno de Rus recuerda que el alcalde de Castellón representa a los populares de esta provincia que apenas suponen el 15% del partido en toda la región, por lo que su capacidad de imponer su criterio al resto puede ser bastante limitado.
Al conflicto resucitado por Rus se puede unir el protagonizado por los zaplanistas las semanas antes de las elecciones autonómicas del 22 de mayo que provocó una importante división en el partido con la salida de un gran número de dirigentes para encabezar candidaturas de partidos diferentes al PP con el referente de Francisco Álvarez Cascos.
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