MADRID.- Los agricultores de la UE tendrán que reducir el uso de productos fitosanitarios y de fertilizantes en sus parcelas si quieren seguir cobrando una parte de las ayudas de la PAC en el futuro. Los ganaderos, por su parte, deberán afrontar más exigencias en materia de bienestar animal y, al mismo tiempo, bajar el uso de antibióticos para sus animales, recuerda hoy La Razón.
Por otro lado, en 2030, al menos el 25% de las tierras destinadas a usos agrícolas de la UE deberán dedicarse a la agricultura ecológica.
Estas son algunas de las medidas que se incluyen en las llamada
estrategias «de la granja a la mesa» y sobre la biodiversidad horizonte
2030, que presentará la Comisión Europea este miércoles, salvo que se
produzca algún cambio de última hora.
Estos
dos instrumentos que afectan de lleno al sector agrario comunitario y
que hipotecarán la negociación de la próxima PAC, son dos de los
elementos más importantes del llamado Pacto Verde Europeo, que es la
espina dorsal de la actuación de la Comisión Europea durante su mandato.
La urgencia climática es una prioridad
El
vicepresidente de esta última y hombre fuerte de la misma, el holandés
Frans Timmermans, adelantó parte de estas medidas hace dos semanas en
una intervención ante miembros del Parlamento Europeo. En ese momento,
los porcentajes de recortes en el uso de fertilizantes, productos
fitosanitarios y antibióticos todavía no se habían fijado.
En
su declaración, el comisario holandés, que es el responsable de la
nueva política verde de la UE, dijo que «en el momento de relanzar la
economía europea sería un error inyectar dinero en una economía del
siglo XX, hay que invertir en la del siglo XXI porque a pesar de
la pandemia de Covid-19, la urgencia climática sigue siendo una
prioridad». Se trata de un claro aviso a navegantes, en este caso
agricultores y ganaderos.
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