Si bien ha puntualizado que "la mayoría de los casos no revierten gravedad", el sindicato ha denunciado en un comunicado que los trabajos para "confirmar, descartar, hacer seguimiento y estudio de contactos" impiden que "se pueda desarrollar con normalidad la actividad habitual e imprescindible de los centros de salud".

En ese contexto, considera que "el problema actual de saturación asistencial, que sucede en un contexto de agotamiento crónico", evidencia "la necesidad de cambio radical en la estructura, recursos y financiación de la Atención Primaria".

"El grito de libertad de algunos provoca sufrimiento, enfermedad y, además, pisotea a unos profesionales que se han jugado la vida y su salud física y mental en ayudar a las personas de su comunidad, durante meses y meses. Los ciudadanos están cansados, los hosteleros y las fuerzas económicas reclaman sus derechos, pero parece que nadie piensa en los sanitarios y sanitarias", ha recriminado Simap.

La organización ha asegurado que "el personal sanitario seguirá trabajando y cuidando a las personas, sin pedir nada más que unas condiciones humanas para hacer su trabajo".

Ha relatado que, "en las últimas semanas, la situación en los centros de salud ha ido empeorando, otra vez, sin que haya trascendido la situación de Atención Primaria".

 "Se menciona los niveles de hospitalización y de ingresos en UCI, pero no se tiene en cuenta la sobrecarga de la Atención Primaria y sus consecuencias en la asistencia sanitaria, que ha sufrido más allá de lo razonable y persiste, semana tras semana, con un grave deterioro, en las tareas diagnósticas, terapéuticas y preventivas", ha expuesto.

En concreto, Simap ha explicado que las consultas de Atención Primaria y las de continuada "están totalmente desbordadas, con atención de más de 50 pacientes diarios y más de 80 en horario de 15 a 21 horas en Atención Continuada". 

"Se ha alcanzado 200 seguimientos de paciente COVID en centros concretos, incluso más", ha precisado.

También ha puesto el foco en la "demanda y consultas masivas de personas que va al centro a que se le gestione el pasaporte COVID, incluyendo extranjeros cuya vacunación se realizó en el país de origen".

Igualmente, se ha denunciado la "demora de un mes en la citación" y el "retraso de consultas de crónicos, y en todas las actividades de prevención, cribado y planes de contingencia de mejora de la asistencia".

Además, el sindicato ha criticado la "retirada de muchos técnicos documentalistas (rastreadores), por lo que sus funciones la tienen que asumir el equipo", una situación que se suma al "incremento del personal sanitario de baja por contagio o contacto". 

"En algunos casos se cubren, pero en la mayoría persiste muchos problemas para cubrir las bajas y los días de vacaciones", ha asegurado.

Asimismo, según describe Simap, el personal de enfermería está inmerso en labores de vacunación COVID y gripe, PCR y test de antígenos, aparte de las tareas habituales, por lo que "el personal auxiliar administrativo y celadores se ven obligados a asumir más funciones que no les corresponden por su nombramiento con un aumento importante de sus cargas de trabajo sin ningún tipo de visualización ni reconocimiento".

Finalmente, la organización sindical ha denunciado la "extenuación, agotamiento y repercusión emocional" del personal sanitario, con casos de "insomnio y ansiedad" por los que solicitan información para atención psicológica", y ha advertido que "el deterioro se irá incrementando en los próximos años por el envejecimiento de las plantillas, sobre todo en los médicos y médicas de familia".