MADRID.- El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Banco de España, prevé ingresar este año 700 millones de euros procedentes de los intereses derivados de la compra de participaciones en entidades financieras, según figura en una presentación a inversores.
El organismo, creado por el Gobierno en 2009 para gestionar los procesos de reestructuración de entidades de crédito ante el exceso de capacidad instalada en España y contribuir a reforzar su solvencia, cobra intereses que oscilan desde el 7% al 12,5% por los recursos que presta. En 2010 ingresó 145 millones por este concepto.
En la actualidad, el FROB tiene comprometidos fondos por 17.600 millones de euros, de los que 9.700 millones de euros corresponden a la compra de participaciones preferentes en los procesos de integración de cajas, y otros 400 millones a Cajasur, intervenida por el Banco de España y adjudicada a la BBK.
El FROB ha destinado a la recapitalización de las cajas de ahorros otros 7.551 millones de euros, entre los que se incluyen 2.800 millones dedicados a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), también intervenida por el Banco de España y ahora en proceso de venta.
El resto de recursos se reparten entre tres entidades recientemente nacionalizadas: Novacaixagalicia (2.465 millones), Catalunyacaixa (1.718 millones) y Unnim (568 millones), en las que el Estado controla más del 90% del capital y puede permanecer en su accionariado hasta cinco años.
Según figura en la presentación, el FROB sostiene que dispone de suficientes fondos para afrontar los procesos de reestructuración y recapitalización financiera en España, y cifra sus recursos en 18.400 millones. De esta forma, si se restan los 17.600 millones comprometidos, el FROB cuenta con un remanente de 800 millones disponibles.
El FROB culminó este jueves su carta emisión de deuda, por 1.400 millones de euros, y este viernes el Gobierno ha aprobado la fusión de los tres fondos de garantía de depósitos, de bancos, cajas y cooperativas, en uno solo (FGD) con el fin de asumir eventuales pérdidas derivadas en el proceso de reestructuración.
La intención del Gobierno es que una vez acometida la recapitalización del sector financiero las posibles pérdidas futuras que pudieran aparecer en el proceso de reestructuración ni se trasladen al contribuyente ni aumenten el déficit.
A partir de ahora, el FGD, que se nutrirá de las aportaciones de las entidades financieras, va a proveer al FROB ante las pérdidas netas potenciales que puedan acontecer en el proceso de reestructuración, como pudiera ser el caso de la CAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario