BERLÍN.- El nuevo canciller Olaf Scholz lamentó en el Bundestag la concentración amenazante de antivacunas portando antorchas frente a la casa de la ministra de Sanidad de Sajonia hace unos días.
Este land oriental, que tiene la tasa de vacunación más baja de toda Alemania y el mayor número de contagios de coronavirus, se ha convertido en un bastión de los negacionistas.
Scholz afirmó que la lucha contra la pandemia es la prioridad y que no tiene miedo de seguir aprobando medidas restrictivas.
“Haremos lo que
sea necesario. No hay líneas rojas para el Gobierno federal hasta que
todos hayamos recuperado nuestra vida anterior y nuestras libertades”,
añadió en referencia a la vacunación obligatoria, cuyo anuncio -deberá
aprobarse en el Parlamento- ha espoleado las protestas de estos grupos
negacionistas, autodenominados Querdenker (pensadores laterales).
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