De esta manera, Calpe sigue la tendencia alcista registrada en los últimos años y ve incrementado año tras año el número de vecinos empadronados. Este incremento se debe, en parte, al empadronamiento de nuevos ciudadanos procedentes de Ucrania y Rusia, como ya registró Calpe el año pasado como consecuencia del enfrentamiento bélico entre ambos países.
De hecho, en este último año por detrás de los españoles, la nacionalidad con mayor número de empadronados es la ucraniana (292 personas) seguida de la colombiana (291) y la rusa (169 personas).
Este aumento de la población empadronada se debe también al trabajo del Departamento de Padrón que ha puesto en marcha diversas acciones para evitar la pérdida de población. Hay que tener en cuenta que uno de los problemas detectados es la falta de información de los ciudadanos, que en muchos casos están convencidos de estar ya empadronados o que desconocen la necesidad de renovar el padrón en caso de ser extranjeros.
Por ello, desde el Padrón se remiten cartas de preaviso o sms con tres meses de antelación a aquellos ciudadanos a los que se les va a caducar su inscripción en el padrón para que procedan a su renovación.
Y además, se han puesto en marcha campañas informativas con el fin de concienciar de la importancia de estar empadronado para poder acceder a numerosos servicios y prestaciones municipales.
Estas actuaciones junto con otras llevadas a cabo en años anteriores han permitido que Calpe haya recuperado población paulatinamente tras llegar a bajar la barrera de los 20.000 habitantes en 2016 (con la consiguiente pérdida de transferencias del Estado). De este modo Calpe sigue recuperando habitantes y subvenciones económicas.
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