MURCIA.- El empresario Ángel Fenoll, implicado en el denominado caso Brugal y detenido ayer por la Guardia Civil como presunto autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, está acusado de arrojar miles de toneladas de basura en un foso de 4.000 metros cuadrados situado fuera del vertedero que regenta en Abanilla.
Según ha informado hoy la delegación del Gobierno en Murcia, la detención del empresario oriolano, de 58 años, se produjo en la capital de esta región, en cuyo juzgado de guardia fue puesto a disposición judicial, aunque las actuaciones se siguen el juzgado de instrucción número 4 de la localidad de Cieza.
Fuentes próximas a la investigación informaron que Fenoll fue puesto en libertad tras prestar declaración, y hoy se ha conocido que su arresto estaba relacionado con este vertido ilegal de basuras realizado el pasado marzo en una finca de limoneros, aunque las investigaciones comenzaron en noviembre de 2010.
Por esa fecha, la Guardia Civil "constató graves irregularidades en uno de los vasos" del vertedero de Abanilla, propiedad de la empresa de Proambiente, de Fenoll, al que también se investiga en el caso Brugal por supuestas irregularidades en la adjudicación del servicio de recogida de basuras de varios municipios de la comarca alicantina de la Vega Baja.
Los residuos descubiertos en Murcia eran luego sepultados por maquinaria pesada para evitar que fueran descubiertos, y de hecho, la cavidad realizada para el enterramiento de las basuras, de varios metros de profundidad, estaba ya prácticamente colmatada cuando fue descubierta por la Guardia Civil, que detuvo el pasado abril a cinco personas por sendos delitos como el que se imputa ahora a Fenoll.
El vertedero de Proambiente al que deberían haber llegado esos residuos que fueron enterrados en otro lugar cuenta con autorización administrativa y ambiental para su funcionamiento y trata residuos sólidos urbanos de varias localidades de la región de Murcia (Abanilla, Santomera, Fortuna y Beniel) y de la provincia de Alicante (Elche, Orihuela y Torrevieja).
Tras encargar a una empresa especializada la realización de varias prospecciones de cuatro zonas diferentes cercanas al vertedero legal, fueron hallados residuos hasta a 15 metros de profundidad, y no solo materia orgánica muy degradada, sino también pilas alcalinas, plásticos, cartón, envases de aluminio y cristal.
La investigación realizada tras esta operación, denominada Subterráneo II, revela también que en la zona donde han sido enterrados ilegalmente estos residuos hay varios tipos de hábitat de interés medioambiental, con especies de flora y fauna protegidas.
Fotografía facilitada por la Guardia Civil que muestra una vista de un foso ubicado en las cercanías de la localidad de Abanilla.
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