Buzid, de 65 años, también conocido como Ami Slimane, fue abatido en una operación de las fuerzas argelinas propiciada por un soplo de Alí ben Tuati, o Abú Tamine, un importante integrante de la organización armada que les indicó el lugar en el que Buzid se ocultaba.
Ben Tuati se rindió en enero para aprovechar la amnistía anunciada por el Gobierno argelino a los milicianos que aceptaran abandonar las armas.
El dirigente islamista era una figura carismática utilizada para reclutar a nuevos milicianos y motivar a los miembros de Al Qaeda más jóvenes, según la fuente citada por 'Ennahar'.
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