MADRID.- Los titulares de cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) perderán toda su inversión antes del próximo mes de julio, ya que la entidad amortizará dichas cuotas en el primer semestre de 2012, según la información registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La CAM está intervenida por el Banco de España y los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), su organismo dependiente, tienen previsto ejecutar la amortización de las cuotas participativas dentro del plan de reestructuración de la entidad.
La CAM ha admitido que los 50 millones de cuotas participativas que emitió en julio de 2008 por importe global de 292 millones de euros y cuyo valor contable quedó mermado hasta 966.000 euros a finales de 2010 por el deterioro del negocio carecen de valor contable a cierre de diciembre de 2011.
"A la vista de los datos contables de CAM, las pérdidas imputables a las cuotas participativas de acuerdo con los criterios establecidos en el folleto de emisión han reducido el valor contable de las mismas a cero euros", informó la CAM al supervisor de los mercados.
"Como consecuencia de la compensación de pérdidas, los cuotapartícipes pueden llegar a perder todos sus recursos", recalca. CAM registró una pérdida de 1.800 millones de euros en el ejercicio 2011 y un patrimonio negativo de 192.000 euros, frente al patrimonio positivo de 1.843 millones que lucía al término de 2010.
Según la normativa vigente, los cuotapartícipes son considerados accionistas sin derechos políticos, por lo que asumen los mismos riesgos que éstos al realizar la inversión, entre los que figura la absorción de pérdidas de la entidad emisora.
La polémica sobre las cuotas participativas de la CAM estalló tras la intevención de la entidad el pasado mes de julio al proliferar las reclamaciones de los inversores y surgir dudas sobre el procedimiento de comercialización de las mismas, al tiempo que se suspendió su cotización en Bolsa.
La entidad alicantina colocó las cuotas participativas entre inversores no cualificados, principalmente clientes de su red bancaria, lo que arroja dudas sobre si el perfil inversor de estos inversores minoristas se ajustaba a la complejidad del producto financiero.
Los cuotapartícipes han constituido la Plataforma de Afectados de la CAM para tratar de recuperar las cantidades invertidas, mientras que la Audiencia Nacional ha admitido la personación de unos 300 clientes de la CAM como acusación particular dentro de la causa que investiga las presuntas irregularidades cometidas en la caja.
Actualmente, la CAM está intervenida y carece de actividad financiera después de que se traspasara todo su negocio a Banco CAM, entidad que ha sido adjudicada al Sabadell por el precio simbólico de un euro y con ayudas del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de más de 5.200 millones de euros, además de los cerca de 2.800 que aportó el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB).
No obstante, las cuotas participativas de la CAM no se traspasaron al Banco CAM, por lo que el Sabadell no ha de responder ante dichos inversores, si bien estudia ofrecer soluciones comerciales de manera individualizada y se declara sensible a determinadas situaciones de sus clientes provocadas por los gestores del pasado.
Asimismo, la CAM revisó la pasada semana su cuenta de resultados del ejercicio 2010, con una reducción de la ganancia del 70%, hasta 75,5 millones de euros, tras registrar una corrección de errores por importe de 168 millones en 2011.
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