Nuestra lucha es por la supervivencia, cada día se suma más gente.
Hay que entender cómo funciona el sistema y comprender que no admite reforma.
Los políticos: Todos son corruptos, al menos morales y generalmente en todo el sentido de la palabra. Todos aceptan los dictados del nuevo orden mundial, de ahí que la timo vacuna haya contado con la unanimidad de las formaciones y de todos los dirigentes. No hay político que pueda ascender si no tiene el alma podrida. El sistema les ofrece un trato benigno de todos los medios de comunicación, ya sean de derechas o de izquierdas, porque eso son flatus vocis, etiquetas sin contenido.
Si en alguno de los temas -timo vacunas, inmigración, sodomía, corrupción de menores, timo climático- un político se sale de la norma, los medios de comunicación caen sobre él, y lo ridiculizan, hasta convertirlo en un indeseable para la opinión pública. En realidad, ni lo intentan. El último político honrado fue eliminado hace cuarenta años. Por ejemplo, el socialista Alonso Puerta que denunció la corrupción en las contratas de basuras. No repitió en las elecciones y su nombre desapareció del mapa.
En el juego, cuando una formación pierde fuerza es reemplazada por otra, que se presenta (siempre los medios) como novedad hasta que se quema. Por ejemplo Podemos, que empezó criticando la casta, y ha terminado siendo una casta herrumbrosa y putrefacta. O Los Verdes, una forma estúpida de caerle bien a todo el mundo.
A los líderes peleles se les consiente todo. A Boris Johnson, una vida de farra y cachondeo, un auténtico desastre gestor. A demente Joe Biden una patente degeneración, incluso una demencia senil, y una clamorosa corrupción familiar.
Los medios de incomunicación: Están todos controlados por Black Rock y Vanguard, que tienen el 5% de las acciones, y de todas las grandes empresas, por ejemplo, del Ibex 35, con lo que controlan la publicidad. Dominan las farmacéuticas, junto con Bill Gates, rezuman malthusianismo y buscan a cualquier precio la eliminación de la población. Las más groseras mentiras son defendidas por todos los medios, en una clara unanimidad, como hemos visto en las timo vacunas, con el lanzamiento del coronavirus, la masacre de ancianos y la timo vacunación masiva.
Como una orquesta en la que el público cumple la función del coro: aplausos a las ocho, solidaridad y acto de amor. Nadie puede romper ese consenso de la mentira porque no puede sobrevivir, no tiene publicidad. Lo hemos sentido en nuestras carne en Rambla Libre donde nos ha retirado la publicidad de Google Adsense, práctico monopolio en la red. ¿Quién se apunta a ser héroe? ¿Quién está dispuesto a pagar el precio de su Libertad?
Utilizan tres estrategias: 1) la conjura de silencio; si te opones, no existes; 2) la ridiculización; eres objeto de risa o de descrédito; 3) la criminalización, en esta etapa entra en funcionamiento todo el sistema, con sus armas judiciales y policiales, en una tremenda perversión del Estado de Derecho. Se ha visto en el allanamiento de la mansión de Donald Trump. Hay una cuarta etapa que es la eliminación física: exitosa con George Haider, en Austria, Pym Fortuin, en Holanda, y los presidentes de Haití y Tanzania, por negarse a los planes de timo vacunación. Con Jair Bolsonaro se intentó el asesinato.
Las big tech: El control de las redes es esencial para disuadir a los disidentes y dejarles sin voz. Twitter, Facebook, este llevando al extremo la censura mediante los verificadores, Google, Youtube, Instagram…Se actúa mediante el desprestigio y localizando a los líderes hasta suspender sus cuentas, como me ha ocurrido a mí en Twitter.
Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, Reserva Federal, deuda pública. Los globalistas controlan todos los medios e instituciones que generan la política monetaria, a través de los Rothschild, los Rockefeller, J.P. Morgan, con sus alfiles Christine Lagarde, Mario Draghi, Emmanuel Macron, el patético Luis de Guindos.
A los políticos se les ha permitido gobernar mediante deuda pública, a cambio de políticas de eliminación de población como el aborto, que ha sido impuesto en prácticamente todos los países de Latinoamérica, o el fomento del feminismo radical y la sodomía.
Fuerzas policiales y Fuerzas Armadas: El sistema usa el monopolio de la violencia para imponer sus delirantes criterios contra la población.
A pesar de todo ello, del poder desplegado con organismos como la OMS y la UE, han sufrido una severa derrota en sus planes de timo vacunación obligatoria, donde fracasaron en Austria, y de ahí en todas las naciones. Han fracasado en toda regla en Italia donde, tras echar al ultraglobalista Mario Draghi, en las elecciones del 25 de septiembre parte como favorita Giorgia Meloni, una antivacunas, nada dócil a la Unión Europea.
Pero la gran batalla se está dando en los Estados Unidos, epicentro del mal, donde la decisión de la Corte Suprema ha sido importantísima negando al aborto condición de derecho, y donde las elecciones de medio termino en noviembre se presentan como un antes y un después, con demente Biden y el satánico partido demócrata, están de capa caída, a pesar del abrumador fraude electoral de 2020, y donde sólo dos de los diez republicanos -rinos, republicanos sólo de nombre- que votaron el enjuiciamiento de Donald Trump tienen alguna posibilidad de ser reelegidos.
Me enorgullezco de haber contribuido con mi libro “El doble alma de los Estados Unidos: el partido demócrata está entregado a Satán”, cuya edición en inglés está siendo todo un éxito.
De todas formas, y especialmente en España, donde no hay división de poderes, ni representación, el cambio de la situación sólo puede venir por una revuelta triunfadora.
El otoño será muy caliente, el invierno será largo y gélido, y en la primavera florecerán las guillotinas.
(*) Periodista
http://ramblalibre.com/2022/08/16/carta-del-editor-asi-funciona-el-sistema/
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