ALICANTE.- El Plan Económico Fiscal (PEF) -conocido coloquialmente como plan de ajuste- aprobado por el equipo de gobierno de Alicante, del Partido Popular (PP), después de que el informe de liquidación de las cuentas de 2024 haya constatado el incumplimiento de la regla de gasto se cobra las primeras consecuencias políticas, más allá del efecto que pueda tener en términos económicos para las arcas municipales, adelanta Alicante Plaza.
Ese primer efecto se ha constatado solo unas horas después de que los populares aprobasen la propuesta en Junta de Gobierno en forma de ruptura de relaciones por parte de Vox: el partido que ha venido ejerciendo como su principal aliado durante el mandato actual.
Así lo han puesto de manifiesto representantes del grupo municipal que coordina Carmen Robledillo a través de un comunicado en el que se acusa a los populares de haber engañado a sus votantes y al conjunto de los alicantinos al comprometer una rebaja fiscal que ahora no podrá llevarse a cabo ni en este ejercicio, ni en el de 2026.
"El Partido Popular se ha reído de los más de 21.000 votantes de Vox en Alicante y de los alicantinos en general y lo llevan haciendo desde el 30 de abril cuando leyeron el informe de Intervención y nadie, ni el alcalde ni el concejal de Hacienda con los que negociamos y aprobamos los presupuestos se han dignado a llamarnos desde entonces para avisarnos del asunto", apuntan fuentes de Vox.
Y añaden: "Es la misma falta de comunicación y de palabra de siempre. Todos los políticos del equipo de gobierno que leyeron ese informe son responsables de este engaño a los alicantinos en general y a Vox en particular.
Seguimos esperando esa llamada del alcalde para darnos las explicaciones oportunas y las soluciones necesarias, incluida la dimisión o el cese del responsable de que se hayan pasado el gasto en 30 millones", en alusión a la cifra superada respecto al techo establecido para 2024.
En esta línea, el comunicado de Vox incide en que "nos avergüenza como alicantinos que en diciembre, cuando cerramos el pacto, nadie se diera cuenta de que se habían gastado 30 millones de euros de más o, lo que es peor, lo sabían y engañaron a los alicantinos y nos estafaron en las negociaciones", apostilla la nota pública.
Está por ver qué derivadas sobre el resto del mandato puede tener ese divorcio, del que Vox responsabiliza al PP por "haber roto" el pacto presupuestario firmado hace cerca de seis meses.
Una de las principales medidas que se incorporaban en ese acuerdo era, precisamente, el compromiso de reducción del tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para que pudiese entrar en vigor en 2026.
Con todo, esa medida ya no será posible a partir de las previsiones registradas en el plan de ajuste, aunque sí se mantendrán las bonificaciones y las minoraciones que se implantaron en 2018.
Por lo pronto, lo cierto es que, desde diciembre, no se ha llegado a celebrar ninguna reunión de seguimiento de ese pacto presupuestario -el segundo suscrito entre las dos formaciones, tras el alcanzado sobre las cuentas de 2024- para actualizar el estado de ejecución de todas sus medidas.
Fuentes consultadas precisaron que, en principio, se preveía celebrar una primer encuentro esta próxima semana, aunque ahora esa cita podría quedar en el aire. Lo mismo podría suceder con el propio plan de ajuste, puesto que debe elevarse a aprobación en pleno "en el plazo máximo de dos meses desde su presentación" para que pueda someterse a evaluación por parte del Ministerio de Hacienda.
En ese trance, el PP debería procurarse la mayoría suficiente para que su propuesta prosperase en un escenario de ruptura con Vox.
En todo caso, la posición de Vox ya habría suscitado dudas en otras fuerzas políticas como Compromís. Su portavoz municipal, Rafa Mas, ha instado este mismo viernes a Vox a dejar "el teatro" y de "ser el tonto útil del PP" para ejercer "de verdadera oposición".
"No son creíbles. Hace unos meses pidieron la dimisión del alcalde por el desprendimiento de un trozo de la torre del Ayuntamiento aunque luego tumbaron una reprobación impulsada por la izquierda", ha señalado Mas.
"Ahora tienen la oportunidad de dar un paso al frente y sumarse a la dimisión planteada por Compromís en el pleno del jueves", ha insistido.
Así, ha remarcado que "desde Compromís apuntamos al alcalde. Exigimos al PP que desautorice a Barcala y lo releve de su cargo. La ciudad esta sumida en un caos administrativo por culpa de un alcalde incompetente".
Además, ha emplazado a Vox a apoyar la solicitud de comparecencia de urgencia del concejal de Hacienda, Toni Gallego. Y, por último, también ha apremiado a los voxistas a apoyar "las posibles acciones políticas" que puedan plantearse "para pedir la dimisión del alcalde".
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