VALENCIA.- Los edificios oficiales que albergan estructuras de gobierno suelen observarse como contenedores fríos, como epicentros de poder, sin alma, olvidando su historia y, aún más común, los tesoros que contienen. Más si se trata de palacios con centenares de años de historia, en cuyas piedras e interiores se conservan auténticas joyas de la arquitectura, la escultura o el arte, que siguen en un estado excelente a pesar de la erosión que comporta el paso del tiempo.
Es el caso del Palau de la Generalitat Valenciana, edificio que en su construcción contiene elementos góticos del siglo XV hasta renacentistas del siglo XVI, y cuyas obras comenzaron a ejecutarse en el año 1421, hace ahora 600 años.
Este monumental lugar fue la sede de la Diputación General del Reino de Valencia (1422-1707), Real Audiencia Territorial tras la Guerra de Sucesión y el Decret de Nova Planta (1751-1923), Diputación Provincial (1923-1978) y Generalitat Valenciana (1978 hasta la actualidad).
Para acercarse al contenido del Palau de la Generalitat vale la pena aproximarse al blog de Diez Arnal. Del interior del edificio se deben diferenciar tres partes fundamentales en su estructura: el cuerpo central o casa gótica, núcleo del actual palacio; el torreón de corte renacentista que recae a la plaza de la Virgen y su gemelo del lado contrario que recae a la plaza de Manises.
Del exterior, sus fachadas recaen a las siguientes calles: fachada sur a la calle Caballeros, fachada norte a la plaza de Manises, torre antigua a la Plaza de la Virgen (este) y torre moderna a la Plaza de Manises (norte), que es donde se encuentra la puerta de entrada principal o representativa al palacio.
Su presencia confronta con los otros dos emblemáticos edificios pegados a la Plaza de la Virgen: la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la Catedral de València.
El Patio Gótico y piso entresuelo es el primer lugar que el visitante encuentra al entrar por la calle Caballeros, e impresiona. Este patio está integrado por tres partes: el primer tramo se cubre con una cubierta de vigas de madera y dispone a cada lado de unas escaleras que conducen al entresuelo.
El segundo tramo es el patio propiamente dicho y queda separado del resto de las dependencias por dos grandes arcos escarzanos.
El tercer tramo sigue la misma tónica que el primero, estar cubierto con una techumbre de vigas de madera, dos escaleras a ambos lados que ascienden al entresuelo y portalón que comunica con la calle Bailía.
El maestro Pere Compte diseñó en 1482 la que sería la escalera de honor, que más tarde, en 1511, fue sustituida por la de Joan Corbera que es la que podemos ver en la actualidad. En el mismo patio, podemos admirar una chimenea en bronce titulada El infierno de Dante o la Bajada de Dante a los infiernos, obra de Mariano Benlliure de 1899 inspirada en la Divina Comedia.
En el patio Gótico se puede ver también el emblema de la Generalitat que se componía de la representación de los tres estamentos que la formaban: San Jorge, en representación del estamento militar y nobiliario, La Virgen, en representación del brazo eclesiástico y el Ángel Custodio en representación de las ciudades.
En el arranque de la escalera de honor, como señala Diez Arnal, podemos ver una escultura en bronce representando al rey Jaime I el Conquistador en posición sedente, con la espada en el regazo y un pergamino en la mano. Es obra del escultor Vicente Llorens Poy.
La planta entresuelo tiene su acceso desde el patio gótico. El cuerpo principal de la conocida como Casa Gótica y por lo tanto la parte más antigua del palacio se divide en tres estancias: Sala de Escribanía recayente a la calle Caballeros, Sala Vella recayente a la calle Bailía y entre ellas una sala central que ocupaba el Archivo.
Sala de la Escribanía recayente a la calle Caballeros tiene su entrada a través de una puerta que arranca desde una escalera situada en el zaguán nada más traspasar la puerta de la calle. Es una sala modificada en 1494 por Joan Batiste Corbera y apenas ha sufrido modificaciones con el paso del tiempo. Desde esta sala se accede a la Sala del Archivo construida al igual que la Escribanía en 1481.
El artesonado, de madera en su color natural, es el original del siglo XV y la portada de entrada fue realizada en 1492 por el propio Joan Batiste Corbera junto con el cantero Joan de Batea, con arcos mixtilíneos y alfiz. La armariada de las paredes está realizada en madera por el ebanista Gaspar Gregori hacia 1585.
La Sala Vella o Sala del Consell destaca por la policromía de su artesonado y por la portada de piedra labrada, atribuida a Pere Compte, y que sirve de acceso desde el patio gótico. La portada está formado por un arco mixtilíneo adornado por una moldura a modo de alfiz.
Los huecos que forman la moldura van adornados con figuras de angelitos portando filacterias. Arcos y moldura descansan en finas columnillas con pequeños capiteles adornados con figuras fantásticas. La construcción de esta sala está datada en torno a 1481 y ha ejercido a lo largo de la historia diversos usos. El principal es la de haber servido de sala de reuniones de los diputados antes de estar construida la torre primitiva.
El Saló Daurat grande ocupa el nivel inferior del torreón primitivo en la planta entresuelo, tiene su acceso a través de una corta escalera situada en el zaguán de entrada. La escalera conduce a una portada flanqueada por pequeñas columnas que soportan un arco mixtilíneo que a su vez queda enmarcado por una moldura a modo de alfiz.
La sala se compone de una gran habitación rectangular dividida a su vez en dos, una llamada Saló Daurat grane o "Studi Daurat" y la otra Saló Daurat menut o "Retret Daurat". El Saló Daurat gran se utilizaba para reuniones y juntas extraordinarias, mientras que en la pequeña se reunían los diputados en las juntas de común o de diario y en invierno ya que al ser más pequeña era más cómoda y mas calentita.
En ocasiones puntuales el Saló Daurat gran fue utilizado como prisión de nobles. Ambas salas fueron realizadas entre 1517 y 1538.
Al Saló Daurat pequeño se accede por cualquiera de las dos puertas del fondo del Saló Daurat Gran; la de la izquierda, una de las más bellas del Palau, está formada por dos columnillas que cierran un arco mixtilíneo sobre el que hay esculpidos dos centauros en actitud de lucha, obra realizada por mossén Joan Baptista Corbera.
También tiene acceso el Saló Daurat menut desde el patio gótico. Este se realiza a través de una portada en piedra formada por arcos mixtilíneos y una moldura a modo de alfiz.
Al piso superior se accede por la escalera de honor que nace en el patio gótico. Construida en ángulo de 90º y en dos tramos, en el primero se encuentra el acceso a la Sala Vella ya vista. Desde la meseta que forma el rellano se pasa bajo un arco rebajado y se accede por el segundo tramo al piso principal o noble.
Superado el segundo tramo de la escalera, hay dos portadas formando un ángulo de 90º. Sobre una de ellas podemos apreciar en la parte superior, los tres emblemas de la antigua Generalitat antes mencionados. Por esta puerta se accede al Salón de Reyes. En el caso que nos ocupa, en el emblema civil falta la figura del Ángel Custodio ya que solo figura el escudo de la ciudad.
En la portada angular del mismo rellano, sobresalen en su parte superior dos bustos enfrentados en el interior de sendos medallones, posiblemente representen a Fernando el Católico y a su segunda esposa Germana de Foix. Esta puerta nos lleva al Salón de Honor, describe Diez Arnal.
Pero una de las salas más importantes e imponentes del Palau es el Saló de Reis, que toma su denominación por la serie de retratos, en su mayor parte imaginarios, de los reyes que reinaron en Valencia, con su ordinal particular para el Reino de Valencia, serie que fue iniciada en el siglo XVII. Aquí encontramos desde Jaime I a Alfonso XIII.
El Salón se alza sobre la crujía de vigas del zaguán de entrada del piso de abajo y asoma a la calle de Caballeros a través de sus cuatro ventanales partidos por finas columnas. La construcción de la estancia de planta rectangular iniciada en 1511, se la debemos a Joan Mançano.
El artesonado original desapareció en el siglo XIX y fue sustituido por el actual moderno. Este Salón es utilizado en la actualidad para recepciones protocolarias y actos oficiales del Gobierno Valenciano. Los retratos se deben a diversos artistas siendo los más antiguos de los pintores Pablo Pontons, y Esteban March .
Así en el muro de la derecha situados de espaldas a la capilla, encontramos a: Jaume I el Conqueridor, Pere III el Gran, Alfons III, Jaume II, Alfons IV, Pere IV el Cerimoniós, Joan I, Martí l'Humá, Ferran d'Antequera, Alfons V el Magnànim, Joan II, Ferran el Catòlic, Carles I, Felip II, Felip III, Felip IV, Carles II, Felip V y Ferran VI.
Al fondo del Saló de Reis, ocupando un pequeño espacio cuadrangular, está la capilla, que alberga un pequeño retablo de estilo renacentista. La capilla era pieza necesaria en cualquier edificio civil de la época y quedaba separada del resto de la sala por una cancela de hierro.
El antiguo altar con su retablo fue decorado a partir de 1514 con los emblemas antes reseñados de los tres estamentos de la Generalitat, además de las figuras de Cristo en Majestad, la Virgen con el Niño, profetas y serafines; ello representaba una de las primeras muestras del Renacimiento en Valencia. Pero nada ha pervivido.
Fue subastado y en su lugar se colocó un nuevo retablo entallado por Jaume Fontestad y pintado en 1607 por Joan de Sarinyena. Está compuesto por tres cuerpos: la parte central la ocupa la Virgen entronizada con el Niño, flanqueada a la izquierda por San Jorge alanceando al dragón, y a la derecha por el Ángel Custodio, que empuña los símbolos de la corona.
La base o predela está ocupada por varias escenas de la vida de María: la Anunciación, a la izquierda; la Adoración de los pastores en el centro, y la aparición a San Bernardo, a la derecha. Cerrando el retablo en la parte superior hay una representación de la Santísima Trinidad.
En la fachada recayente a la calle Bailia se encuentran las antiguas habitaciones del escribano de la diputación, hoy conocidas como Sala de la Chimenea y Sala de Calixto III, ésta última debe su nombre por el busto del papa Calixto III obra del escultor Mariano García Mas que preside la sala.
En el piso principal del torreón primitivo encontramos sin lugar a dudas la sala más suntuosa, principal e importante de todo el edificio. Es la conocida como "Sala Nova" o Saló de Corts. Se trata de una sala de planta rectangular que ocupa toda la superficie del torreón sobre la que se asienta.
El Saló de Corts o Sala Nova debe su nombre, erróneamente, a una interpretación equivoca de sus pinturas; en ellas se puede contemplar una sesión o sitiada de los diputados electos de la Generalitat, que asumían la representación del Reino y se reunían entre una convocatoria de Cortes y la siguiente, pero, la verdad es que una sesión de Cortes, con la presencia del rey, nunca tuvo lugar en esta Sala, apunta Diez Arnal.
La comunicación entre el Saló de Corts (Sala Nova) y el Saló de Reis se realiza por una puerta que abre dos frontales, una cara interior recayente al Salón de Cortes y otra cara exterior recayente al Salón de Reyes.
La puerta tanto por su cara interna como por la cara externa es obra de los maestros marmolistas genoveses Joan Marià y Joan Baptista Abril realizadas entre 1590 y 1592, aunque el proyecto de 1584 pertenece a Pere Grossari. Ambas puertas mantienen como elemento común las batientes de madera que guardan el mismo relieve de talla.
La cara exterior que mira al Saló de Reis sigue una cierta similitud con su compañera del interior, aunque hay diferencias apreciables, sobre todo en lo referente a los emblemas o escudos de los tres estamentos.
La puerta exterior es de estilo renacentista, realizada con jaspes de colores grises y rojos. Las pilastras que sostienen el dintel son de orden dórico. Sobre el dintel tres óvalos en bronce con los emblemas de la Generalitat.
Flanquean dos pequeños bustos de dos reyes que sumados con los otros dos del interior suman cuatro y que son: Pedro IV el Ceremonioso, Alfonso V el Magnánimo, Fernando el Católico y Felipe II, reyes bajo cuyo reinado se edificó el edificio de la Generalitat.
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