jueves, 26 de febrero de 2009

Ruralcaja ganó un 59% menos en 2008 y situó su morosidad en el 6,22%

VALENCIA.- Ruralcaja obtuvo en 2008 un beneficio neto de 22,9 millones de euros, un 59,52% menos que en el ejercicio anterior, después de realizar dotaciones netas a insolvencias de 65,56 millones de euros, un 88,03% más que en 2007, "priorizando así de forma absoluta el mantenimiento de la solvencia de la entidad", según resaltó hoy su director general, Juan Antonio Gisbert, quien apuntó que la mora de la entidad se situó en el 6,22% frente al 0,95% del pasado año.

Gisbert dio a conocer hoy en rueda de prensa los resultados de la entidad correspondientes al ejercicio 2008, acto en el que resaltó que la entidad "cuenta con una confortable situación de liquidez", con capacidad para conceder créditos por valor de "entre 2.000 y 3.000 millones de euros", y avanzó que sus objetivos de cara a 2009 son "gestionar mejor" la mora --aunque conlleve aumentar la tasa--, captar más recursos minoristas y "conceder muchísimos préstamos" a proyectos "viables", pese a que "no crezca mucho el crédito", matizó.

Los recursos propios ascendieron a 725,46 millones de euros, con un coeficiente de solvencia del 11,7%, lo representa un exceso de 3,7 puntos porcentuales respecto a los recursos propios mínimos exigibles. Los activos totales aumentaron un 0,54%, hasta los 8.869,26 millones de euros, mientras que el volumen total de negocio se situó en 15.821,15 millones de euros, con un descenso del 1,22%, después de aumentar la inversión crediticia un 3,8% y disminuir un 4,88% el volumen administrado de recursos de clientes.

Así, los depósitos de clientes descendieron hasta situarse en 6.672,73 millones de euros, disminución que atribuyó a la decisión de la entidad de renunciar "entrar en una guerra de precios" para captar recursos minoristas.

Gisbert destacó que pese al "drástico cambio de coyuntura", Ruralcaja "mantuvo abiertas todas las líneas de financiación a particulares y a empresas" y concedió 51.040 operaciones por un importe de 1.927 millones de euros, frente a las 73.379 operaciones financiadas en 2007 por valor de 3.525 millones de euros.

En cuanto a la ratio de morosidad, explicó que se situó en el 6,22% por "el anticipo en la reclasificación de operaciones como medida de prudencia" --llegando a clasificar como morosos a "muchos clientes que están al día de pagos"-- y "la baja exposición en inversiones inmobiliarias adjudicadas".

Precisó que las principales causas fueron los concursos de acreedores en empresas relacionadas con el sector inmobiliario y el impago de préstamos hipotecarios y personales, como consecuencia del incremento de la tasa de paro.

Gisbert achacó esta elevada mora a que "la mejor forma de salvaguardar los intereses de los clientes es reconocer sin ninguna duda y a la mayor brevedad posible las circunstancias que existen", por lo que fueron "muy rigurosos a la hora de clasificar operaciones" y realizaron "un grandísimo esfuerzo en materia de dotaciones".

De hecho, comentó que tienen operaciones "compartidas con otras entidades", en las que cada una ha otorgado una clasificación diferente, y remarcó que "algunos son más rigurosos que otros" a la hora de tomar esas decisiones, puesto que "existen motivaciones subjetivas" en ese proceso de clasificación.

El director general de Ruralcaja auguró que el presente ejercicio será "muy parecido" dado que la situación "va para largo", y así, auguró que la tasa de morosidad media del sector financiero español "podría llegar perfectamente al 8% o al 9% este año" al igual que sucedió en la crisis vivida en los años 90, cuando superó el 10%.

Reconoció, en este punto, que "el sector bancario --y Ruralcaja como parte de éste-- ha cometido excesos durante los últimos años", con un "exceso de facilidad en la concesión de créditos" en momentos de bonanza, de modo que "cuando cambia muy drásticamente la coyuntura, la gente vuelve a una cierta ortodoxia que no debería haber abandonado y el cambio es muy fuerte".

Respecto a posibles fusiones entre entidades financieras, el que fuera director general de Caja Mediterráneo y responsable de Inversiones y Financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) estimó que "pueden ser una buena solución" y se mostró convencido de que se producirán "más de una a lo largo de 2009", sobre todo, dijo, "en el mundo de las cajas de ahorros".

"Difícilmente se puede salir de una situación de crisis económica y de crisis financiera internacional tan profundísima" como la actual "sin que se produzca una fuerte reestructuración del sistema bancario", aseguró Gisbert, quien recalcó que "cualquier proceso de fusión, incluidos aquellos que se puedan abordar como posible solución a la situación de crisis de alguna de las entidades intervinientes, ha de hacerse desde la independencia y la libertad en la toma de decisiones, y por tanto, con un enfoque eminentemente técnico y profesional".

Aseveró que Ruralcaja "no está en este momento en ninguna operación, ni especulando sobre ella", aunque apuntó que, de cara a estudiar futuras fusiones, sus "uniones naturales" estarían "más próximas al mundo de las cajas rurales" y a "un determinado ámbito geográfico" según la coincidencia de redes.

En cualquier caso, estimó que "no se dan las circunstancias por las que alguna caja rural se pudiera ver abocada" a plantear una fusión a la entidad y agregó que "lo más probable es que no entre en ninguna operación".

En otro orden de cosas, preguntado por la ausencia del presidente de Ruralcaja en la rueda de prensa y su relación con él, aseguró que Luis Juares no pudo asistir "por motivos personales" y que mantienen "una nula relación personal y una excelente relación profesional".

Confirmó además que posee "absoluta libertad de gestión" y que llegó a la entidad "de forma totalmente voluntaria, y a propuesta única y exclusiva de Juares".

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