VIENA.- El cardenal alemán Gerhard Müller, de 73 años, asegura que el judío George Soros y Bill Gates
vieron en el COVID-19 una oportunidad para “poner a la gente en fila” y
así “avanzar en su agenda”. El cardenal Müller es juez del más alto tribunal eclesiástico, la Signatura Apostólica.
Müller, durante 16 años fue profesor de teología dogmática en la Universidad Ludwig-Maxilian de Múnich, ha dicho en una entrevista con el Instituto San Bonifacio de
Austria que la pandemia de Covid-19 ha causado "caos" y "confusión"
derivados no sólo de la "falta de conocimiento" sobre la
transmisibilidad y el peligro del virus en sí, sino de la voluntad de
los súper ricos de "aprovechar la oportunidad para atraer a la gente".
Una acusación contra los multimillonarios George Soros y Bill Gates salió de boca de este alto representante de la Iglesia católica a propósito de la pandemia por el COVID-19, ante las presuntas intenciones de los magnates de aprovechar el virus y establecer el «control total» y un “estado de vigilancia” global.
El señalamiento vino del cardenal alemán, conocido por haberse desempeñado como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el guardián supremo de la doctrina católica pura, y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica, por trabajar mano a mano con el papa Francisco, aunque la relación entre el pontífice progresista y el cardenal conservador dista de ser cordial.
Los llamó la «élite financiera». La cual junto a Klaus Schwab, presidente del Foro Económico de Davos, se está aprovechando de la crisis del COVID-19 para «avanzar en su agenda», de acuerdo con las palabras de Müller.
San Bonifacio publicó
un vídeo que muestra una pequeña parte de la entrevista, y el cardenal
ha confirmado posteriormente a la agencia de noticias alemana DPA que la grabación es auténtica.
"La gente que se sienta en el trono de su riqueza" ve una "oportunidad para impulsar su agenda", dijo el cardenal.
El
cardenal acusó entonces a las élites financieras mundiales de intentar
dar a luz a "un nuevo hombre" creado "a su imagen y semejanza",
añadiendo que no desearía ese destino para sí mismo.
Estas declaraciones han generado polémica en los medios, que acusan al clérigo de caer en teorías conspirativas, porque su discurso incluye conceptos como "élites financieras" y "control total".
El Vaticano no se ha pronunciado sobre el tema, mientras que Müller asegura que no ve nada erróneo en su posición.
Müller ya había firmado un manifiesto del Arzobispado contra las restricciones del coronavirus a principios de 2020, que incluía narraciones de teorías conspirativas. Se habló del "preludio de la creación de un gobierno mundial fuera de todo control".
También fue el encargado de la publicación de todas las obras (la llamada Opera Omnia, de 16 volúmenes) de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI en alemán.
El 2 de julio de 2012 fue nombrado por Benedicto XVI prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica.
Fue creado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 22 de febrero de 2014.
El 1 de julio de 2017 fue relevado por el papa Francisco al frente de todos esos cargos.
Müller todavía vive en el piso donde su predecesor en el cargo, Joseph Ratzinger, vivía antes de convertirse en el Papa Benedicto XVI. Está a pocos pasos de la Plaza de San Pedro.
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