LONDRES.- Una investigación publicada en la revista científica 'Nature'
revela que el sistema de altas presiones de las Azores se ha expandido y
está reduciendo la cantidad de precipitaciones en la Península Ibérica
en casi un tercio.
La mayor parte de la lluvia que cae sobre Portugal y España procede de los sistemas de bajas presiones que se crean en el océano Atlántico, pero el anticiclón de las Azores, un sistema de altas presiones, se ha ido expandiendo en las últimas décadas.
La mayor parte de la lluvia que cae sobre Portugal y España procede de los sistemas de bajas presiones que se crean en el océano Atlántico, pero el anticiclón de las Azores, un sistema de altas presiones, se ha ido expandiendo en las últimas décadas.
Esto
significa que las precipitaciones se dirigen hacia el norte, provocando
fuertes lluvias en el Reino Unido y los países nórdicos, y no llegan a
los países ibéricos, provocando que Portugal y España registren el
tiempo más seco desde hace 1.200 años.
Los científicos señalan que el aumento del anticiclón de las Azores podría estar relacionado con el cambio climático provocado por la acción humana, concretamente por el aumento de las emisiones atmosféricas de gases de efecto invernadero.
Caroline Ummenhofer es una de las autoras del estudio que ahora se publica y, citada por 'The Guardian', afirma que "el número de sistemas de alta presión extremadamente grandes en las Azores en los últimos 100 años no tiene realmente precedentes si consideramos los últimos mil años".
El experto explica que "un sistema de altas presiones extremadamente grande en las Azores provoca condiciones relativamente secas en la Península Ibérica y el Mediterráneo" y añade: "También podemos relacionar de forma concluyente este crecimiento [del anticiclón de las Azores] con las emisiones antropogénicas [de gases de efecto invernadero]".
Y las pruebas de esta falta de lluvias son ya más que varias. A principios de junio, el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) reveló que mayo "fue el mes más caluroso de los últimos 92 años", e identificó que el 97% del país sufría una grave sequía.
Al lado, en mayo, España registró el mes más caluroso de su historia y, como consecuencia, enormes incendios forestales oscurecieron el paisaje español, convirtiendo en cenizas cientos de hectáreas de bosque.
El estudio revela que el ascenso del anticiclón de las Azores se produjo cada siete años entre 1850 y 1980. Sin embargo, en los últimos 40 años ha comenzado a observarse en intervalos de cuatro años, reduciendo la cantidad de lluvia caída en la Península Ibérica en aproximadamente un tercio.
Las previsiones indican que el sistema de altas presiones en las Azores seguirá creciendo, reforzando el bloqueo a la llegada de las tan necesarias lluvias para dar agua a los suelos resecos por el intenso calor, y se espera que la situación de sequía en ambos países empeore.
Los científicos señalan que el aumento del anticiclón de las Azores podría estar relacionado con el cambio climático provocado por la acción humana, concretamente por el aumento de las emisiones atmosféricas de gases de efecto invernadero.
Caroline Ummenhofer es una de las autoras del estudio que ahora se publica y, citada por 'The Guardian', afirma que "el número de sistemas de alta presión extremadamente grandes en las Azores en los últimos 100 años no tiene realmente precedentes si consideramos los últimos mil años".
El experto explica que "un sistema de altas presiones extremadamente grande en las Azores provoca condiciones relativamente secas en la Península Ibérica y el Mediterráneo" y añade: "También podemos relacionar de forma concluyente este crecimiento [del anticiclón de las Azores] con las emisiones antropogénicas [de gases de efecto invernadero]".
Y las pruebas de esta falta de lluvias son ya más que varias. A principios de junio, el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) reveló que mayo "fue el mes más caluroso de los últimos 92 años", e identificó que el 97% del país sufría una grave sequía.
Al lado, en mayo, España registró el mes más caluroso de su historia y, como consecuencia, enormes incendios forestales oscurecieron el paisaje español, convirtiendo en cenizas cientos de hectáreas de bosque.
El estudio revela que el ascenso del anticiclón de las Azores se produjo cada siete años entre 1850 y 1980. Sin embargo, en los últimos 40 años ha comenzado a observarse en intervalos de cuatro años, reduciendo la cantidad de lluvia caída en la Península Ibérica en aproximadamente un tercio.
Las previsiones indican que el sistema de altas presiones en las Azores seguirá creciendo, reforzando el bloqueo a la llegada de las tan necesarias lluvias para dar agua a los suelos resecos por el intenso calor, y se espera que la situación de sequía en ambos países empeore.
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