domingo, 3 de junio de 2007

Los barones comarcales del PSPV avalan la continuidad de Pla pese a la debacle electoral

VALENCIA.- Los barones comarcales del PSPV respaldaron, con consenso casi total, que el todavía secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, continúe y guie el partido, como mínimo, hasta después de las generales a pesar de la debacle electoral que la formación del puño y la rosa sufrió el domingo pasado perdiendo votos y concejales.

Hubo algún lamento, leve coincidieron las fuentes consultadas, por el desastre organizativo de la campaña y por los problemas en el envío de papeletas a domicilio, que tenían como destinatario el secretario de Organización del PSPV, Vicent Sarrià (en la fotografía), pero, finalmente, en la reunión apenas hubo autocrítica y sí una larga relación de intervenciones llenas de tópicos.

En un encuentro que se alargó durante más de tres horas, se oyeron numerosas voces pero ninguna cuestionó abiertamente a Pla. Lejos de eso, los secretarios comarcales optaron por reforzar al secretario general para que siga hasta el próximo congreso ordinario, que se celebrará en la segunda mitad de 2008, con el equipo actual. «Es una voluntad colectiva», apuntó uno de los asistentes a la reunión. Eso significa que los socialistas no optarán, ni siquiera, por sacrificar a Sarrià, coordinador electoral, a pesar de los graves errores de la campaña.

Lejos de ello, la actual dirección nacional del PSPV será la encargada de volver a dirigir la campaña para las generales en la Comunidad Valenciana, en la que los socialistas se juegan su ser o no ser. De esta manera, el PSPV en lugar de afrontar la grave crisis que se ha abierto tras el retroceso en las urnas opta por tratar de poner paños calientes e intentar esquivar el problema que, en todo caso, tarde o temprano explotará.

Hubo alguna crítica al «mailing» y a la campaña que apuntaban de forma directa a Sarrià. Pero este optó por no entrar al trapo. Tampoco entraron a analizar el resultado ni el secretario general del PSPV en Alicante, Roque Moreno, enfrascado en la batalla de la Diputación; ni tampoco los responsables comarcales del partido en l'Alacantí y el Baix Vinalopó, Jorge Espí y Antonio Amorós. Todos evitaron abordar el problema surgido de las urnas. «Hay corresponsabilidad», argumentó uno de los asistentes a la reunión para justificar la falta de autocrítica.

El propio Pla, en la parte final del encuentro, intervino para reclamar a los barones comarcales del PSPV que «cierren filas» con el único objetivo, dijo, «de centrarse en ganar las elecciones generales». En una declaración oficial, Vicent Sarrià, que hizo de portavoz, defendió la necesidad de iniciar un proceso de reflexión interna liderado por Joan Ignasi Pla, y que no contempla adelantar el congreso nacional de los socialistas valencianos, previsto para el segundo semestre de 2008.

Sarriá aseguró que durante la reunión se hizo un análisis de los resultados electorales de manera «sosegada», que parte de la base de reconocer una victoria del PP en la Comunidad y de sacar a relucir las posibles causas que hayan producido esa derrota en la Generalitat y en varios municipios hasta ahora socialistas. En este sentido, afirmó que la inmensa mayoría de los dirigentes comarcales coincide en que el partido «debe abrir un proceso de reflexión sobre esos resultados», y que ese proceso de análisis interno debe estar dirigido por la actual dirección, con Pla al frente

Señaló que no se trata de una cuestión de días, «sino de una serie de prospecciones que se tienen que hacer en los próximos meses», pero aseguró que «independientemente de victorias o derrotas, el PSPV va a dar la cara y la va a dar unido, de una manera cohesionada y con Pla al frente». El secretario de Organización consideró que el partido se debe a los 850.000 personas que le votaron, a quienes garantizó que el PP va a tener «una oposición firme».

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

El PSPV comienza a recuperarse del estado de shock en el que le ha dejado el desastre del 27-M. Las primeras reflexiones entre dirigentes del partido comienzan a buscar responsabilidades entre quienes debían de haber gestionado una victoria –tal y como vaticinaron– y ahora tratan de esquivar la derrota.

El responsable federal de Organización, José Blanco, es uno de los más señalados. El autor de frases históricas del tipo “he reservado billete para celebrar la victoria con vosotros”, “tengo un estudio que dice que vais a ganar las elecciones” y “me comprometo a llevar la campaña electoral del PSPV en primera persona” se limitó el domingo a advertir de las consecuencias de aquel dirigente socialista que se permitiera el lujo de sugerir, siquiera, que Ignasi Pla debía dimitir. La campaña gestionada por Blanco, sus reconocidísimos sondeos y sus billetes de avión, se han ido a parar todos juntos al mismo cubo de la basura. Y ahora, Ferraz amenaza y mira para otro sitio. Ayer, Andrés Perelló se refirió a Blanco para avisar de que el PSPV no necesita de ninguna gestora impuesta por Pepiño.

El delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, es otro de los que recibe más críticas en el seno del PSPV. Entre otras cuestiones, porque si el plan B de los socialistas valencianos consistía en saber vender la gestión de Rodríguez Zapatero (el A se supone que era el tirón de Ignasi Pla), lo que ha conseguido es justo lo contrario. Muchos sostienen que el castigo al PSPV es especialmente un castigo al PSOE. Y si el delegado del Gobierno era el que debía impedirlo, se ha cubierto de gloria. Las voces que hace meses ya pedían su salida del cargo, siguen creciendo.

Y nunca hay dos sin tres. El responsable de Organización del PSPV, Vicent Sarrià, era el máximo responsable del comité electoral de los socialistas. Si se ha trabajado mucho o poco, como decía el miércoles Joan Lerma, es responsabilidad justamente suya. Algunos dicen que el partido es “un clamor” pidiendo su cabeza –ayer lo dijo la propia Isabel Escudero–. Y él parece dedicado a ganar tiempo y a seguir las indicaciones de Blanco, sea o no eso lo que más le conviene al PSPV.

A la espera del valiente que se lance el primero a pedir cabezas –a Pepa Frau se le atribuye el razonamiento de que Pla debería dejar el cargo de inmediato–, alguno se ha lanzado a atacar a los posibles relevos. Un teletipo señalaba ayer que un sector del partido, que no identifica, baraja difundir las localidades en las que el ministro ha hecho campaña, y en las que el PSPV ha perdido la mayoría. Y todo, para impedir que a Madrid se le ocurra pensar que podría ser el sustituto.

Lo más significativo es que se hace una enumeración de esos municipios –se cita Castellón, Vila-real y Onda–, de manera que la amenaza se convierte en ataque.

Otros dirigentes del partido, en cambio, sostienen que el ministro sería el mejor situado para tratar de vender en la Comunitat la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero
De "Las Provincias"

Anónimo dijo...

Ségolène Royal, candidata socialista derrotada a la reciente elección presidencial, amenaza con crear un “nuevo partido de masas” si los elefantes del PS siguen oponiéndose a que sea ella quien se “apropie” de un partido sin líder, sin doctrina, sin estrategia electoral, divididos sus dirigentes en numerosas capillas enfrentadas sobre la noción misma de socialismo. Cuando los sondeos anuncian una nueva humillación electoral, el 10 y el 17 de junio, Ségolène es la única líder socialista bien presente en la campaña, cuando sus rivales, comenzando por el padre de sus hijos, François Hollande, primer secretario del PS, hacen distintas campañas, en un tono menor.

Ségolène Royal sigue sin reconocer ni sacar ninguna consecuencia de su derrota personal. Ella sigue al frente del movimiento que ella misma dice encarnar, para mayor irritación de los elefantes. En Privas y Digne-les-Bains, en las cercanías de Lyon, la segunda ciudad de Francia, Royal ha dejado caer la ¿advertencia? ¿amenaza? ¿proyecto? de abandonar el Partido Socialista, para embarcarse en una nueva aventura personal: “Corremos el riesgo que mis electores se dispersen. Y, en ese caso, quizá fuese necesario crear un nuevo partido de masas. De lo contrario, el PS se anquilosaría, convertido en una mera maquinaria para designar candidatos”.

Royal percibe la fundación de ese posible “nueva partido” echando raíces “en nuevas convergencias”. A su modo de ver, sus electores personales anuncian “la apertura de una nueva época, con nuevas estrategias, por inventar”.

La candidata derrotada se considera portadora de un mensaje nacional, si no universal, que la convierte en “líder natural” de un movimiento político de nuevo cuño, “más abierto a nuevas convergencias”.
De "Las Provincias"

Anónimo dijo...

Seis días después del varapalo sufrido en las urnas, el Consell Nacional de EU se reúne para debatir sobre los resultados electorales y escuchar el informe elaborado por su coordinadora, Glòria Marcos.

La líder de la formación de izquierdas ha redactado un documento en el que señala algunas de las causas del fracaso de la coalición Compromís pel País Valencià el pasado 27-M. Sin embargo, hay una parte de la formación, los más críticos (la corriente Esquerra i País), a los que ya no les vale evaluar las razones por las que no han obtenido los resultados deseados y piden pasar a la acción. Una acción que pasa por la dimisión de Marcos y la nueva configuración de un equipo de dirección.

Esta opción, no obstante, no entra en la cabeza de la todavía coordinadora de EU, cuyo único paso al frente será el de poner hoy su cargo a disposición del Consell Polític de la formación para que decida si debe ser relevada en próximas fechas. De dimisión abierta, nada de nada.

Aún así, fuentes de la formación explicaron que quiera o no quiera Marcos el tema de la dimisión estará encima de la mesa y si no está incluido en el orden del día es más que probable que aparezca en el turno de intervenciones y ruegos para que se produzca una votación. De ser así, el resultado de la votación sería un indicativo importante de lo que piensa la formación de izquierdas –la decisión final corresponde al Consell Polític–. El Consell Nacional es el máximo órgano de dirección entre asambleas y cuenta con unos 50 miembros –no pueden ser menos de 20 ni más de 80–. El último Consell Nacional se celebró el pasado febrero.

Modelo que no cala
El su informe, Marcos admite que no han sabido transmitir a los ciudadanos su mensaje y llega a echar parte de la culpa de lo sucedido a los propios votantes. “¿Por qué los ciudadanos han votado mayoritariamente al PP, un partido estrechamente vinculado al ladrillo, los PAIS y la corrupción? No sé si se equivocan o tiene razón”, señala la coordinadora en el documento.

Estas afirmaciones ya han encontrado su réplica en el mismo seno de EU. La todavía concejala del Ayuntamiento de Valencia, María Victoria González –la formación no ha renovado representación–, recriminó a Marcos su actitud y señaló que nunca se puede censurar a los votantes.

También el PSPV tiene, según Marcos, responsabilidad en que el cambio de color en la Generalitat no haya sido posible. La dirigente de izquierdas afirma que los socialistas de Pla han realizado “un discurso confuso que en muchas ocasiones asumía demasiados elementos de la propuesta del PP”. Marcos se lamenta de que ni Compromís ni el PSPV hayan sabido movilizar en el electorado, algo que sí ha logrado el PP. “Ha triunfado su mensaje planteando las elecciones como unas primarias de las generales”, señala, así como el hecho de presentar los comicios con la advertencia del “todos están contra el PP y que viene el tripartito”.

La coordinadora de EU también cree que parte de culpa del fracaso en las urnas hay que buscarla en las propias discrepancias internas que existen en EU. Marcos señala que la confrontación interna “no ha cesado ni antes, ni durante, ni después de las elecciones, lo que provoca un desgaste permanente en nuestra credibilidad”. Marcos pondrá hoy su cargo a disposición del partido pero pase lo que pase ya ha anunciado que no repetirá como candidata a la Generalitat en 2011.

La coordinadora de EU considera también que en general “el voto útil” les ha perjudicado, porque el trasvase de votantes de EU que ha optado por dar su confianza al PSPV tampoco ha servido para que el cambio fuera posible. Asimismo, pedirá a la formación que haya una “autocrítica leal”.
De "Las Provincias"

Anónimo dijo...

El líder de los socialistas valencianos, Ignasi Pla, comparecerá ante el Comité Nacional del partido para presentar su informe. Casi todos esperan que su secretario general ponga fecha al final de su etapa como líder del partido. Un gesto que si no se produce, minutos después alguien se lo puede exigir a gritos.

La palabra dimisión parece desterrada del vocabulario de Pla. Ni hablar. A lo sumo, podrá poner su cargo a disposición del Comité Nacional. Pero visto lo visto, el líder del PSPV quiere seguir. Pla está enrocado en su sillón desde antes del 27 de mayo.

Pla leerá su informe y, salvo cambio de última hora, no habrá votación. Sería sonrojante perderlo con un porcentaje altísimo de desaprobación. El líder de los socialistas valencianos todavía no ha calificado los resultados del domingo como “fracaso electoral”. Muchos esperan que hoy asuma su responsabilidad al cien por cien y admita el descalabro en las urnas.

El problema es que los que critican la actitud de su líder, que son la mayoría, no se ponen de acuerdo en cuál debe ser la estrategia a seguir.

Unos optan por alargar la agonía de Pla. Es decir, que el enfermo siga enchufado al respirador. El objetivo es sencillo: evitar que José Blanco y Vicent Sarrià se hagan con el control del partido.

Un vacío inmediato de poder permitirá a los dos secretarios de Organización, Blanco del PSOE y Sarrià en la Comunitat, tener las manos libres para tratar de crear una gestora a su antojo.

El objetivo de los que apuestan por alargar la agonía política del líder del PSPV sería que Pla continuara como líder de hecho pero que el derecho de decidir lo tuviera, por ejemplo, el Consell Territorial. Una vez convocada el congreso se abriría una nueva etapa.

Otro grupo, en cambio, apuesta por la dimisión inmediata de Pla. Si la presenta hoy, esta parte de la militancia la firma un segundo después. La solución pasaría por crear un gestora que mandara sólo hasta la convocatoria del próximo congreso, que se celebraría en la segunda quincena de septiembre o primera de octubre, siempre y cuando las generales fueran en marzo de 2008. A partir de ahí, a trabajar para que Zapatero vuelva a ganar.

Pero muchos temen que el entorno de Pla quiere controlar todo el proceso hasta el nuevo congreso para tratar reubicarse. “Querrán dejar sucesores y ese congreso, sin duda, saldrá contaminado”, señaló ayer un dirigente del PSPV.

Pla ya dijo que no estaría más de dos legislaturas como líder del partido. Muchos, visto que la guerra ya ha comenzado, intentan intoxicar con rumores referidos a Jordi Sevilla, Jorge Alarte y Leire Pajín, tres de los que suenan como sucesores. Muchos comparten la idea de que la actual dirección de los socialistas valencianos está amortizada.
De "Las Provincias"