Entre otras cosas, van a tener prohibido reunirse con más de dos personas a la vez de fuera de su núcleo familiar. Los políticos han confirmado también que la vacunación será obligatoria, previsiblemente en el próximo febrero, después de que la modificación legislativa sea aprobada en el Bundestag, la Cámara baja del Parlamento alemán.
La principal restricción consiste en ampliar lo que se conoce como regla 2G —de geimpft (vacunado) y genesen (recuperado)—, es decir, impedir a los no vacunados entrar en restaurantes y cafeterías, teatros, cines, y cualquier otro lugar cerrado de ocio o cultura. Esto ya se aplicaba en buena parte de Alemania porque muchos Estados federados lo han impuesto haciendo uso de sus competencias.
La novedad pactada este jueves es que también el comercio minorista no esencial se someterá a la regla 2G. Salvo establecimientos donde se vende comida y farmacias, los no vacunados no podrán entrar en ninguna otra tienda. Hasta ahora podían esquivarlo presentando un test de antígenos negativo reciente.
Las restricciones comunes decididas con los Estados son “estándares mínimos”, añadió la canciller. Los länder pueden ser todavía más estrictos y endurecerlas, añadió Merkel.
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