TIFARITI.- El presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha declarado que los "cambios" por los que atraviesa el mundo islámico ponen de manifiesto la "inevitable victoria de la voluntad de los pueblos en la libertad y la emancipación", en un discurso pronunciado coincidiendo con el XXV aniversario de la RASD.
Durante el acto, celebrado junto a los asentamientos de Tifariti --dentro de los denominados Territorios Liberados--, y tras un desfile militar en el que tomaron parte miles de personas, Abdelaziz ha recordado la historia del pueblo saharaui, haciendo especial hincapié en su situación tras la "espantada irresponsable e ilegal" de España, antigua potencia colonial.
En este contexto, ha incidido en que "los cambios que hoy vive el mundo no significan otra cosa que la inevitable victoria de los pueblos en la libertad y la emancipación". A su juicio, esta cadena de cambios "no hace más que consolidar la confianza en las opciones nacionales saharauis". Abdelaziz ha subrayado que, fruto de estas revueltas, queda de manifiesto que la "resistencia" es "legítima" y "conducirá inevitablemente a su objetivo".
El presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario ha condenado la "salvaje agresión militar" tras la "espantada" española y, durante su alocución, ha aplaudido el papel que juegan dentro de la sociedad saharaui mujeres y jóvenes. Ha recordado que su pueblo "vela porque este "Estado" sea "moderno y democrático", así como por que respete "el derecho internacional y el derecho internacional humanitario".
Sin embargo, "la primera preocupación del pueblo saharaui" sigue siendo "la plena soberanía sobre la totalidad del territorio nacional". El presidente se ha mostrado "optimista" de cara a lograr este objetivo y ha recalcado que "el único acuerdo suscrito entre las partes en conflicto" es la "celebración de un referéndum de autodeterminación".
Abdelaziz ha lanzado un "llamamiento" a la comunidad internacional para que presionen para resolver el conflicto, "incluyendo presiones y castigos sobre el Gobierno marroquí", y para que permitan la aplicación de la Resolución 1514 de la ONU que "prevé la concesión de independencia a los territorios y pueblos sometidos al colonialismo".
Se ha dirigido de forma especial a España, para instarla a "asumir de forma decidida su responsabilidad" con el Sáhara Occidental como "potencia administradora". Como tal, ha añadido Abdelaziz, debería "satisfacer su deber y compromiso ineludible en la descolonización", para que el pueblo saharaui "pueda ejercer su derecho a la autodeterminación".
A la Unión Europea, el presidente de la RASD le ha pedido que no prorrogue el acuerdo de pesca suscrito con Marruecos y le ponga "punto final" al "saqueo masivo y explotación ilegal" de unos recursos que, según Abdelaziz, corresponden a los saharauis.
"De igual modo, llamamos a Francia, cuna de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a no persistir en su apoyo a las tesis expansionistas y coloniales marroquíes", al tiempo que ha ha pedido a Naciones Unidas que amplíe el mandato de su misión en la zona (MINURSO) para que pase a supervisar también el respeto a los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.
El dirigente ha realizado un "especial tributo" a lo que ha denominado como "la hazaña de Gdeim Izik", en alusión al campamento de protesta levantado por la población saharaui a las afueras de El Aaiún y desalojado por fuerzas marroquíes en noviembre del año pasado.
Para el líder del Frente Polisario, este campamento ha supuesto un paso "muy destacable en la lucha y resistencia pacífica" del pueblo saharaui. "Una hazaña que, el 8 de noviembre de 2010, brindó una extraordinaria lección de valores a toda la Humanidad", ha apostillado.
Así, frente a "las formas cívicas de rechazo al abuso, la injusticia y la opresión", Abdelaziz ha situado "el horror y el salvajismo del asalto militar marroquí", que atacó a "decenas de miles de ciudadanos indefensos". "A todos ellos, nuestro más sentido homenaje y reconocimiento", ha enfatizado.
El Frente Polisario proclamó la independencia de la RASD el 27 de febrero de 1976 y, desde entonces, el territorio ha sido reconocido por más de 80 países, algunos de los cuales han tomado parte en los actos de este domingo en Tifariti.
El territorio se divide en dos zonas separadas por un muro de 2.000 kilómetros de largo custodiado por el Ejército marroquí y rodeado de minas. Al oeste de este límite, se encuentra la zona del Sáhara Occidental "ocupada" por Marruecos y, al este, en lo que se denomina 'territorios liberados', es el Polisario quien mantiene el control.
Sobre la zona rige un alto el fuego por el que vela la misión de Naciones Unidas, MINURSO, instaurada en 1991 e inicialmente creada para supervisar la celebración de un referéndum de autodeterminación que se ha aplazado en varias ocasiones.
En 1991, el entonces rey marroquí, Hassan II aplazó la consulta al entender que sólo sería válida si únicamente contemplaba la ratificación de la 'marroquinidad' del Sáhara.
Seis años más tarde, ambas partes fijaron la celebración de un referéndum pero las conversaciones se volvieron a estancar por la falta de consenso en torno al censo de votantes, ya que mientras que el Polisario defendía que únicamente votasen los saharauis, desde Rabat se abogaba por que diesen su opinión todos los habitantes del territorio, incluidos los cientos de miles de marroquíes que han colonizado la región.
El conflicto se prolonga hasta el día de hoy, pese a que en 2007 comenzaron en Manhasset, en Nueva York, unas negociaciones directas bajo la mediación de la ONU. El pasado 24 de enero, Marruecos y el Frente Polisario celebraron el quinto encuentro informal. La cita concluyó sin más avance que el compromiso de volver a reunirse el próximo mes de marzo.
Este estancamiento de las negociaciones ha variado el clima que se respira entre la comunidad saharaui, como ha declarado Fatimed Ahmed, presente en los festejos del XXV aniversario de la RASD. En su opinión, la resolución del conflicto sólo puede llegar "por las malas", porque "por las buenas ya es difícil".
En la misma línea se ha manifestado el joven Mohamed Albakari, residente en El Aaiún y para quien los actos de este domingo representan un claro mensaje a Marruecos: "Estamos aquí". Albakari ha reconocido que cada vez son más las voces que piden una vuelta a las armas, y ha advertido de que el pueblo saharaui se le acaba la paciencia. No obstante, no cree que una nueva guerra se vaya a producir de forma inminente, y ha marcado como plazo en este sentido "de aquí a unos años".
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