miércoles, 22 de diciembre de 2021

Carta al imbécil de Rafa Nadal: Agradéceselo a tu amigacho Bill Gates / Enrique de Diego *

 


¡Cómo están las cabezas, Dios mío! La tuya está putrefacta, Rafa Nadal, amigacho de la peor mugre, Bill Gates, con el que haces buena pareja o mala, según se mire. En esta crisis brutal inducida sale lo mejor y lo peor del ser humano, y caen mitos, tú te has venido abajo con estrépito, pero ya estabas corrompido, con tu cara de niño bueno que sólo juegas al tenis, por codearte con los mayores asesinos de la Historia, por formar parte de la mafia globalista en un lugar desmerecido, de recoge pelotas, de tonto de los huevos, de la peor escoria de la sociedad.

Eres un lacayo, una inmundicia, un sepulcro blanqueado, porque parecías algo y no eres nada, no tienes peso, ni hechura. Eres un gilipollas más, un infraser. Un tonto útil, o más bien inútil, que te has prestado a promocionar el veneno de muerte, usando la popularidad obtenida con el tenis, jugando a masacrar a los niños. Y donde las dan, las toman. ¿Qué te creáis tú que le importaba algo a Bill Gates? Le importas una poca mierda. Eres una colilla, una piltrafa, una miasma, polvo y ceniza. Porque, a ver cómo lo explicas. ¿Cómo te has infectado Rafa Nadal? 

Piensa, carne con ojos, qué pareces tienes una raqueta por cerebro o que te lo ha comido Bill Gates. Eres imbécil, no eres capaz de establecer las más sencillas relaciones causa-efecto. Eres tan imbécil como Risto. Tienes las neuronas averiadas. ¿Cómo se ha infectado tu entrenador, Carlos Moya, que está para la arrastre, que no tiene los efectos leves, que repite la propaganda? Por crédulos, por incautos, por frívolos, por banales. Piensa ¿por qué hay 23 infectados en el Lugo? ¿por qué hay doce en el Rayo Vallecano? Gilipollas, si la solución es muy fácil…

No andes buscando fuera. Frío, frío, soplagaitas. Mira dentro, porque tú te has inyectado el veneno de muerte. Un mecanismo muy sencillo inventado por tu amigo Bill Gates. Se os ha acabado el tenis a los dos, y sin el tenis quiénes sois. ¿Acaso sois sabios o sois buenos que es, al fin y la cabo, lo que importa en la vida? Sois tontos de remate, habéis caído como pardillos. 

Y tú, Rafa Nadal, como un mentecato cabrón, queriendo inyectar con el veneno de muerte a todo el mundo, a los más indefensos, a nuestro futuro, a nuestros queridos y amados niños. 

Y el imbécil de Pau Gasol que es tan idiota como alto. Pedazo de carne con ojos, que te has infectado sin hacerte preguntas, pensando que tu amigacho, Bill Gates, no te iba hacer ningún mal y tú sobras, cuando el que sobra es él, pero a ti te ha llevado por delante, y a Carlos Moya, que es un chico simpático, o era. Mitos caídos en una fosa abisal de ponzoña. Y esta colección fotográfica te va a costar cara, al tiempo.

Nada mejor que terminar con lo que te dice el sabio y bueno César Vidal en un tuit: “Y va Nadal – cuyos méritos deportivos no discute nadie – y se vacuna y dice que los no vacunados son egoístas y entonces, vacunado y todo se contagia… o la vacuna no sirve de nada o hay una Justicia cósmica o ambas cosas a la vez. Quiera Dios que no le dé una repentinitis”.

 

(*) Periodista 


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