ALICANTE.- El Banco Sabadell suelta lastre. La entidad que preside Josep Oliu acaba de cerrar un acuerdo con el fondo noruego Axactor para colocarle un paquete de 900 millones de euros en créditos hipotecarios impagados
que la entidad heredó de la CAM. Es decir, se trata de deudas
pendientes tras la ejecución hipotecaria, de difícil recuperación.
Precisamente, Axactor es un fondo especializado en perseguir impagados, según fuentes conocedoras de la operación, recogidas por Alicante Plaza.
Si
bien el valor nominal de los créditos heredados de la extinta caja
murciano-alicantina es de 900 millones, el importe por el que se ha cerrado la
operación se sitúa muy por debajo, dado que en este tipo de operaciones
suelen aplicarse grandes rebajas en el precio (las 'colas' de los
impagos tras las ejecuciones se provisionan por las entidades).
En este
sentido, dado que todos los créditos del paquete (denominado Proyecto Galerna)
son herencia de la CAM, están cubiertos por el Esquema de Protección de
Activos (EPA) del Fondo de Garantía de Depósitos. Es decir, que el
Sabadell tiene cubiertas el 80% de las pérdidas que le haya ocasionado
la operación.
La oferta de Axactor por el paquete de fallidos de la antigua caja murciano-alicantina se ha impuesto a otras que habían llegado desde Lindorff o Kruk
(curiosamente, todos fondos nórdicos), según las mismas fuentes.
La
entidad ahora con sede en Alicante, a diferencia de lo que ha hecho
CaixaBank en la venta de Servihabitat al fondo Lone Star, saca a la
venta sus paquetes en procesos de concurrencia competitiva, en los que
escucha varias ofertas. En este caso, el proceso ha sido asesorado por KPMG.
La venta del Proyecto Galerna
es el primer paso del proceso de desinversión diseñado por el Banco
Sabadell para deshacerse de cerca de 11.000 millones en activos tóxicos
con cuatro paquetes, cuya adjudicación a fondos de inversión espera
tener cerrada durante el mes de julio, puesto que ya se ha cerrado el
plazo de recepción de ofertas.
Tres de estos paquetes, el Makalu (2.400
millones en préstamos promotor y pyme con garantía), el
Coliseum (2.500 millones en activos adjudicados) y el ya citado Galerna,
incluyen activos de la CAM afectados por el EPA. Con su venta, el banco
que preside Oliu prácticamente se quitará de encima la 'herencia' de la caja murciano-alicantina.
Al
margen de los tres proyectos con EPA, Sabadell tiene a la venta un
cuarto, el Proyecto Challenger, formado por 5.000 millones en activos
adjudicados al Banco Sabadell, y por tanto no cubierto por el Fondo de
Garantía de Depósitos.
El presidente de la entidad avanzó en un encuentro con la prensa antes de la junta de accionistas de abril
que su entidad valoraba acelerar el ritmo de desinversión en el
'ladrillo', vista la apetencia de los fondos por este tipo de activos
ante la expectativa de que los precios suban a corto plazo en España. No
obstante, las garantías para los activos tóxicos cadudan en 2021, por
lo que Sabadell puede estar liquidando hasta el final del plazo.
Como publicó entonces este diario, en 2018 se ha pasado una factura de 1.300 millones de
euros al FROB por las ventas a pérdidas realizadas durante el ejercicio
anterior. En 2017, la factura (por las ventas de 2016) fue de 900
millones, según las mismas fuentes.
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