VALENCIA.- La Confederación Empresarial de la
Comunitat Valenciana (CEV) califica de buena noticia el inicio de la
desescalada de la crisis del coronavirus, aunque considera que la "falta
de concreción" en el 'Plan de transición hacia una nueva normalidad'
obliga a que vaya acompañado de "una mayor flexibilidad" en las medidas
aprobadas por el Ejecutivo para mantener el empleo --los ERTE por fuerza
mayor-- y para dotar de liquidez a las empresas.
La patronal señala que, teniendo en cuenta que la recuperación "no
será inmediata", pide que los ERTE puedan prorrogarse "un mínimo de
seis meses más, de modo que las empresas puedan modular sus recursos al
grado de actividad en cada fase del proceso de transición".
A juicio de la patronal valenciana, la "parte positiva" es que
empieza la desescalada, aunque los límites a la movilidad entre
provincias incluidos en el plan, las condiciones establecidas para la
apertura de hoteles, los porcentajes de ocupación especificados para las
distintas fases o el hecho de que sólo pueda recuperar la actividad el
pequeño comercio y no grandes superficies "alejan la posibilidad de que
empresas y autónomos puedan recuperar la actividad previa a la Covid en
el corto plazo".
Asimismo, se ha mostrado "preocupada" por la "viabilidad de
algunos negocios" y si será rentable para determinadas empresas,
principalmente entre el sector de la hostelería y el turismo, volver a
la actividad con las limitaciones impuestas. "Son cuestiones que deben
ser planteadas y en las que resulta clave escuchar a los agentes
sociales", ha reclamado.
La CEV ha anunciado que pondrá en marcha un grupo de trabajo para
que las empresas de los sectores esenciales, que han seguido trabajando
en el estado de alarma, compartan su experiencia, protocolos de
actuación y métodos de trabajo con las que retoman la actividad en las
próximas semanas. Se trata, según ha apuntado la patronal, "de poner en
común lo aprendido durante este tiempo para que todas las empresas
puedan volver al trabajo en las mejores condiciones".
En esta línea, la CEV asegura que las empresas de la Comunitat
Valenciana encaran la desescalada "con la voluntad de mantener el
empleo, pero conscientes de que tendrá carácter gradual y, en el mejor
de los casos, se prolongará durante ocho semanas".
Desde la CEV se advierte de que la transición será "insostenible"
para muchas empresas cuya actividad está parada desde el mes de marzo,
por lo que espera que se "flexibilicen" los ERTE por fuerza mayor y,
"teniendo en cuenta que la recuperación no será inmediata, puedan
prorrogarse un mínimo de seis meses más, de modo que las empresas puedan
modular sus recursos al grado de actividad en cada fase del proceso de
transición".
Igualmente, considera "primordial" permitir a las empresas
adaptarse a la nueva situación post-Covid y "evitar que una aplicación
de medidas contra la flexibilidad de plantilla aboque a una oleada de
concursos de acreedores".
En este sentido, recalca que se debe "proteger el tejido
empresarial, sin el que será imposible la recuperación" y cree que sería
aconsejable "adecuar la tributación a la realidad de la capacidad
económica de las empresas, así como acelerar la llegada de la liquidez
con trámites sencillos y directos".
Independientemente de estas consideraciones, la CEV entiende que
"el simple hecho de poder empezar la desescalada ya es a priori una
buena noticia y acerca el camino a la recuperación".
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