El Centro Nacional de Inteligencia tiene como objetivo informar al Gobierno de los asuntos que les permitan adoptar decisiones. Para ello, tienen que estar presentes en todas las capas de la sociedad para detectar cualquier asunto que pueda poner en peligro la estabilidad del sistema democrático.
Parte de esa estabilidad supone detectar los ataques a los que pueda ser sometido el propio CNI no sólo por servicios extranjeros, sino por grupos interiores, incluidos sus propios agentes, que por las circunstancias de la vida dejen de cumplir los preceptos establecidos. Cualquier asunto que se publica sobre ellos es analizado detenidamente, aunque la norma de La Casa es guardar silencio sobre el mismo, intentado no publicitarlo con sus desmentidos.
Por eso no han dicho nada sobre mi investigación sobre su sistema de reclutamiento publicado en El Reservado y el pasado domingo en El Mundo. A veces les gustaría hablar, pero prefieren callar, eso sí, sin otorgar. Y en el caso de que les preguntes directamente, siempre desmienten, incluso después de la evidencia.
Para Internet disponen de una sección que recoge toda la información que les puede ser útil de España y el extranjero y de un amplio equipo de especialistas que intervienen en los foros de debate de una forma discreta cuando es necesario.
Identidades falsas
Como hacen muchos padres para espiar las conversaciones de sus hijos, los agentes crean identidades falsas que les permitan opinar en foros en los cuales se están comentando aspectos de su trabajo que no les parecen apropiados. En Facebook, Twitter o cualquier red social, participan no sólo para buscar delitos, sino para intervenir directamente en los temas.
Por lo tanto, es lógico que también lean nuestros artículos y que a veces hagan comentarios. Nunca sabremos quiénes son, pero tampoco nos importa. Es su trabajo y os garantizo que lo hacen muy bien. Mejor de lo que nos imaginamos. Aunque a veces nos fastidie.
Parte de esa estabilidad supone detectar los ataques a los que pueda ser sometido el propio CNI no sólo por servicios extranjeros, sino por grupos interiores, incluidos sus propios agentes, que por las circunstancias de la vida dejen de cumplir los preceptos establecidos. Cualquier asunto que se publica sobre ellos es analizado detenidamente, aunque la norma de La Casa es guardar silencio sobre el mismo, intentado no publicitarlo con sus desmentidos.
Por eso no han dicho nada sobre mi investigación sobre su sistema de reclutamiento publicado en El Reservado y el pasado domingo en El Mundo. A veces les gustaría hablar, pero prefieren callar, eso sí, sin otorgar. Y en el caso de que les preguntes directamente, siempre desmienten, incluso después de la evidencia.
Para Internet disponen de una sección que recoge toda la información que les puede ser útil de España y el extranjero y de un amplio equipo de especialistas que intervienen en los foros de debate de una forma discreta cuando es necesario.
Identidades falsas
Como hacen muchos padres para espiar las conversaciones de sus hijos, los agentes crean identidades falsas que les permitan opinar en foros en los cuales se están comentando aspectos de su trabajo que no les parecen apropiados. En Facebook, Twitter o cualquier red social, participan no sólo para buscar delitos, sino para intervenir directamente en los temas.
Por lo tanto, es lógico que también lean nuestros artículos y que a veces hagan comentarios. Nunca sabremos quiénes son, pero tampoco nos importa. Es su trabajo y os garantizo que lo hacen muy bien. Mejor de lo que nos imaginamos. Aunque a veces nos fastidie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario