BARCELONA.- La pandemia mundial de coronavirus
asestará un duro golpe al sector turístico, pero podría suponer una
oportunidad para cambiar el sistema y volver a un turismo similar al de
los años 70: familiar, en coche y de proximidad, según explican expertos
de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Ante
una emergencia sanitaria que parece no tener fecha de caducidad, las
restricciones de movilidad entre los países han paralizado un modelo turístico hiperglobalizado,
que cada año mueve a millones de personas en busca de destinos cuanto
más exóticos mejor, y han empujado a la población a la soledad del confinamiento.
Para el director del programa de Turismo de la UOC, Joan Miquel Gomis,
"sería positivo que esta experiencia sirviera para un cambio de
mentalidad
en la forma de movernos por el mundo", aprovechando el rebufo de las
corrientes contra la masificación y a favor del turismo responsable
anteriores a la pandemia de coronavirus.
Y es que el "trauma" que supondrá esta crisis sanitaria, añade Gomis, tendrá un impacto psicosocial en el turismo que
hará que las personas "cambien sus prioridades", y cuando opten por
viajar, serán mucho más prudentes y se preocuparán más por su seguridad,
por lo que augura que los viajes de larga distancia se reducirán.
En
la misma línea, el profesor de los estudios de Economía y Empresa de la
UOC y experto en turismo, Pablo Díaz, cree que la gente tomará
conciencia de que "el turismo ha sido uno de los principales
transmisores del virus", lo que podría conducir a un modelo más responsable y "respetuoso" con las comunidades locales.
Sin embargo, Díaz ha precisado que "habrá muchos intereses para evitar
un cambio hacia un turismo menos agresivo y masificado", liderado
principalmente por corporaciones que querrán reactivar rápidamente el
sistema con campañas de consumo masivas.
El
éxito de este cambio dependerá, en última instancia, de la mentalidad
de los turistas post pandemia: "La idea es que la conciencia de
salubridad e higiene contra las enfermedades derive en una conciencia a favor de la sostenibilidad", concluye el profesor.
La
crisis sanitaria tendrá una gran afectación sobre el sector turístico
español, que en respuesta a una caída del turismo extranjero este
verano, podría orientar su modelo hacia los viajes de proximidad para
tratar de suavizar las pérdidas.
Este traspaso, explica Joan Miquel Gomis, se
dará "de forma natural" porque, si bien la gente tendrá muchas ganas de
salir cuando termine el confinamiento, también será "mucho más
prudente" y los viajes de proximidad "dan más confianza y sensación de
control".
Pablo Díaz ve también en el turismo de proximidad un ejemplo del cambio
de paradigma que podría inspirar la pandemia, y augura una vuelta al
turismo de los años 70, que era principalmente familiar, de segunda
residencia y de uso del transporte privado.
Ambos expertos coinciden en que las aerolíneas serán "las grandes
perdedoras" en este tipo de turismo, que por contra, beneficiará más a
los pueblos y las zonas rurales que
a las grandes ciudades, ya que los turistas, tras semanas confinados en
entornos urbanos, se decantarán por aislarse todo lo que puedan de las
masas.
Por otro lado, Gomis y Díaz también coinciden en que la demanda será "significativamente más baja" que
en los años anteriores, si bien descartan que se pueda dar una subida
generalizada de precios, ya que el sector tendrá que adaptarse a la
pérdida de poder adquisitivo que sufrirán miles de españoles por el
parón económico.
A escasos
meses de la entrada del verano, muchas empresas ya afrontan la temporada
con pesimismo y a la espera de las medidas que dicte el Gobierno
central, que calcula que la actividad en el sector no se recuperará
hasta finales de este año.
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