"El hecho de que se admitan derechos a las cuotas participativas no supone que eso sea una privatización de las cajas", aseguró Zapatero en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados donde concretó sus medidas de austeridad adicionales para reducir el déficit público en 15.000 millones de euros en 2010 y 2011.
"Esas cuotas van a tener limitaciones para mantener su naturaleza jurídica (de las cajas)", dijo Zapatero.
Parte de la clase política, con las comunidades autónomas a la cabeza que disponen de una gran control sobre estas instituciones financieras, temen que otorgar derechos políticos abra la puerta a la privatización de las cajas.
Zapatero y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, acordaron la semana pasada agilizar la reestructuración del sistema financiero y tener concluido el mapa definitivo del sector de las cajas de ahorros españolas antes del 30 de junio.
Ambos anunciaron además entre sus novedades conferir derechos políticos a las cuotas participativas como un mecanismo que les permita mejorar su solvencia.
Las cajas se están viendo especialmente afectadas por unos elevados ratios de morosidad y provisiones, que están consumiendo sus recursos propios.
Al contrario que los bancos, las cajas no pueden acudir a los mercados para ampliar capital y su actual sistema de venta de cuotas participativas resulta poco atractivo al no conceder derechos políticos al comprador y establecer límites máximos del 5 por ciento del capital.
Zapatero no dio más detalles sobre qué tipo de limitaciones tendrían esas cuotas si bien en el sector de las cajas se considera que podría haber diferentes topes atendiendo a las necesidades y a la naturaleza de cada caja.
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